miércoles, 31 de diciembre de 2014

Jon y yo os deseamos FELIZ AÑO NUEVO.

¡Hola a todo el mundo!.....

....Aunque hoy voy a saludar muy especialmente a mi amigo Jon.

No sabía muy bien cómo despedir el año aquí en cicloturismo en León y tu mail me brinda la ocasión perfecta para hablarte en primera persona a ti como representante, al menos hoy, de toda la gente que lee mi blog y que disfruta de la bicicleta de la misma manera en que lo hago yo.

Es genial que disfrutes de las carreteras leonesas. Lo cierto es que hasta que no las has perdido por una pequeña temporada, los de aquí no solemos valorar lo que tenemos. En cuestión de quince minutos te ves rodando en una carretera medianamente secundaria y en cuestión de una hora, te ves en medio de las hoces de Vegacervera o de mi favorita, la carretera de La Cándana.

Mira, Jon. Leer tu mail y ver que me felicitas por aporrear las teclas y contar, así al espacio infinito, todas las cosas que siento y vivo sobre "La Americana" es una verdadera pasada. Y no sabes lo que te lo agradezco.

A veces al escribir pienso que, bueno, no me van a leer más que los fieles seguidores que me tienen, ya no muy leído, sino también muy visto. Pero ver que alguien como tú me puede leer de tan lejos (porque por el nombre, intuyo más o menos de dónde eres) me da un poquito de vértigo, pero por otro lado hace que cuando ruedo en solitario por ahí, por alguna de las carreteras que intento describir de la mejor manera que puedo en este blog, no me sienta del todo solo.

Y es que cicloturismo en León lo componemos un poco todos. Lo compone el Buka, que aparece por aquí mil veces y es de lo mejor que me ha dado la bici. Lo componen los tarados de la Grupeta Cicloturista León, con los que me río cantidad. Lo componen los Tesoros del Cicloturismo, que suelen ser puertos que quitan el hipo. Y lo compones tú, Jon.

Porque he vivido un tiempo en el que no he tenido muchas cosas que contar, la verdad. No voy ahora a contarte una historia dramática porque no la hay. Sencillamente, soy muy pasional y si no me enamora salir en bici pues, sencillamente, no salgo. Y así estuve nueve meses. Nueve oscuros meses que puse fin en febrero de este año 2014 que vamos a dejar atrás en unas pocas horas.

Y mails como el tuyo hacen que, además de historias, tenga motivos. Pensar que vienes a pasar unos días a León, con la bici y busques alguna ruta para hacer por aquí y aparezca yo en la pantalla de tu ordenador, contando vete tú a saber el qué, la verdad es que me resulta flipante, lo primero, y muy motivador, lo segundo.

Agradezco también mucho que hayas pillado el tono del blog. Hablas de respeto, educación y cachondeo. La verdad es que esas tres cosas podrían definirme, ya no sólo como bloguero, sino también, en gran medida, como persona. 

Hoy estuve charlando con unos buenos colegas. Les comenté que me había mandado un mail alguien felicitándome por el blog. Y estábamos hablando de un proyecto que sacaremos adelante en 2015 sí o sí. Me encantaría poder comentarte de lo que se trata mientras damos unas pedaladas por aquí y, de no poder ser, algún día quedar por tu zona. Y que sepas que sigo presuponiendo que eres vasco e igual resulta que eres del mismo Cádiz.

Te cuento esto porque comentas que eres un globero cincuentón. Pues resulta que estábamos hablando de la filosofía con la que queremos que nazca nuestro plan. Se resume todo en una frase. SALIMOS JUNTOS, LLEGAMOS JUNTOS. Creo que esto es clave en esto del cicloturismo porque, ¿acaso no se sale a rodar para pasarlo bien?

Por esto te digo que, ¿qué más da que seas un globero cincuentón? Porque yo soy un treintañero tarado al que le gusta salir a rodar con su bici y aquí me tienes. Contestándote al mail en público.

Espero que valores el quedar y salir a hacer kilómetros juntos. Así te presento al Buka, a Fernandín, al Caimán de Sanabria llamado Óscar, a David "tabla de Excell", al intrépido JR, a Jorge el maestro, a Sara Campeonísima y a tantos y tantos personajes que han aparecido por aquí a lo largo del tiempo y que forman tan parte del blog y de mí, como tú, amigo mío.

Para finalizar, decirles a todos los demás colegas que en el mail que Jon me ha escrito, os saluda y os felicita el año, así que dicho queda.

Y, ahora sí voy cerrando, os deseo a todos vosotros un genial año 2015 y que seáis felices. Prometo que voy a escribir más, que llevo unos meses en plan vaguete, pero eso ya se ha acabado. Le podéis dar las gracias a Jon y a gente como él, que me dan tremenda motivación.

El nuevo año 2015 pinta realmente bien. Creo que va a ser nuestro año, amigos. Lo noto y lo presiento.

¡Jon! Nos vemos. Hay que organizar algo cuando estés por aquí.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Como mi amiga campeonísima dice, estamos en pretemporada.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy ha sido uno de esos días en los que hay que simular ser un verdadero vikingo para leer los vientos, las nubes y hasta el olor del aire.

Todo comenzó más tarde que de costumbre. La verdad es que puse el despertador con toda mi buena fe, a eso de las nueve de la mañana, sin embargo, el cuerpo decidió que no eran horas, así que la pestaña la abrí a ritmo de mensaje de la buena de Sara.

-¿Has salido ya?
-Ni de la cama he salido, hijina.

Total. Que quedamos a eso de las doce del medio día para rodar. Y la cosa pintaba fría, ventosa y con posibilidad de todo, desde agua hasta nieve. La excusa perfecta para hacer una ruta del todo sureña para ir cogiendo fondo.

La verdad es que estos días coincide que Buka está malo. Ahora es un hombre atado a un cuarto de baño. Le espero con los brazos abiertos y las defensas altas, no vaya a ser que su virus se lo pase cojonudamente en mí.

Así que de un tiempo a esta parte, la campeona Sara sale a rodar conmigo o, mejor dicho, yo salgo a rodar con ella. Lo que pasa es que, como comento, hoy hacía un viento endiablado y ella es pequeña y yo no, con lo que alguien, algunos kilómetros más adelante, se aprovecharía de esta circunstancia, pero cada cosa a su tiempo.

Resulta que ya hemos hecho unos cuantos kilómetros juntos y, más o menos, nos hemos hecho a nuestras respectivas compañías. Es importante entender que salir a rodar a mi lado, requiere ir hablando gran parte del camino, y Sara lo ha entendido perfectamente. 

Los kilómetros iniciales, además de dedicarlos a saber por dónde vamos, aunque hoy era realmente fácil escoger la dirección de lo ruta, los dedicamos a ponernos al día, a ver qué tal todo.

Mi amada zona del Condado estaba cubierta por una enorme nube repletita de nieve, frío y maldad invernal, y la zona sureña estaba bañada por un bonito sol. El problema de esto era que el viento nos iba a estar dando de culo (y por culo) los primeros compases de la rutilla, pero para volver nos íbamos a acordar de esos 30 km/h sin dar pedales.

Entre risas, historietas y anécdotas, en un abrir y cerrar de ojos habíamos llegado a Villaroañe, un mito del cicloturismo leonés en meses tenebrosos y siniestros para las bicis. 

El viento estaba dirigiendo nuestro rodar, ya que nos habíamos acostumbrado a que tirase de nosotros, así que íbamos a continuar dejándonos hacer. Ahora, Eolo había dictado que llegásemos hasta Palanquinos primero y, una vez allí, hasta Vega de Infanzones para acceder hasta la zona de Valdevimbre, aunque ya se vería.

Y ya se vería porque una vez en Ardón, auténtico mirador de todo León y su montaña (y si nunca os habéis fijado, os lo recomiendo) vimos que el viento, dentro de su sabiduría, nos había arrastrado hasta allí a nosotros y, seguidamente, a una nube cargada de cosas nada halagüeñas.

Así que debíamos de acortar por la carretera de Cembranos a León y, una vez a salvo en casa, ya pensaríamos qué hacer para alargar la ruta. Como veis, gran parte de la ruta de hoy, ha sido pura improvisación.

Pero resulta que ahora el viento nos estaba dando de cara, dando fuerte y dando sin compasión, situación que arruinó nuestra animada conversación. 

-¿Quieres protegerte e ir a rueda, Sara?
-¡Ostras, pues sí!

Y de esta forma, Sara vio aliviados su esfuerzo y su cabezonería. Esto último lo desconocía por completo, ya que el viento la estaba machacando desde hacía un ratín y no decía nada. Hombre, ciertamente a mí no es que me estuviese haciendo gracia, la verdad, pero en un día de viento, detrás de mi espalda no se suele pasar mal del todo. Uno, que no es pequeñín precisamente.

A ritmo, con el esfuerzo justo y necesario, ya casi estábamos en la ciudad. La verdad es que mi amiga insistía en darme algún relevo, pero en honor a la verdad, pensé que detrás de alguien de 1'60 me iba a dar un poco igual. Esto lo confieso aquí, que no me oye nadie, pero a ella no se lo comenté así en persona.

Lo más sorprendente de este último tramo fue que no nos pillase la nube que cubría León, porque teníamos varias papeletas que apuntaban a que tendríamos premio gordo. Sin embargo, no nos cayó nada de nada, cosa que sí parecía haber pasado en la ciudad a juzgar por el asfalto de las calles.

Así que con fuerzas renovadas por haber llegado a casa secos, decidimos alargar por el carril bici y completar un entrenamiento de pretemporada medianamente digno. Hablo de pretemporada porque al rodar con una super campeona, yo qué sé, habrá que amoldarse por un día, ¿no?

Y al son de las tres de la tarde y ya en dirección al hogar, después de haber redondeado un buen entreno de eso que llaman pretemporada y tras habernos "papeao" el plátano por ser super buenos, poníamos punto y final al domingo por la mañana (casi tarde).

Mi amiga Sara, creo que va a tener mucho que decir en este blog y en esta temporada, sobre todo, cuando la carretera pique para arriba. Cuando sea llana, siempre tendrá una buena rueda que seguir.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Lista de cosas por hacer.

¡Hola a todo el mundo!

¿Cómo estáis pasando estas fatídicas fechas para los cicloturistas del mundo en el que cada trozo de turrón hace que pensemos en la pila de kilómetros que tenemos que hacer para recuperarnos?

Por aquí, en cicloturismo en León, hago lo que puedo, teniendo en cuenta el viento, el frío, la lluvia y la más que probable nieve de mañana, pero aún así, creo que saldré a rodar un poquito.

Hace algunos años me agobiaba un poco más con esto de salir poco en invierno, pero contra el mal tiempo nada podemos hacer y no depende de nosotros, así que estos días hay que entrenar la paciencia.

Pero, ¿sabéis con lo que me agobio ahora más que con no salir a rodar? Con no escribir en este blog tanto como debería. Creo que será una de esas cosas que apuntaré en mi "to do list" de primeros de año.

Y es que, veréis lo que pasa. No voy a poner excusas ni mucho menos, ojo, pero lo cierto es que voy un poco con el tiempo justo, aunque mejoraré este año, os lo prometo. Entre ir a currar, hacer recados y entrenar lo que puedo, se me consumen los días, amén de dormir y esos trámites vitales como son ir al baño y comer, ya sabéis.

Sin embargo, tengo muchísima motivación para plasmar aquí mis historietas y la principal es, por moñas que resulte, la gente que me leéis.

Sin ir más lejos, el día veinticuatro de diciembre, es decir, Nochebuena (que no lo es tanto), acababa de llegar a mi bar para rematar el día y ahí estaban dos clientes habituales. Una pareja muy maja en la que él, me había enterado no hacía mucho, que era un compañero del metal, esto es, cicloturista.

Pues hablando así un poco de todo, resulta que cuando yo tenía a bien escribir de manera más regular, era fiel lector. Como bien me dijo, yo no sabía quién era, pero él sabía de mí hasta los pedos que me tiraba en bicicleta, y he citado textualmente.

Y esa breve pero intensa charla con mi cliente/amigo/compañero del metal, me ha hecho reflexionar acerca de la cantidad de peña que pensará que ya me he retirado del noble arte de la escritura cuando, en realidad, no es así ni por asomo, pero prometo darle duro en el próximo 2015.

Y es que ya os voy anunciando que tengo muchísimas cosas de las que hablar. Así para resumiros, de lo primero que os hablaré es de un proyecto que está a punto de nacer y que me hace mucha ilusión porque nos incumbe a unos cuantos colegas y lo vamos a pasar fenomenal.

También daré bastante la chapa hablando de los puertos que voy a subir, porque si bien el año pasado subí unos cuantos de los míticos que hay que subir sí o sí, este año me planteo varios retos y no creo que tarde en acechar y atrapar alguno de ellos.

La marcha central de la temporada serán los 10.000 del Soplao, con lo que los entrenos y el propio reto, serán plasmados aquí, con la cantidad de risas que traerá todo ello aparejado.

Así que ya veis que tengo trabajo por delante y ganas me sobran. Y aún faltan algunos días para que termine el año, así que espero rematar el año sobre ruedas, siempre y cuando la nieve nos deje.

¡Nos vemos en el ASFALTO!

jueves, 18 de diciembre de 2014

Casi fin de año y yo con el cuenta sin poner a cero.

¡Hola a todo el mundo!

Va avanzando la semana y está siendo realmente aceptable en cuanto a entrenos se refiere. Pero no sólo en salidas en bici, si no que un proyecto ilusionante va tomando forma. Ya os contaré cuando tenga más forma, pero la cosa pinta muy bien.

Todo empezó el domingo con una rutilla muy chula, de casi 80 Km, en muy buena compañía, y que hizo que soltase las piernas después de casi un mes sin poder entrenar bien. Mucho gimnasio, ejercicios específicos y tutes de rodillo, sí, pero no es lo mismo.

Luego, como os comento, el tema este del proyecto ilusionante, ha ido cogiendo forma. Es fantástico ver, paso a paso, como nace una idea que empezó de la forma más absurda pero que va arrastrando cada vez a más amigos. Cada día algo nuevo. Cada día un paso pequeño pero muy seguro. Veremos.

Y ya casi estamos en fin de semana y dadas las fechas en las que estamos, casi en fin de año. Creo que ya debería de haber puesto a cero el cuenta kilómetros porque los entrenos que estoy haciendo son de cara al 2015, que se presenta fantástico.

Este año que estamos a punto de dejar atrás, ha supuesto el despertar de una nueva actitud ante el cicloturismo por mi parte. Retos cada vez más exigentes, sin perder de vista que esto es algo que hago para divertirme, si puedo, con colegas.

El nuevo año, lo enfoco muy parecido pero con retos aún más grandes, aún más altos y aún más ilusionantes. Cuando todo parece que se complica, siempre se puede dar un par de golpes de riñón y seguir para adelante. Cuánto me enseñaste, Angliru.

Así que os tendré informadas e informados de los retos y proyectos que van saliendo adelante. 

¡¡¡Nos vemos en el ASFALTO!!!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Qué os contáis?

¡Hola a todo el mundo!

Pues sí. Aquí estamos todos. Estamos todos y el dichoso enemigo del cicloturista que es el invierno, con sus pocas horas de luz, su mal tiempo y todas esas cosinas buenas que tiene.

Pero tranquilos, amigas y amigos porque en nada, los días a estarán creciendo a todo meter y todos seremos más felices y podremos sacar a pasear nuestros hierros.

Hasta que eso ocurra, por mi parte, estoy planificando la temporada que ya está aquí encima. Voy a apostarlo todo a una carta. Los 10.000 del Soplao. El infierno cántabro. En principio, a la de gran fondo de 220 km o algo así, pero como se den bien los entrenos, siempre he tenido ganas a la de 300 km, aunque eso parece una liada cojonuda.

Entre rutinas de gimnasio específicas para la bici, kilómetros corriendo, horas de rodillo y, cuando se puede, alguna salida en bici, se van pasando los días malos del año y voy afinando para empezar la campaña 2015 como un titán. 

Y así entre nosotros, tengo en mente un proyecto muy ilusionante del cual os daré buena cuenta en cuanto tenga tiempo de gestionar los papeles así que, en esas ando.

No os olvidéis de que sigo aquí y la temporada 2015 se presenta muy pero que muy bien.

Nos vemos en las carreteras, ¡¡¡ CICLOTURISTAS!!!