lunes, 20 de abril de 2020

Nuevas normas del ciclismo-ficción. Parte II. (Fichajes y límite salarial)


¡Hola a todo el mundo!

En esta segunda entrega de un mundo de ciclismo-ficción con nuevas normas para encontrar un camino distinto y mejor de cara a contar con un ciclismo más atractivo de cara a todos los actores de este mundillo, voy a intentar plantear un nuevo horizonte en cuanto a dos aspectos que, en mi opinión, darían mucho aliciente e igualarían enormemente este mundo del ciclismo. La política de fichajes y la política salarial en el ciclismo.

De antemano tengo que señalar que es algo tan amplio, complejo y complicado que, insisto, esto es una ficción con seguramente enormes fallos, aspectos que se me pasarán por alto y un largo etcétera de “iés” sin punto, pero allá vamos con el grueso de mi idea de ciclismo-ficción.

Para empezar, decir que siempre he creído que si hay modelos que funcionan, ¿qué hay de malo en intentar emularlos? Esto es aplicable a cualquier aspecto de la vida y el deporte forma parte de la misma. A mí me encanta la NBA y varios deportes de las llamadas Grandes Ligas de Estados Unidos comparten normativas. No son en todas estas ligas las mismas pero sí que muchas de esas normas son similares. Creo también que uno de los pilares fundamentales de estos deporten norteamericanos es convertirlo todo en un show fácilmente vendible como “producto” que las televisiones quieran comprar y, de esta forma, tener enormes ingresos por esta vía y repartirlos entre todos los integrantes del negocio. Esto que os presento es un resumen muy burdo pero viene siendo la base de todo el circo que tienen allí montados los USA.

Teniendo en cuenta esto, ahora voy a poner otra premisa en todo mi argumentario antes de desarrollar los asuntos a tratar. Nuestro amado deporte, el ciclismo, es sensiblemente diferente a otros muchos, incluso europeos. Se fundamenta en algo que no tiene tantísima relevancia como en otros deportes. La tradición. Las Clásicas, el Mundial, el Tour, el Giro y, en menor medida, La Vuelta, viven gracias a la mística de su pasado y al desarrollo de un relato para dejar un bonito legado por parte de las actuales figuras.

Otra peculiaridad que diferencia mucho al ciclismo del resto de deportes y, aquí ya empiezo a desarrollar un poco los asuntos, es que económicamente vive de la exposición a la que se vea sometida la marca patrocinadora de los equipos. A cuantas más y mejores carreras pueda acudir un equipo patrocinado por una marca concreta, más exposición y, por tanto, más interesada estará la marca en aportar más dinero. Digo esto para hacer una separación de la idea que tengo del modelo que a mí me gustaría instaurar en el ciclismo. El modelo NBA. Separar el ciclismo del paradigma que me interesaría imponer en él parece contraproducente pero creo que entender que no son mundos iguales ni parecidos es básico. La NBA ha creado una marca en sí misma y lo que vende no es a los Bulls o a los Lakers o a cualquier otra franquicia. Lo que pretende vender es la marca NBA.

Está claro que no puede hacerse esto en el mundo del ciclismo, pero sí que podemos empezar a crear un relato y algo muy atractivo de vender más allá de los apasionados del ciclismo. Se podría crear una historia dentro del propio deporte además de la que ya tiene de por sí, como comentaba antes, gracias a la tradición con la que cuenta. Recordad que las primeras carreras datan del S. XIX y muchas de ellas siguen disputándose.

Un aspecto de los deportes que siempre crea muchísimo interés es el tema de los fichajes. En el ciclismo, no es que pasen desapercibidos ni mucho menos pero es algo que se da en temporada invernal, a pesar de que las negociaciones se den a lo largo de todo el año, pero este ámbito del deporte pasa bastante de puntillas por todo el escenario. Bajo mi punto de vista y dentro de mi idea de ciclismo-ficción, a todo eso habría que darle más bombo y crear un relato muy atractivo de vender.

Dos serían los periodos de fichajes. Uno entre el final del Giro y el inicio del Tour (en base al calendario que lleva aplicándose los últimos años) y otro al final de temporada. De esta forma, podríamos ver a Landa empezando a correr la temporada con Movistar y, después del Giro, fichando por Bahrein-McLaren, por ejemplo. Qué duda cabe que sería muy entretenido ver cosas así, ¿no creéis?

Pero más entretenido sería si los fichajes no fuesen a golpe de talonario. Habría que intercambiar corredores. Por ejemplo, si el Movistar entiende que debería de reforzar su plantilla porque tiene poca clase media, quizás le interese vender a Soler a cambio de dos o tres buenos corredores.


Y aquí es donde empezaré a desarrollar el asunto más rimbombante de mi ciclismo-ficción y donde más aspectos copio del mundo NBA. El límite salarial.

El límite salarial en la NBA se fija a través de un tanto por ciento de los ingresos televisivos que son absolutamente bestiales. Esto es lo que no se puede copiar de la NBA porque los ingresos que tiene el ciclismo por este lado es de risa. En mi ciclismo-ficción este límite deberían de fijarlo mediante negociación la UCI, la Asociación de Equipos Profesionales y la Asociación de Ciclistas Profesionales. Aquí no sé si debería de entrar en dicha negociación los organizadores de carreras, la verdad, tengo dudas, pero como digo, en este mundo de ciclismo-ficción hay cabida para muchísimos ajustes.

Una vez fijado el límite salarial, en teoría deberían de igualarse las fuerzas de los equipos en cuanto que sería más complicado que un equipo tipo Ineos pudiera existir, siempre refiriéndonos a la plantilla que tienen. Cosa diferente es el presupuesto que cada equipo logre conseguir en base a lo que obtenga de patrocinadores, ojo. Si Movistar decide aportar al equipo de ciclismo 20 millones de euros, allá ellos, pero si el límite de esos 20 millones para salarios es de, por ejemplo, 8 millones, de ahí no podría pasar salvo algunas excepciones que luego veremos. El resto del presupuesto, esos otros 12 millones, pueden emplearlos para desde material, pasando por viajes, tecnología, etc. Eso sería otra cosa.

¿Cómo funcionaría el tema de los salarios? Habría diferentes escalas salariales con un límite salarial que no podría sobrepasarse. Estas escalas se fijarían en base a los años de profesionalismo de cada corredor. Por ejemplo:

  • 1ª Escala. Neoprofesionales y segundo año. Aquí el tope salarial sería de un 20% con respecto al límite salarial fijado por UCI, equipos y corredores.
  • 2ª Escala. Tres años siguientes al fin de la primera. Tope salarial, 25%. Esta segunda escala no sería aplicable a corredores que terminaran la primera escala salarial con más de 23 años, pasando directamente a la 3ª escala salarial.
  • 3ª Escala. Tres años siguientes al fin de la segunda o del fin de la primera pero con más de 23 años. Tope salarial, 30%.
  • 4ª Escala. Siguientes años tres finalizar la tercera escala. Tope salarial, 35%.

Una vez fijados estos límites vamos a hablar de lo que sucedería en situaciones de este ciclismo-ficción. Hay que tener en cuenta que lo que se fijan son los salarios límites por arriba. Es decir que esos topes salariales sólo los cobrarían las figuras o corredores absolutamente esenciales en los equipos y que tuviesen una gran capacidad de negociación.

Así por ejemplo, si tienes a Evenepoel, claro está que cobraría el tope salarial de la 1ª escala. El 20% con respecto al límite salarial. Dicho esto, ya no se nos podría ir la mano a la hora de otorgar topes salariales a discreción ya que de hacerlo, el resto de corredores serían de los que menos cobrasen o serían muy jóvenes, con lo que nuestro equipo dejaría de ser competitivo, o sólo podríamos optar a que esa figura brillase por encima del resto, mermando la fuerza del equipo en su conjunto.

Todo esto haría que las principales figuras del pelotón se tuviesen que repartir por todos los equipos si es que quieren llegar a un tope salarial. Eso o rebajarse el sueldo y cosas así. Habría que hacer una ingeniería salarial muy buena para tener un equipo competitivo. No valdría con ser el Ineos y ver que Carapaz es un enorme corredor y sacar la cartera y ficharlo. No.

En el caso de Carapaz lo que se tendría que haber hecho con las normas que yo establezco aquí es que, debido a que lo que se intercambian son corredores, Carapaz tendría que ser cambiado o por un corredor top del Ineos, tipo Thomas o algo así, o por más corredores con menos salario que un top, pero con mucha calidad, por ejemplo Sosa más Poels o algo así.

Como veis, se abre todo un universo de situaciones tanto deportivas como contractuales muy pero que muy entretenidas y que requerirían de pensar mucho las cosas.

Más situaciones contractuales que se darían serían debido a la duración de los contratos, porque los contratos, en esta idea mía, durarían lo que estipulan las escalas anteriormente citadas. Sólo la primera duraría 2 años. El resto de contratos se realizarían de tres en tres. Con esto hacemos que si yo ficho en mi equipo a un corredor que viene del Cofidis, por ejemplo, y está en su segundo año de la tercera escala, en esta escala en mi equipo sólo permanecería el siguiente año (completaría su estancia en dicha escala), porque la siguiente renovación sería por otros tres años y en la última escala.

¿Haría esto de los corredores una pandilla de mercenarios que al llegar al tercer año cambiarían siempre de equipo en busca de mejor contrato? No creo que esto sea muy diferente a día de hoy, pero tranquilos porque he pensado en ello también, porque aquí empiezan las excepciones al límite salarial.

En este mundo de ciclismo-ficción establezco una excepción al límite salarial para los corredores que opten por renovar su contrato con el equipo en el que están contratados. Al cambiar de escala hemos visto que el incremento del tope salarial al pasar de una a otra es del 5% pero para estos casos de renovación de contrato en el mismo equipo, ese incremento sería del 8%. Ejemplo práctico. Evenepoel está en su equipo cobrando el tope de la primera escala. Su equipo está claro que ha hecho un esfuerzo en temas de formación y de más, así que esta excepción también protege este asunto ya que si Evenepoel no renueva por su equipo y ficha por el UAE, por ejemplo, cobraría el tope de la segunda escala (un 25% del tope salarial) pero si renueva por su actual equipo pasaría a cobrar el tope de la segunda, sí, pero con la excepción por renovación, esto es, el 28%, que en términos monetarios puede que le supongan unas decenas de miles de euros. Seguramente le interese renovar.

¿Qué hay de los corredores que no renuevan por sus equipos? Se convierten en Agente Libres con capacidad para negociar con cualquier equipo y a su vez, cualquier equipo podría ficharles sin tener que “vender” a otro conjunto algunos de sus corredores. Ejemplo. Si yo quiero fichar a Carapaz mientras él tiene contrato y soy el responsable de fichajes del Ineos, mi moneda de cambio son los corredores de mi plantilla y he de negociar a ver qué le parece buen trato a Movistar. Pero si Carapaz termina contrato y no quiere renovar por Movistar por lo que sea, yo ya puedría ficharle sin ceder parte de mis corredores, aunque sí que me cargaría con otro sueldo, limitando de esta forma mi espacio salarial.

Como veis, en este universo de salarios, topes salariales, fichajes y demás pueden darse un montón de situaciones que generarían muchísimas historias que contar. Todo un mundo de relatos la mar de interesantes harían que la prensa especializada vendiera más ejemplares, algo más de espectáculo habría, algo más de morbo y, estoy seguro de ello, más igualdad, con lo que las carreras ganarían es interés. Puede que el desarrollo de todo esto nunca lo vean mis ojos, pero también pensé que nunca se daría tal circunstancia en la NBA y esto es el día a día en esa liga de baloncesto y en casi todo el deporte profesional de los USA y os aseguro que es muy entretenido.

Espero que os haya gustado esta nueva entrega de mi ciclismo-ficción y os animo a que participéis dejando comentarios que enriquezcan todo esto porque seguro que se me ha ido la mano o puede que penséis en algo interesante. Os leo.

1 comentario:

  1. Buenos días, Daniel:

    Hay un aspecto que me chirría en todo este entramado. En tu primera entrada proponías ascensos y descensos, mientras que aquí propones un modelo, si no puramente estadounidense, sí muy próximo.

    Uno de los pilares en los que se asienta el modelo de grandes ligas es, precisamente, que no hay ascensos y descensos. Si alguien invierte en la compra de una franquicia sabe que tiene asegurado competir en ese nivel suceda lo que suceda. Por ejemplo, los Warriors han formado la dinastía de la década y, por avatares del destino, este año han pasado de competir en la final a ser, literalmente, el pero equipo de la liga. A ellos les "da igual", porque saben que es un problema coyuntural de lesiones y el año que viene con Curry y Thompson recuperados volverán a pelear en playoff pero, en el modelo que planteas tú, los Warriors estarían descendidos.

    Entonces, ¿qué pasaría con la estructura del club, que ha invertido tanto para ver cómo se pierde todo por un año de mala suerte? ¿Le decimos que siga inviertiendo para volver el año que viene al World Tour? ¿Qué sucede con los deportistas? Les hemos firmado un contrato multianual garantizado pero, de pronto, hemos descendido. ¿Qué garantías tienen de cobrar su salario? ¿Pasan a ser agentes libres? ¿Descienden con el equipo pero renegociando sus condiciones?

    En mi opinión, el modelo estadounidense, para ser viable, debe llevarse adelante con todas las consecuencias, es decir, una competición cerrada donde tanto equipos como deportistas tengan garantías de continuidad en la competición. Si no es así, todo se tambalea mucho. Como he comentado en una entrada anterior, esto choca mucho con nuestra cultura deportiva de ascensos y descensos pero, tal como yo lo veo, es un todo o nada.

    Por otro lado, soy un gran fan del modelo de traspasos y siempre estoy jugueteando con las calculadoras estás que tiene la ESPN o páginas similares. Sin embargo, este modelo, como bien sabes, también tiene la problemática de que el deportista es una mera mercancía donde, salvo excepciones contadísimas, no tiene ni voz ni voto en el traspaso. De pronto recibe una llamada que le dice que tiene que irse a la ciudad X y nada, a hacer la maleta.

    Esto, ¿cómo cuadra dentro de este modelo? Es decir, ¿qué pasa si he firmado por un equipo puntero y, de pronto, me veo traspasado a un equipo que va a descender? Volvemos al punto anterior, ¿quién garantiza las condiciones de mi contrato?

    Un saludo, y ¡gracias por la reflexión!

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