jueves, 31 de mayo de 2012

Subida de Igea. Hecha.

¡Hola a todo el mundo!

¡La subida de Igea ya está conquistada! Lo prometí y ya está hecho. Y no de una manera normalita. ¡No señor! Hoy decidí meterme entre pecho y espalda uno de esos entrenos de más allá de 150 ppm de normal y en la subida 180 ppm, pero vayamos por partes.

Tras los primeros kilómetros de calentamiento, en mi mente surgió la idea de hacer un entrenamiento pata negra, porque de primeras, no era la idea. Sólo quería hacer la subida de Igea y punto, pero empecé a pedalear fuerte.

La primera parte hasta la subida, como podéis ver en el perfil, pica hacia arriba en todo momento. A partir del pueblo llamado Fitero empecé a rodar fuerte. Mucha cadencia -100ppm- y bien plantado en la bici. En todo momento me sentí muy cómodo. Fue en este momento donde recordé la porquería de mes de abril con la tendinitis. Ahora ya es totalmente oficial que he superado la lesión.

Para acceder a la subida, hay que callejear un poco por Igea. Aquí ya quité el plato sopero y puse el del café. Como el otro día la había bajado, el inicio de la misma no me sorprendió, así que ya estaba preparado con el 34-26. Si me hubiese pillado de nuevas, es el típico comienzo que te corta el rollo para toda la ascensión.

Como podéis ver en el perfil de la subida, y si no ya os lo digo yo, es escalonada. Tiene tres tramos de rampas duras, pero la primera de ellas está nada más pasar el puente que da comienzo a la misma. Decidí mantener la cadencia más elevada posible, así que entre esto y que me conocía este espectacular comienzo, la primera parte la pasé sin mayores dificultades.

Seguí subiendo, a todo lo que daba, ayudado por el descansillo de unos 300 metros al 2%, pero una vez finalizado esto, aparece otro de los escalones de más del 7%. Es corto, pero coincide con unas curvas en zig-zag que te obligan a no sólo estar pendiente de lo que es sufrir. 

Terminado esto, y ya haciendo lo que podía lastrado por mis 80kg y los 40º C que había, me enfrenté al último escalón de esta bonita y exigente subida. El 8% de este tramo me obligó a ponerme en bielas y secar lo que tenía reservado para "atacarme" al final, pero decidí usarlo aquí. Los últimos metros son muy llevaderos y me sirvieron para hacer que el corazón recuperase la cordura y bajase de 180 ppm a niveles más normales.

Mi destino ahora era un pueblo llamado Grávalos para tomar un desvío por un descenso muy chulo y ya llegar a casa, pero en la carretera principal me encontré a unos ciclistas de por aquí, así que decidí concluir aquí lo que era el rendimiento, para compartir el resto de ruta con estos amigos, de manera tranquila.

Y la verdad es que gracias a ellos alargué la marcha, porque seguimos más adelante de donde tenía pensado girar y, una vez más, nos adentramos en la provincia de Soria, así que me endiñé un entrenamiento de esos que recuerdas durante todo el año.

Muchas risas con estos chicos y un montón de anécdotas. Por esto también ha valido la pena el entreno. 

miércoles, 30 de mayo de 2012

Sensaciones corellanas.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy he decidido no salir a entrenar para reservarme a mañana y subir la ascensión de Igea donde, por cierto, hay huellas de dinosaurio.

Esta mañana he mantenido una conversación acerca de los clubes que hay por esta zona -de ciclismo se entiende- y para ser un lugar, digamos pequeño, hay tres clubes tres, lo cual es bastante.  

Lo más curioso es que, en lugar de tener dentro de cada club distintos niveles, cada uno de los clubes tiene un nivel distinto. Hoy uno que es de competición máster, otro que hace salidas más o menos duras pero a modo de cicloturismo -ya sabéis que yo no asemejo el decir cicloturismo a globero, con lo que os digo que andan mucho- y luego hay un club que realiza acciones sociales en bici, limpian la ribera del río, quedan para ir a algún lugar en bici a ver algo de patrimonio y cosas así.

La grupeta con la que rodé ayer es variada. Había gente desde 60 años hasta 30, pero iban fuerte, de eso no cabe duda. Por aquí todos los días se sube algo más o menos duro. Hay, en torno a Corella, unas 5 subidas muy parecidas a la de Las Cuevas de Valporquero y sin tener que hacer demasiados kilómetros para llegar a ellas, así que voy a subir más que en León, ¡quién me lo iba a decir!

Eso sí, también hay rectas interminables, planas a más no poder, en dirección a Tudela y por ahí. Lo peor de la zona es el viento sin duda ninguna. De los 5 entrenos que he hecho en esta semana, todos los días ha hecho más o menos viento. Según los lugareños, la clave es que intentes encontrar una ruta en la que la mayor parte del tiempo te dé de costado.

Así que, como veis, para andar en bici esto es muy entretenido. Y más si te gusta el sol y el calor, cosa que en mi caso, se cumple. Os seguiré contando.

martes, 29 de mayo de 2012

Primer contacto ciclo-social en Corella.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer os dije que tenía un objetivo. La subida que sale de un pueblo llamado Igea. Pinta muy bien esta subida, pero hoy no acometí la misma porque ya ha ocurrido amigos. He rodado en compañía.

Según salía del pueblo en dirección a Igea, mientras estaba calentando, noté una presencia tras de mi. Efectivamente se trataba de un compañero cicloturista. Hicimos las presentaciones, y como yo llevaba puesta la equipación del C.C. León, le llamó la atención, claro. Él llevaba los colores de un club que hay por aquí, el C.C. Corellano.

Lo más curioso es que uno de los miembros de mi amada Grupeta Cicloturista León es llamado Bukanero -reciba un saludo desde aquí- y el compañero con el que rodé hoy es conocido como Pirata, así que la cosa va de grandes corsarios.

El Pirata tenía intención de probar sus nuevos desarrollos en la subida más explosiva de la zona, así que fenómeno, porque así me la enseñaría. Según avanzábamos en la ruta, me iba explicando los usos y costumbres  de los cicloturistas autóctonos. Al parecer, todo el mundo se basa en la BTT -pisapraos para mí- porque me ha explicado que esta zona es un verdadero paraíso para los amigos del monte.

Por las zonas que me ha llevado hoy mi nuevo compañero, he visto unos desfiladeros espectaculares camino de un pueblo llamado Aguilar del río Alhama. Una zona muy verde, cosa que es de agradecer, os lo aseguro, porque estando en primavera, esto está ya árido árido. En agosto esto puede ser de risa.

Nuestro destino sería un pueblo llamado San Felices, provincia de Soria, que es precedido por la subida explosiva de la que os hablo y de una especie de meseta rodeada de prados verdes y lomas.

La subida del día era un regalito que me tenía preparado el Pirata. Yo le pregunté que cuándo empezaba, para estar preparado. El sonrió, diciéndome que me daría cuenta. Efectivamente, cuando comienza lo notas. Te recibe con una rampa dura de más allá del 7% de desnivel, pero la subida te respeta al principio, porque inmediatamente hay un descansillo, tras el que comienza la subida de manera continuada. Tras salvar dos espectaculares curvas de herradura nos enfrentamos a una dura rampa de más de 500 metros al 6 ó 7 %. Al final de esta rampa, se puede ver una curva a la izquierda donde parece que termina la subida...

Pero es aquí donde la ascensión te da una sorpresa, porque tras pasar la curva nos enfrentamos a una durísima rampa de unos 200 metros al 10% siendo optimistas. Se hace dura, pero después de esto, todo es más llevadero.

Llegamos a San Felices donde reponemos fuerzas con un trago de agua fresca de la fuente del pueblo, en el que mantenemos una conversación con una señora. Muy maja y soriana.

Volvimos por el mismo sitio y a unos 30 km para llegar a casa, vemos al fondo un grupo de ciclistas. Unos 10 miembros tenía esa grupeta, así que me pongo a tirar del Pirata -él lo entiende a la primera- y le llevo a mil hasta conectar con el grupo. Esto hace que cuando llegamos al grupo, como Pirata les conoce, les comenta que soy nuevo, de León en concreto, aunque más bien parezco ¡¡¡Jalabert!!! ¡¡¡Menudo piropo!!! Porque era uno de mis favoritos de la niñez.

Rodando dentro del pelotón, estuve hablando con unos cuantos miembros. Muy majos y acogedores ya que lo primero que me dijeron era que gente para salir por ahí no me iba a faltar. ¡Gracias amigos! 

Así que, como veis, mis ciclo-aventuras van viento en popa. Un saludo a todos.

lunes, 28 de mayo de 2012

Sorprendente subida. Igea.

¡Hola a todo el mundo!

Como os dije en la entrada anterior, he encontrado una ruta de entre 50 y 70 km, según los barroquismos que le introduzca, que cuenta con una subida muy buena, el paisaje no está del todo mal y la carretera es fantástica. Me va a servir para entrenar a diario para rodar entre una hora y 3/4 y dos horas y cuarto.

El otro día, al rodar por esta ruta, me di cuenta de que había un par de desvíos, en diferentes puntos de la marcha, que conducían a un pueblo llamado Igea. Hoy rodé en sentido contrario al del otro día porque la subida por este lado me gusta más y mi plan era tomar el desvío hasta este pueblo del que os hablo porque la carretera pintaba muy bien.

Cuando llegué al desvío, lo tomé como un tiro de rápido porque empezaba con una subidita. Se viene de un descenso, así que, con la sola velocidad de la inercia, se franquea perfectamente este primer envite de la carretera, en esta nueva vía cuenta con un asfalto de los que a mi me gusta. Rugosa con partes parcheadas. Para subir, a mi este tipo de piso me encanta. Le imprime a la ascensión un toque especial. 

Esta nueva carretera con dirección a Igea atraviesa un pinar, así que por fin he encontrado terreno arbóreo. Llegamos a la cima tras atravesar el pinar del que os hablo y, de repente, una abrupta bajada aparece ante nosotros. ¡Esto ya pintaba muy bien!

La bajada, acompañada del asfalto del que os hablo -que para subir me encanta, pero para bajar es lo peor- hacía que la bici se lanzase a 70 km/h tocando el freno, así que os podéis imaginar cómo es la "subidina". Al no conocer la carretera, varias curvas hicieron que tuviese que rectificar las trazadas y, en un caso, casi clavar freno porque me colé un montón.

La lástima es que es una subida que no sobrepasa los 4 km, pero los lugares por los que pasa junto con el desnivel la convierten en mi objetivo nº1 para la próxima salida. ¡Qué ganas!

Esta ha sido la ruta que he hecho hoy y esta es la subida de Igea, con porcentajes que pasan del 10%. Ya os contaré qué tal me ha ido subiendo esto. ¡¡Un saludo!!

domingo, 27 de mayo de 2012

Otra ruta everyday.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer creo que encontré, en mi nuevo territorio, la ruta que puede ser esa de everyday, para todos los días, ya sabéis. Son algo más de 50 kilómetros que, en cualquiera de los sentidos, tiene una subida impresionante. 

Eso sí, subidas muy diferentes a las que estoy acostumbrado. ¿Recordáis los paisajes de las películas del oeste? Esos terrenos áridos, con alguna cumbre de tierra, algún desfiladero. Pues estas subidas se desarrollan por terrenos así. 

La mayor dificultad que tienen, a parte del desnivel, que en largos y rectilíneos tramos alcanza el 7%, es el viento. Por aquí es algo normal. Los molinos de viento por todas partes ya te indican que aquí algo pasa. A pesar de lo diferente del terreno, la verdad es que si lo miras con buenos ojos, es bonito. Seco, sí. Pero bonito. 

No pasas a penas por pueblos, así que es importante que cuando lo hagas por uno, compruebes el nivel del bidón. En las horas que he estado saliendo yo estos días, no hay nadie por la calle. Como haca mucho calor a eso de las 4 ó las 5, supongo que les resulte mucho más agradable dormir la siesta.

Lo que también he comprobado es que hay muchas carreteras que se entrelazan continuamente, así que la posibilidad de variar las rutas sobre la marcha es grande. Además, las calzadas están en un estado espectacular. La carretera por la que rodé mucho rato ayer es la LR-321 -me parece- así que es de la misma categoría que la que pasa por las Hoces de Valdeteja. El estado del asfalto os aseguro que es totalmente diferente.

Y creo que el hecho de que estén las carreteras en tan buen estado se debe a que no hay mucho tráfico. Pocos coches son los que te atosigan y, a su vez, puede que haya coincidido, pero te adelantan con mucho espacio. Salvo un señor mayor que dudo que esté en edad para dominar cualquier tipo de vehículo a motor, ni siquiera una Termomix, que me pegó una pasada muy muy peligrosa -y se llevó una buena ración de "mecag...........dre"- como os comento, los conductores en general son muy respetuosos.

Y te encuentras con un buen número de ciclistas, la verdad. Sobre todo, forman parte de un equipo que hay por aquí que se llama Club Deportivo Beton. Me he cruzado con muchos de este equipo, pero también gente anónima. A las horas en las que salgo yo, pocos, pero cuando regreso y el sol no le pega tanto, sí que están saliendo muchos compañeros ciclistas.

En definitiva, que por esta nueva zona, no pinta del todo mal para entrenar bien. Eso sí, cuando vuelva a rodar por León con sus temperaturas, digamos, moderadas, saldré con la cazadora de esquiar, porque me estoy convirtiendo en un cicloturista del desierto. Y a pesar de vivir en un pueblo de la Comunidad Foral de Navarra, al estar en la frontera con otros lugares, pocos km ruedo por Navarra, pero os dejo un documento gráfico para que veáis que es cierto que estoy aquí....



La ruta que hice ayer fue esta. Mirad. Un saludo a todos.

sábado, 26 de mayo de 2012

Impresiona.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy no he salido a entrenar ya que ayer, como forcé, pues noté que la rodilla me decía que me relajase un poco, así que aproveché para hacer otras cosas, entre ellas, ir al polideportivo municipal para ver las instalaciones.

Están fenomenal y tienen de todo, pero lo que más me ha llamado la atención es la enorme cantidad de bicicletas que había aparcadas en la entrada. Coincide con la de un colegio, pero es que os aseguro que impresiona. Más de 50 bicicletas -no digo 100 por no resultar exagerada aunque es lo que me pide el cuerpo señalar- reciben a todo aquel que entre en esa zona.

Además, hay un carril bici en el pueblo. No sé cómo será de largo, pero en la zona nueva del mismo, pasa por casi todas las calles. Está muy bien pensado ya que es la zona por la que todos los chavales van a clase en bici, con lo que ese carril bici es un punto de seguridad muy bueno.

Por lo demás, deciros que mañana sí que saldré a entrenar, aunque espero ir más despacio que ayer, porque me metí mucha caña y olvidé que estuve mes y medio lesionado. Pido perdón a la tendinitis, pero algo subiré. Tengo algo en mente, la verdad.

Mañana más y mejor amig@s. ¡Un saludo!

viernes, 25 de mayo de 2012

Camino Soria.

¡Hola todo el mundo!

Qué ganas tenía de que llegase este día. ¡El primer entreno por mi nuevo territorio! Para ello, había decidido salir por la tarde, a eso de las 17 horas aprovechando el solazo que baña toda esta zona. Recordad que soy un adorador del sol.

Había pensado una ruta e incluso apunté en un pequeño trozo de papel puntos intermedios para no salirme del plan trazado. Me puse la ropa apropiada, revisé "la americana" y salí a las nuevas carreteras. Primer destino. Fitero.

Ya había estado en coche, así que no fue necesario sacar el planing. Como sabéis, venía con la idea de que esta zona era un lugar poco montañoso y, para encontrar algo de subida, debería de hacer kilómetros. Pues bien. Os confieso que me equivoqué. La carretera hasta Fitero, desde un primer momento me sorprendió. Serpentea entre unas montañas de tierra, no muy altas, con pinos y suelo seco. En las zonas planas, los pequeños agricultores tienen sus sembrados muy bien cuidados y, a pesar del calor y de las escasas sombras, parece ser una zona con agua suficiente.

Una vez pasado Fitero, llegamos a Baños de Fitero. Un lugar con aguas termales. Aquí es donde realizamos el primer cambio de provincia. Ahora estamos en La Rioja. A nuestra izquierda se ven montañas más altas pero también de tierra. De repente, veo a lo lejos lo que parece una curva de herradura. Mi mente se fija ese objetivo y se olvida del plan trazado. En el siguiente pueblo es donde está la encrucijada que mi mente obvió para centrarse en la subida....

Cervera del Río Alhama
Paso un puente, supero una curva y ahí está. La subida. ¡Y qué subida! Se ve a lo lejos la curva de herradura que, como un imán, me ha atraído hasta ahí. Paso junto a unos señores, que descansan a la sombra, y les pregunto si falta mucho. Sonríen y dicen, socarronamente, que falta algo. Ese "algo" me sonó a encerrona.

Y efectivamente estaba en una encerrona en la que yo solo me había metido. Una subida que, para cualquier leonés que lea esto, se asemeja a Aralla pero con 35º C y curvas de herradura. La verdad es que me encantó esta primera parte....porque tras coronar me quedaba el segundo plato. Otros 4 km de dura subida. 

Llegué, por fin, a la cima y un pequeño descenso me condujo hasta un pueblo llamado Valverde. Llego a una carretera nacional con un tráfico intenso, pero sabía que debía de continuar hasta llegar a un punto especial....

Camino Soria
Así que, una vez llegado este punto y dado que llevaba ya 35 km, decidí volver por donde había venido ya que llevaba unos días sin entrenar, así que para hoy, ya me estaba dando una chaqueta importante. Las subidas, además, las hice a muy buen ritmo, por lo que el día estaba más que hecho.

Una de las mayores diferencias que he notado, a parte de los 10º C que hay de más -aunque eso para mí es una bendición- es que llegué a casa de polvo hasta arriba. ¡Increíble! Otra cosa es que hay una pila de mosquitos espectacular. Incómodo a la hora de bajar. Y otra deferencia es que hay muchos ciclistas por las carreteras. Amenazo con salir acompañado en breve.

Este es el tipo de terreno...el de primer plano soy yo, por si no os acordabais... 
Os mantendré informados de la siguiente ciclo-aventura. Cuando venga a verme la Grupeta Cicloturista León -porque tendría delito que no vinieseis a verme- tengo preparada ya una ruta fantástica.

Esta ha sido la ruta que he hecho hoy (más la vuelta) ¡Un saludo a todos!

jueves, 24 de mayo de 2012

Ya está PUES

¡Hola a todo el mundo!

Pues ya está amigos. Soy vecino de Corella, Navarra. Es una localidad, a unos 15 km de Tudela, famosa por el estilo barroco de muchos de sus edificios y por el buen vino. He de señalar que no se come mal. Si te gusta la verdura -como es mi caso- este es el lugar donde tienes que estar.

En cuanto a la bici, mañana va a ser un día super especial. Realizaré mi primer entreno por esta nueva zona. La cosa promete. Os cuento.

El primer día que vine, todo me parecía un secarral plano y desértico, pero creo que se debió a los nervios. La segundo vez, no pude fijarme en demasiadas cosas dado que vine con una agenda muy ajustada.

Pero en esta tercera visita, ya definitiva -de momento al menos- he descubierto que las montañas y las zonas boscosas no están demasiado lejos. A unos 20 km ya tengo una subida de entidad. Esta ruta es una locura que se me ha ocurrido, pero para dentro de una semana -os recuerdo lo de la tendinitis- pero esa primera subida que veis en el perfil, parece una pasada. Hasta la cima se rueda de Navarra hasta Soria, pasando por La Rioja. Tengo muchas ganas de hacerla.

Por lo demás, en breve, probablemente mañana, me informaré acerca de qué clubes hay por el pueblo -creo que hay un par- y así salir con alguien para darles guerra. Guerra del mismo tipo que le doy a la Grupeta Cicloturista León. Para más información le preguntáis a alguno de los apañeros.

Os mantendré puntualmente informados acerca de mis andanzas. Y mañana la primera ruta Corellense.

lunes, 21 de mayo de 2012

All apologies.

¡Hola a todo el mundo!

Como cantaba Nirvana, all apologies, yo os pido disculpas por no escribir tanto en el blog estos días, pero estoy muy liado.

En los próximos días mis apariciones en este blog serán intermitentes, pero cuando vuelva a tener un pelín de estabilidad, podréis leer un montón de nuevas historias y aventuras por nuevos territorios que espero os gusten, y espero que a mi también.

Os seguiré informando.

viernes, 18 de mayo de 2012

Grupeta Cicloturista León: "¿¡Otra vez!?

Hola a todo el mundo.

El día de hoy ha sido muy especial para mí porque he vuelto a quedar con la Grupeta Cicloturista León y he podido reencontrarme con los compañeros, aunque no con todos ya que al estar próxima la Clásica de Los Lagos, sólo salieron los más valientes y los que no íbamos a ir a la marcha por una u otra razón.

Además, esta va a ser una de las últimas salidas en León por un tiempo dada la noticia que os he dado hace pocas horas.

La ruta de hoy tenía un par de subidas majas. La Hoja y Olleros, cosa que sería una buena prueba de fuego para la rodilla, ya que al ir con gente, no me cabía ninguna duda de que forzaría más de lo normal. 

Comenzamos poniéndonos al día, porque después de tanto tiempo teníamos muchas cosas que contarnos. Hoy éramos 7 ciclistas a cada cual con más ganas. Así que pusimos rumbo a La Hoja para empezar la primera subida del día.

Yo me sentí fenomenal y no saqué todo lo que llevaba dentro para no volverme loco, así que me quedé en solitario en el medio de los dos grupos que se formaros. En cabeza los NO Lagos y por detrás los SÍ Lagos.

Tras el rápido descenso del Cillerón -me encanta esta subida, hoy bajada- comenzamos la subida de Olleros en la que los chicos, que no querían forzar, me dejaron encabezar la subida. Les puse un ritmo alegre pero, evidentemente, asequible para ellos que no han tenido tanto parón como yo. A mitad de subida se abrieron las hostilidades, lanzando un ataque Raul y otro Juanjo, que se calentó. 

De esta manera llegamos a la cima de esta subida y durante la bajada comenzó el calvario.

Nunca en mi vida he vivido tantísimos pinchazos en la misma ruta. Parecía como si un francotirador estuviese disparándonos a las ruedas. Increíble. Os cuento.

Primero fue Elías quien, tras pisar una piedra, pinchó de la rueda de delante. Mientras comenzamos con la reparación, nos percatamos de que no sólo teníamos un problema en la delantera sino que también la trasera estaba pinchada. Fue en este momento donde todos recordamos a Rafa, dada su mala suerte de comienzo de temporada con esto de los pinchazos.

Reparadas las dos averías, los chicos se adelantaron mientras yo cogía agua de una fuente. Al seguir con la bajada, vi que estaban más adelante y pensé que estaban esperándome....pero se trataba de un nuevo pinchazo. Elías otra vez. En ese momento recordé lo que dije en los pinchazos anteriores. "Cuando se pincha una vez, rara es la ocasión que no se vuelve a pinchar". La terca ley del pinchazo seguía cumpliéndose de manera matemática.

Volvimos a repararlo y continuamos con la ruta...hasta que otro compañero pinchó. En escasos 300 metros ya llevábamos 4 pinchazos. En este nuevo pinchazo, descubrimos lo importante de revisar el material que llevamos en la bici. Lo digo porque cámara tras cámara vimos cómo la que no estaba pinchada, tenía la válvula mal o cosas así. Aquí gastamos unas 3 cámaras más. Conclusión. Nos quedaba 1 única cámara para los 40 km que faltaban, así que no íbamos muy sobrados de confianza. A pesar de todo, yo que soy un clásico, llevaba parches, así que nos sacaron del lío.

Después de llegar a La Robla y alcanzar Lorenzana, aquí ya empezamos todos a prepararnos para realizar la serie del día, porque es costumbre que en estos 10 km finales mantengamos medias entre 35 y 40 km/h, así que agachamos la cabeza y cada uno hizo lo que pudo.

Llegamos a León con el sofocón y ¿pensabais que habíamos terminado con los pinchazos? Pues no. Un último pinchazo justo en la rotonda donde terminamos las rutas. El problema fue que el compañero con la última cámara viva se tuvo que marcar rápido. Yo tenía los parches, pero el problema era que además de haber pinchado mucho, tuvimos pinchazos enormes que los parches no podían soportar. La solución fue que César fue a por el coche.

Una ruta genial con un montón de pinchazos. Este es el resumen. Menuda pasada. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Se aproximan cambios.

¡Hola a todo el mundo!

Pues sí amigos. Se aproximan cambios. Os voy a poner un ejemplo para que os deis cuenta. Una ruta que me apetece hacer un montón es esta: Corella-Fitero-Aguilar del río Alhama-Valdeprado (y vuelta).

Como podéis observar, no circula por León ni alrededores y este tipo de rutas fuera de León van a empezar a ser una tónica habitual dado que por motivos laborales cambiaré de residencia a Corella.

Voy a echar mucho de menos las magníficas rutas de las que disponemos por aquí. Esa variedad que tanto he alabado en alguna entrada anterior. Montaña, llano, todo ello...Sólo los que hemos rodado por aquí sabemos de lo que hablamos.

Pero por otra parte, estoy seguro de que cualquier corellano con afición a la bicicleta -que por lo que he visto no son pocos- seguro que dice lo mismo de su zona. Como veis en la ruta que os señalo, hay montañita y os aseguro que también hay llano.

Pero cuando he ido por allí estos días me he dado cuenta de alguna otra cosa. Según me acercaba a la zona comprobé la gran cantidad de molinos de viento. Está genial, porque eso significa que la producción energética española cada vez es más respetuosa con el medio ambiente, pero eso significa que por ese área hace mucho viento, como así me lo han confirmado ya dos conocedores de la zona.

Y otra cosa que he observado es que el terreno próximo a Corella -porque la zona montañosa junto al Moncayo no la conozco- es muy árida y seca. Territorio Monegro podríamos decir, pero seguro que tiene un montón de encantos que he de aprender a ver.

Así que un nuevo mundo de posibilidades se me abre sin, por supuesto, olvidar León que seguirá siendo el nombre del blog allá donde vaya. De todas formas, seguro que vengo de vez en cuando armado de bici para decir a la Grupeta Cicloturista León entre risas: "No sabéis lo que es viento" o cosas así. Y espero que se me vaya a visitar de vez en cuando...ejem ejem...

Tampoco hay que olvidar que los Pirineos no me quedan lejos, así que no descarto que algún día, sin venir a cuento, os sorprenda en este blog describiéndoos la subida de algún coloso pirenaico, así que ya veis.

Hasta que se haga efectiva mi partida -calculo que en una semana o así- sigo entrenando por la zona. Como curiosidad os comento que ayer salí con poco tiempo a entrenar porque estoy un poco liado, pero la hora y poco que rodé, lo hice muy muy fuerte. Subí Castrillino a todo lo que daba. La rodilla no dijo ni "mu", así que estoy mejorando mucho.

Os mantendré informados de todo.

martes, 15 de mayo de 2012

El carril bici de León (II)

¡Hola a todo el mundo!

En mi segunda ruta por León ciudad usando el carril bici -la primera ha tenido buenísima acogida-, hoy he pensado que cuando alguien se pone a diseñar el trazado de un carril bici, además de pensar en la implantación en general del uso de la bicicleta, creando una buena red, prestará especial atención a ciertos colectivos y ciertos lugares. Estoy pensando en los estudiantes y en la Universidad en concreto.

Así que en el episodio de hoy he querido ir desde la Catedral de León...

el capuchón del fondo es porque la tenemos reparando, no porque seamos unos cachondos..
...hasta la Universidad de León y vuelta. Pero para seros sincero, he querido ir por un sitio en el que la cosa es francamente mejorable, porque igual que señalo lo malo -que en esta entrada va a haber bastante- también digo lo bueno. Y es que si hubiese querido ir a la Universidad por la plaza del Espolón y enlazando ahí con el carril bici, no hubiese tenido ningún problema. Esa parte está genial.

Pero como yo me crié en el barrio obrero, es decir, El Ejido, decidí desde la Catedral bajar por el Obispado hasta la calle José María Fernández (arteria principal de mi barrio)...

C/ José María Fernández.
Lo que aparece en la foto es el punto en el que se termina la zona peatonal y comienza la calle. No hay señales de carril bici ni, por supuesto, paso para ciclistas. Es decir. Te tienes que lanzar al tráfico. Así que, con toda la precaución del mundo, nos metemos en la calle.

Tenemos que tomar la calle San Juan -1ª a la izquierda- para luego seguir de frente hasta encontrarnos con la calle La Serna. "¿Cómo es que no vas por el carril bici?" pensarán algunos. "Pues porque no hay", respondo yo.

De hecho, hasta encontrarnos con el carril bici, casi tenemos que circular 1 km (este es el tramo) La pena es que la C/ La Serna se arregló no hace mucho y no hubiese costado nada, ya no construir un tramo con un asfalto de distinto color -que sería lo suyo-, sino pintar un tramo. Con unos litros de pintura estaría resuelta esta calle. Así de fácil.

Volviendo a la realidad, tras pasar estos 700 metros de cruces, semáforos, alcantarillas que parecen pasos canadienses y pasos de peatones con badén incluido, nos encontramos con el carril bici...

Siguiendo la flecha naranja.
...que nos permite ir en dirección al parque de La Granja si vamos a la derecha, o bien a la zona de carril bici bueno por la izquierda, o si seguimos de frente, a la Universidad por la Serna, que esta es la opción que nos interesa.

Muchos pensaréis que menos mal que ya hemos llegado al carril bici, ¿verdad? Pues la respuesta no es fácil, porque si queréis saber lo que son baches, aquí tenéis ejemplos fantásticos. Parecen hechos a adrede. Es más. Confieso que cuando salgo a entrenar y paso por aquí, prefiero que me pite un coche diciéndome que para qué quiero el carril -con razón-, que meter las ruedas de la bici de carretera por aquí...

















Las partes que os he señalado en rojo son verdaderos potros de tortura como circules a más velocidad de la cuenta. En esta zona, cuando me pilla entrenando, estoy calentando y no paso a más de 25 km/h y no se me ocurre ir por aquí. Lo que puede pasar es que se te descentre una rueda y, en el peor de los casos, metas la rueda en uno de esos surcos que van a la larga y te caigas. Y si pasa un coche en ese momento al lado....puede pasar algo malo. Así que PUNTO NEGRO.

Pero si pensabais que todo esto se había acabado, por supuesto que os equivocabais, ya que tenemos que pasar por una gasolinera cuyas entradas están a mano derecha de nuestra marcha y, como veis, la calzada de los potenciales clientes está a la izquierda. La consecuencia es que nosotros estamos en medio. El remedio es realizar un acto de Fe para que un conductor despistado no nos pase por encima...

 

Para los que conozcáis León, sabréis lo cerca que tenemos la Universidad. De hecho se ve desde este punto y decir que el primer edificio del campus lo tenemos a 300 metros quizás sea exagerar. Así que nuestro viaje llega a su fin.....pues no. Porque como lo que yo quiero hacer es ir por el carril bici, o cruzar por un paso ciclista, pues desde este punto es complicadísimo....


La maniobra señalada en amarillo en la foto es la que tenemos que hacer. Para aclarar las cosas, hay que señalar que los coches por aquí no suelen ir a los 50 km/h estipulados y nuestra atención ha de dividirse entre los coches que salen de la gasolinera, los que siguen recto por el primer carril de la izquierda y los coches que se meten en el desvío para la Universidad.

Resumiendo. Seguimos recto por el carril bici para ver si encontramos un paso ciclista. Además, como somos muy listines, sabemos que al fondo hay uno y esperamos encontrarnos carril bici hasta la Uni. Y es cierto, pero a medias. Pero antes de nada hay que pasar junto a la unidad de diálisis. Yo lo hice por la tarde y no pasa nada, pero si lo hubiese hecho por la mañana, el carril bici estaría lleno de ambulancias y, por tanto, intransitable. Esto es. Se nos obliga a ir por la carretera.

Junto al edificio de la derecha es donde aparcan las ambulancias.
Mi opinión en este punto es que la culpa no es de quien aparca. Es más. Si me pones en una balanza mi derecho como cicloturista a ir seguro por mi carril y, del otro lado, los enfermos del riñón, ganan las ambulancias y yo voy por la carretera. Pero el que puso aquí el centro de diálisis y no pensó en el parking para las ambulancias, se merece una estatua. Sí señor. Evidentemente es una ironía.

Bueno. Llegamos al paso de ciclistas, así que genial, porque ya estaremos a punto de llegar a la Uni... Pues no. Nos queda más de un kilómetro -si hacemos las cosas de manera legal-, porque desde el paso, se nos encauza por una acera hasta un tramo de carril, muy agradable, eso sí...



Continuamos por el carril y parece que nos acercamos al área de deportes del campus. Pero no podemos acceder -si somos legales, insisto- ya que no hay acceso para las bicicletas. Sólo para los peatones. Continuamos por el carril y nos encontraremos algo muy simpático. Un aparcamiento de bicicletas en medio de la nada...



El edificio del fondo es el Centro de Alto Rendimiento de Lanzamientos. Pero la parte de atrás. La puerta principal queda a unos 250 metros o más. Así que, en mi opinión, esto no pinta nada aquí. En algunos puntos de la ciudad, se reclaman por que hacen falta y aquí se pune por que sí. No creo que mucha gente haya candado aquí la bici, la verdad.

Pero seguimos con la esperanza de llegar a la Universidad porque antes la teníamos al lado, pero ahora nos hemos alejado. De repente, pasa lo inevitable. El carril bici desaparece...



No sabemos qué hacer. Estamos desesperados. Parece que nuestro viaje termina en las zarzas, tristes y olvidados. Pero como somos más listos que los ratones coloraos, vemos a unos 20 metros otro carril bici, pero tenemos que cruzar un par de pasos de peatones...

Hay que seguir la flecha que, en homenaje a los ratones, es colorada.
Creo que con un bote de pintura plástica, un operario y una mañana este punto quedaría resuelto. A veces, hacer las cosas bien no cuesta tanto.

Continuamos por un carril estupendo y volvemos a ver la Universidad al fondo. Parece que vemos luz al final del túnel...


He de decir que desde que dejamos el punto negro -el de la gasolinera- el carril, en cuanto al firme se refiere, es de 10. Fantástico. Igual que digo una cosa digo la otra.

Tras cruzar la carretera en dirección al campus, esta vez con paso ciclista y todo...


...ya nos dirigimos hacia la Universidad. Ya no hay vuelta atrás. Llegamos a la primera Facultad, confirmando nuestra llegada...



Tras dejar la Facultad a nuestra espalda, seguimos un poco más y nos topamos con una encrucijada. A la derecha iríamos por el tramo fantástico de San Mamés y si seguimos...¿qué pasará?

Todo recto, tramo fantástico de carril hasta San Mamés y el Casco antiguo.
Pues si seguimos recto, lo que pasa es que nos encontramos con el punto final del carril....

Sombra sobre dramático final de carril bici.
Sería lógico que por la arteria principal del campus de la Universidad, fluyese una carril bici como la copa de un pino. Esa es mi opinión, pero no es la realidad. En lugar de eso, nos encontramos con una calle, con mucha carga circulatoria, en la que es muy habitual ver cómo algún chaval de estos de la gorra y el coche con los "spiolers", emula a Carlos Sainz. Resumiendo. En lugar de un carril bici como la copa de un pino, tenemos carretera peligrosa, bacheada y angosta...


Pero continuamos en busca de la Catedral de nuevo, porque puede que lo que sea difícil es llegar a la Universidad, pero salir sea fácil. Me temo que es más corto pero no el carril bici no es de fácil acceso. De hecho, podemos decir que es inaccesible si somos legales, insisto una vez más. Lo llegamos a tener muy cerca...

Al fondo un afortunado...
Ya me diréis, por lo que veis en la foto, cómo podemos cruzar, porque yo, a no ser que hagas la clásica "2,3,1" ó también llamada "13,14", lo veo imposible.

Así que volvemos a bajar por la calle La Serna hasta San Pedro y, hasta que no nos volvemos a encontrar con la zona peatonal, debemos compartir la carretera con el resto de tráfico.

Por tanto, la opinión que tengo del carril bici desde la Universidad de León hasta la Catedral, no es ni buena ni mala porque, sencillamente, no hay carril bici. MAL.

Desde el campus hasta aquí -Iglesia de S. Pedro- ni rastro del carril bici.
Así que, la conclusión que extraigo del tramo de carril bici analizado hoy es que sí es cierto que hay, pero no tiene prácticamente utilidad. La solución creo que no es muy difícil. Con varios botes de pintura se arreglarían muchas cosas.


lunes, 14 de mayo de 2012

Domingo genial.

¡Hola a todo el mundo!

¡¡Hoy ha sido un día formidable!! Para resumirlo a grandes rasgos, lo que hoy ha ocurrido es que he vuelto a formar parte de un pelotón cicloturista, me he vuelto a exprimir, Elías ha vuelto a convertir unos cuantos kilómetros en un infierno y nos hemos tomado algo al final. Es decir. Un domingo de primera.

Todo comenzó en el lugar de cita del club. Yo tenía el plan de salir con los de la ruta corta que para mi, a día de hoy, 80 km es algo fantástico después de la tendinitis. Pero los amiguetes de la Grupeta Cicloturista León no lo tenían del todo claro. Tras un par de deliberaciones, optaron por ir también con la corta.

Además, para nosotros como Grupeta, era una ruta conocida en su mayor parte, porque tuvimos un incidente por aquí hace meses por el que tuvimos que pedir perdón. Así que sabíamos que sería un gran entreno. Para sumar dificultad a la ruta, los habituales de la ruta corta están como toros y pronto imprimieron un ritmillo alegre, de esos que poco a poco te empiezan a fastidiar. Primero 27....luego sin darte cuenta estás en 30...y luego ya no miras porque te da la risa.

Yo aproveché para ponerme al día de todo. Y los chicos, concretamente el Buka, me están comiendo la cabeza para ir a Lagos dado que no me han visto mal. Lo he estado pensando todo la tarde y no voy porque sé que me caliento. Así que insisto. Pasadlo bien.

Pero volviendo a la ruta, mientras íbamos por los clásicos toboganes del Ferral, ahí fue donde yo hice algo a modo de prueba. Llevábamos un rato a buen ritmo y con estos "sube-baja" que os comento. JR haciendo la goma, no porque no pudiese -más bien al contrario-, sino porque estaba ejerciendo de líder yendo a buscar a Jorge que optó por acortar la ruta para soltar. Fue en esos momentos en los que yo lancé un ataque. Sí amigos y amigas. Como lo oís. Un ataque a modo de prueba. Así que no ataqué al pelotón, sino a la rodilla. Aguantó estupendamente el envite.

Al no darle continuidad, no tuve que escuchar los clásicos "¿pero a dónde ibas?" o "Para eso mejor no hacer nada". Hoy todo el mundo me dio cuartelillo. Qué majos que son.

Después de una subidilla y el parón en la fuente de turno, retomamos la marcha en la que un clásico, como es Juan Carlos, de las carreteras leonesas -y las que no son leonesas- y un servidor, nos quedamos charlando y entre unas cosas y otras, cuando nos quisimos dar cuenta, ¡¡el grupo se piró!! Si es que ya no se respeta nada....

Y fue a partir de aquí cuando tengo que hacer un reproche. ¡¡Elías!! ¡¡Hoy me has hecho enlazar, a mil de pulsaciones, por culpa de uno de tus cambios que cortó el pelotón, que no te lo voy a perdonar!! Fueron 8 kilómetros en los que me quedé en medio de dos grupos y, al intentar enlazar, no bajé de 160 ppm ni de 32 km/h. Menudo calentón. Quiero que sepas que el día menos pensado te lo haré pagar. jajajaja (todo de broma menos lo del calentón que me ha hecho pasar el tío)

Y ya estábamos en la entrada a León cuando, después de los kilómetros y el ritmo que llevamos, la rodilla dijo que me relajase. No me dolió en ningún momento ni mucho menos, pero empecé a notar su presencia. Pero el día ha sido increíble.

Ya en la capital, JR nos invitó a una cocacolita con su tapa correspondiente. Así que el colofón perfecto a un domingo genial.

domingo, 13 de mayo de 2012

Las que han vuelto son las sensaciones.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy ha sido un día especial en el que me he reencontrado con la Grupeta Cicloturista León. O más bien debería de decir que con parte de ella porque unos cuantos se fueron a entrenar a Asturias de cara a Lagos de Covadonga que se celebrará el próximo fin de semana.

Pero sobre todo me he reencontrado con las sensaciones de ser cicloturista, ciclista o llamarlo como queráis. No ha sido un entreno como los de esta semana porque he subido La Hoja a buen ritmo -sin ir volando claro- y he hecho unos 70 Km que, a día de hoy y después de 45 días "nocaut", es una buena marca.

La verdad es que como hacía calorcito  ha sido genial, porque ha sido el primer día que he podido salir ha pecho descubierto -no de manera literal- sin manguitos ni chubasquero. El verano climatilógico creo que ha llegado. Y esto es muy importante para un adorador del calor y del sol como soy yo. Para mí, cuantos más grados, mejor. La sensación del solazo y el calor es que me pone a tope.

Así que gracias a este acicate térmico y a la buena compañía, volví a subir algo. La rodilla va bien y por ganas hubiese acompañado a los compañeros pero quiero ser prudente porque si me vuelvo a cascar me sentiría fatal.

Así que en el cruce del 18 -mítica subida leonesa- decidí bajar lo subido y encaminarme hacia La Robla por una carretera usadísima por todo cicloturista de León. La Lorenzana-La Robla. Al final, la ruta que hice fue esta y me crucé con un montón de caras conocidas. Para ser León, hoy había riadas de gente sobre ruedas.

Así que, como os digo, he vuelto a recuperar viejos hábitos. Y ya no sólo de entreno, sino también en casa limpiando, engrasando y poniendo a punto la bici. Volver a tener los dedos manchados de grasa, a pesar de ser feo, me he hecho mucha ilusión, la verdad.

Mañana os seguiré contando nuevas aventuras de mi vuelta a las carreteras. Espero que tengáis un gran domingo.

sábado, 12 de mayo de 2012

El carril bici de León (I)

¡Hola a todo el mundo!

Llevaba tiempo con ganas de hacer una entrada referente al carril bici de León. Muchas pueden ser las opiniones con respecto al mismo. Estarán desde los que opinen que es malísimo hasta los que crean que con esto es suficiente, pero yo quería hacer un tramo en bici por él y, con la cámara en mano, cosa que se ha producido hoy, pasaros un informe.

Para poner en antecedentes a los que no lo conozcan el carril y a los que nunca hayan estado en León, sólo deciros que León, con sus 130.000 habitantes (salen más si contamos los que viven en los ayuntamientos vecinos, que casi ya son León o León es ellos, según se mire) es una coqueta ciudad con un centro histórico peatonal. Éste gira en torno a la joya de la corona -nunca mejor dicha ya que León hace 1100 años fue un poderoso reino- que es la Catedral Gótica de León, pero también es muy destacable la Basílica de San Isidoro, de estilo románico, que cuenta con, la que podríamos considerar, la Capilla Sixtina del románico, en el Panteón de los Reyes.

Una vez vendida mi ciudad de origen, continuo con el tema carril bici. Os comentaba lo del casco histórico peatonal, porque se ha generado una polémica, dado que el Ayuntamiento quería multar a los ciclistas que circulasen por ahí en bici. A falta de confirmación legal por mi parte -aunque algo sé- una norma estatal, no puede ser menoscabada por una municipal gracias a lo que se conoce por jerarquía normativa. Es decir, que si el reglamento de Tráfico (estatal) dice que por una zona que es considerada peatonal pueden circular los ciclista (con prudencia por favor), no puede venir el bando municipal de turno a contradecirlo, así que me parece una polémica absurda. Yo sigo yendo en bici por esas zonas, insisto, sin hacer el cafre.

Una vez tenido en cuenta esto, el horizonte circulatorio con bicicleta se nos amplía muchísimo, dado que contamos con multitud de posibilidades en torno al centro de la ciudad, ya que desde éste salen partes del carril bici. Así que esto es algo positivo dentro del "haber" de la movilidad en bicicleta por León.

El reportaje gráfico que os voy a mostrar, con sus cosas buenas y sus cosas malas, me llevó desde la plaza de toros hasta la plaza del Espolón. En su mayor parte lo hice por carril bici, pero no fue posible hacerlo de manera continua por él.

Salí desde la plaza de toros -León Arena para los modernos- circulando por la calle Fernández Ladreda. El carril bici recorre toda esta calle atravesando intersecciones. Lo malo de esto es que cada vez que bajas al asfalto, un surco enorme, supongo que para canalizar el agua hasta las alcantarilla, hace que parezca que se te parte el alma...

  
De este tipo de pasos hay unos cuantos, por lo que yo, cuando salgo a entrenar, es decir, por esta calle voy más rápido que hoy, opto por ir por la calzada, porque por estos baches no seré yo quien meta a "la americana". Esto sería algo a mejorar, desde luego.

Un gran clásico de los carriles bici es que para mucha gente que no es ciclista, supone mucho más espacio para aparcar. Si sumamos que, tras unas polémicas reformas de esta calle, se ha tenido que variar un poco el trazado del carril, por momento parece que estás en una verdadera gyncana esquivando obstáculos...

Primero la "Chicane" y luego la terraza del bar y el coche al fondo.
Una vez superados estos contratiempos, llegamos a otro pequeño problema justo al llegar a la intersección más importante de esta calle, cuando confluye con la calle José Aguado. Hay una rotonda y si continúas por el carril bici, tras el surco de rigor, te encuentras con que el carril, sin aviso previo, desaparece. Te encuentras con un paso de cebra al poco rato, pero de paso para ciclistas ni hablamos....


Como podéis ver, misteriosamente el carril termina y empiezan las baldosas rojas. Afortunadamente, no son baldosas amarillas, por lo que no tuve que decir eso de: "Totó. Creo que esto no es Arkansas"


Al avanzar un poco más, te percatas de que las baldosas rojas te conducen hasta el paso de PEATONES. Es decir, que en teoría, tienes que bajarte de la bici para cruzar a pie este paso, porque de no hacerlo así, los coches no tienen por qué parar. Esto no lo digo yo, lo dice tráfico.

Una vez superado esto, el carril emerge de nuevo tras superar un surco más que, como veis, nos acompañan continuamente en este tramo. Seguimos unos cientos de metros más y se produce otra misteriosa desaparición de carril bici.


Lo peor de este final inesperado, es que te conduce directamente hasta unos contenedores. Parece que quien diseñó el carril quería dejar un mensaje. A partir de aquí, nuestras opciones se limitan hasta tal punto que no te queda otra que incorporarte a la circulación. Esto no sería mucho problema de no ser porque el carril termina en una rotonda en la que los coches van a mil por hora, siendo esta zona un nudo circulatorio -o verdadero tapón- que une una circunvalación y una carretera nacional. Os podéis imaginar el pollo que hay montado.

Con gracia y donaire me incorporo a la calzada, teniendo que realizar la rotonda y yendo en dirección a la zona de la plaza de Santa Ana, momento en el que tomo una salida en dirección a la calle Pendón de Baeza. Esta calle cuenta con un par de semáforos y un taller que nos brinda siempre con sus coches aparcados en doble fila y, si no te dejan pasar y te juegas la vida invadiendo parte del carril contrario, viendo cómo se aproxima de frente el autobús de la línea 3, siempre te lanzan miradas o, en el peor de los casos, algún improperio por cuestionar la legalidad del estacionamiento de esos vehículos. Me encanta esta zona.

Aún tienen que pasar unos cuantos cientos de metros para poder acceder de nuevo al carril bici. Hasta encontrarlo, hemos estado circulando unos 8 minutos por la carretera a vida o muerte...


Nos volvemos a sentir seguros en una parte del carril que creo que fue la primera en construirse. Durante años, los partidos políticos alardeaban de estos 200 metros de carril. En fin. Tras pasar por un cruce con su paso ciclista y todo...


Entramos en lo que considero lo PEOR del carril. Y espero que alguien, con capacidad suficiente para poder cambiar este tramo, lea lo que sigue a continuación.

Supongo que a parte de construir el carril bici con la idea de que fuese un sistema de movilidad para alguien que se desenvuelva bien a los mandos de una bicicleta, también se construiría pensando en esas personas que no son muy hábiles, pero que a pesar de todo, dan el paso gracias a este carril o también para esas familias que llevan a sus hijos por el carril bici con la idea de inculcarles unos valores de respeto medioambiental y movilidad sostenibles. Pues el tramo que os voy a enseñar ahora, ¿quien lo ideó? 


Con una anchura de 1 metro y a la izquierda dos carriles en el mismo sentido de circulación, esto sencillamente, es una trampa mortal. Por aquí no puede circular alguien que no lleve muchos años montando en bici. A parte de todo lo anterior, una alcantarilla como la que aparece en primer plano, durante meses se mantuvo sin la tapa, con lo que un niño puede meter un ruedín, caer a la calzada y que le pase por encima un coche de los que circulan, de forma ilegal claro, a 70 km/h por esta calle. PUNTO NEGRO.

Tras sobrevivir a esto, llegamos a la zona noble del carril bici de León. El tramo que va hasta la Universidad. Siempre hay alguien que saca rendimiento al carril, por supuesto...


...pero no siempre yendo en bici. Ahora vamos a rodar por un carril amplio. Esto se debe a que que es una zona de nueva construcción, pero el punto negro de antes también, así que algo falla. Pero continuando con la ruta, a partir de aquí, todo son facilidades...


Pero si creéis que para que un carril bici sea de primera, tiene que pasar por una zona de reciente construcción, creo que os confundís, porque a partir de este punto, el nuestro circula por una zona que se construyó hace décadas, apenas cuenta con espacio y, sin embargo, el carril es estupendo...


¿Cómo se consiguió esto? Pues muy fácil. Lo que ahora es carril, antes era zona de aparcamiento, lo que ha generado problemas en este sentido. Menos zona para aparcar genera que, en hora punta de reparto de mercancías pasen cosas...


Está mal aparcado. No cabe duda. Pero yo le entiendo. Lo que se debería de generar es alguna zona de aparcamiento para carga y descarga o cosas así, pero por la zona que transcurre en este punto el carril, es un lujo la facilidad de tránsito con la que cuenta.

Y finalmente, después de todas nuestras aventuras urbanas, llegamos a la plaza del Espolón, donde ya enlazamos con la zona peatonal...

Al fondo, el popular "Arco de la Cárcel"
La conclusión que extraigo de la zona que he recorrido en bici por el carril del mismo nombre es que está en construcción. Creo que es a lo que deben de tender las ciudades. Debemos de aparcar más los coches y reconstruir ciudades mucho más humanas, pensando menos en el coche y más en las personas e inevitablemente, se necesitan más kilómetros de carriles bici.

En León vamos por el buen camino, pero no podemos dormirnos en los laureles y debemos de mejorar los kilómetros que ya tenemos y construir más...muchos más. Lo que está claro es que con respecto a hace  10 años se ha mejorado y mucho.

viernes, 11 de mayo de 2012

Grupeta Cicloturista León: el cinga-bailes vuelve a hacer de las suyas.

¡Hola a todo el mundo!

Y hoy saludo muy especialmente a la Grupeta Cicloturista León porque con motivo de mi regreso a las carreteras, creo que ha llegado el momento de organizar una rutilla.

He pensado que, como yo no voy a acompañaros en todo el trayecto, lo mejor es que os prepare un perfil bonito, con la cifra redonda de 100km. Ni pá ti ni pá mí.

Podemos ir hasta La Robla. En este punto sería donde yo me doy la vuelta dado que no tengo el ch_ch_ para farolillos, pero así puedo volver a disfrutar de vuestra compañía, deciros una buena sarta de burradas y todo mi  repertorio habitual. Así hablamos de Los Lagos y todos los eventos futuros.

Una vez sin el lastre que supone, a día de hoy, mi presencia en el grupo -pero darme una semana y vuelvo a enfilaros- estaría bien que para foguearos en unas rampas chulas, subieseis hasta Llombera. (David. Haz el favor de subir hasta arriba y no te rajes)... Así podéis mediros en rampas del 10%. Pocas, sí, paro alguna hay.

Después del trago revitalizante en la fuente del pueblo -ten cuidado Jorge no metas la rueda en la alcantarilla- tenéis que bajar hasta la carretera del Fenar -tranquilo César que no se te estropea la bici- y llegar hasta Robles.

Como por aquí ya habréis cogido un ritmillo alegre, casi seguro favorecido por el estirón inicial del intrépido JR, continuado por esa fuerza de la naturaleza llamada César y prolongado por el ansia viva de Juanjo, deberíais dirigiros por la carretera de Matallana en dirección León para, en el desvío de Manzaneda de Torío, girar por esta poco utilizada carretera. Sí amigos. Propongo que vayáis por la "ruta de la mierda". Para los que no la conozcáis, se llama así por la cantidad de excrementos vacunos que hay en un punto en concreto de la carretera. En un día lluvioso es, digamos que poco agradable circular por aquí.

Cuando lleguéis a Villanueva del Árbol no se os ocurra ir en dirección León. Subid Castrillino para sacar la carbonilla de este lluvioso mes de abril. Si está en la Grupeta Óscar, seguro que en cuanto vea la primera rampa, mete plato grande y se escapa. Decidle de mi parte ese gran clásico mío: "Hasta luego!! Cuando llegues da recuerdos"

Me gustaría que siguieseis hasta el desvío de Villafeliz, para adentraros en la Sobarriba. Ya estoy imaginando a Fernando decir: "Si es que por aquí nunca venimos!!" También me imagino a ese GPS humano llamado Elías cabecear para enfilar al grupo por esa carretera estrecha y bacheada. Y tras conocer los entrenos de este mes, apuesto a que Buka grita algo así como: "Fallo general de sistema!!"

Para no olvidarme de nadie, lo más seguro es que después de leer esto, Rafa -el rey de Lagos- y Raul -el triatleta volador- se caguen en todo porque les toque ir a currar el sábado. No os preocupéis compañeros. Cuando ellos estén en la Sobarriba yo estaré tomando el Vermú sufriendo muchísimo.

El perfil de la ruta y todos los demás datos los podéis encontrar aquí. El lugar de cita, el de siempre y la hora, si os parece bien, a las 9:30, porque si no, llegáis tarde y presagio algún divorcio...

Ya me diréis!!!

jueves, 10 de mayo de 2012

Todo empieza a encajar. Carretera, auto-foto....

¡Hola a todo el mundo!

Como os llevo contando toda esta semana, he vuelto a los entrenos -poco a poco eso sí- después de cascarme la rodilla.

Así como el de ayer fue en lo físico pobre, dado que tuve por momentos miedo a volverme a destruir la rodilla, pero en lo psíquico muy bueno, dado que obtuve muchísimas conclusiones, el de hoy ha sido muy positivo en ambos sentidos.

Comencé la jornada seleccionando la carretera por la que rodar. Ahora, sobre todo busco que las carreteras tengan escapatoria, es decir, que llegado el momento, pueda acortar la ruta. La León-Matallana reunía esta condición. 

Una vez escogida la vía, escojo un objetivo, que es por cuál de esas escapatorias me meto para acortar. Hoy, en principio, había decidido darme la vuelta pronto. En teoría esta iba a ser la ruta. Como podéis observar, era corta y plana a más no poder, pero es que el entreno de ayer me dejó dudas y no quería mangarla.

Esta ruta, también deja claro que la lesión de rodilla me dejó KO del todo. A día de hoy, ha sido la lesión más complicada que he tenido. Supera incluso a una operación en mi pierna izquierda que me dejó chungo un mes, pero que luego recuperó estupendamente.

Según iba avanzando en la ruta, tenía una sensación muy buena. Era la sensación del alivio. ¿Por qué este alivio? Mientras le daba vueltas a esta cuestión, de repente, me di cuento. Rodaba libre de cargas. Estos días pasados, me obligué a estar a punto para la  Clásica de Los Lagos de Covadonga. Una vez que he tomado la determinación de no asistir, me siento mucho más libre. Sin presión.

Y os aseguro que esta libertad mental ha sido un chute de potencia para mi rodilla -aunque chute y bici, en la misma frase, suenen a políticamente incorrecto- que hoy se ha comportado como una campeona. Ni un solo indicio de molestia. Ni uno sólo.

Aun así, mi plan de ruta seguía siendo el mismo, ya que no quería verme atrapado por el ansia viva. Pero a medida que iban pasando los kilómetros, me sentía tan sumamente bien que decidí ir hasta el más allá. En este caso no me refiero al cielo -o el infierno- si no a Garrafe de Torío.

Así que al final, la ruta que hice fue esta, siendo lo mejor de todo la ausencia de molestias, insisto una vez más, ni una sola. Ni siquiera en alguno de los pequeños repechos por los que pasa la ruta.

Tan contento y entusiasmado estuve que pensé que hacía muchísimo tiempo que no me sacaba una auto-foto, así que eso debía de solucionarse.

Las auto-fotos han vuelto.
Así que, la conclusión del día ha sido que me encuentro cada vez mejor y que la lesión de rodilla ha sido heavy-metal para mi, pero la situación se está reconduciendo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Notificación para la Grupeta.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy a tenido lugar mi segundo día de entrenamientos post-tendinitis y ha sido muy esclarecedor y positivo ya que he recabado muchísima información útil.

Por un lado, me ha dejado claro que debo de ir poco a poco, porque sin haber llegado a tener ninguna molestia, la rodilla y yo sabíamos que si forzaba más de la cuenta me volvería a romper.

Por otro lado, me he dado cuenta que la experiencia es un grado y hace unos años, en un día de entreno como el de hoy, no hubiese dudado en forzar unos kilómetros más y, como consecuencia, me hubiese vuelto a hacer daño en la rodilla, viajando en el tiempo mes y medio hacia atrás.

La tercera conclusión que me deja el entreno de hoy es que, dado que La Clásica de Los Lagos de Covadonga es dentro de once días y yo noto que si fuerzo me voy a acabar fastidiando otra vez la rodilla, haciendo un silogismo rápido, en Los Lagos voy a forzar así que lo más probable es que me fastidie la rodilla. Conclusión. Lo más probable es que cause baja en Los Lagos en favor de estar a tope de cara al Soplao, Al desafío Valgrande-Pajares y a la Quebrantahuesos.

Por lo tanto, a falta de confirmación, me gustaría anunciar a la Grupeta Cicloturista León mi más que probable baja de cara a La Clásica de Los Lagos (a no ser que sufra un avance drástico en cuanto a prestaciones, pero no creo que esto ocurra)

Espero que la semana que viene pueda ir a alguna de las QDDA's semanales y volver a veros sobre ruedas, pero mi recuperación, si quiero hacerla bien, no pasa por tres puertos de primera especial a corto plazo.

¡¡Pero esto tiene muchas cosas positivas!! En junio voy a ser ansia viva en plenas condiciones, con la cabeza despejada y pleno de motivación (como siempre por otra parte) así que en la QH amenazo con no sólo ir a disfrutar, si no a buscar diploma de oro...he dicho.