¡Hola a todo el mundo!
Qué país tan particular Bélgica, ¿verdad? Son el centro de la Unión Europea pero están un año sin elegir Presidente de su Gobierno, una parte de sus ciudadanos son Flamencos y no tienen ni idea de quién era Camarón y hacen una votación anual sobre quien es el mejor deportista de su país y entre los tres primeros hay dos ciclistas.
Este año, el agraciado fue Tom Boonen que, gracias a su espectacular primavera en la que ganó un puñado de clásicas, obtuvo 658 puntos en la votación. El segundo clasificado ha sido un decatleta, Hans van Alphen con 423 puntos y el tercero en discordia, otro ciclista al que no le valió ser campeón mundial, Philippe Gillbert, que ha obtenido 403 puntos de esa votación.
No en vano, el mejor ciclista de la historia hasta que se demuestre lo contrario es belga, Eddy Merckx. Esto ya te da a entender que allí el ciclismo se vive de otra manera. No hay más que ver una clásica de primavera y ver las cunetas de esas carreteras para observar la pasión con la que se vive este deporte. Un ejemplo para todos los países y no sólo me estoy refiriendo a España.
Pero bueno, para gustos están los colores. Si aquí gusta más el fútbol, pues no pasa nada. A mí también me gusta. No soy uno de esos integristas ciclistas que quieren que el fútbol desaparezca de nuestras vidas y menos ahora que mi Atlético de Madrid la está petando.
Pero si nos ponemos a analizar la diferente visión que sobre la bicicleta se tiene en Bélgica o en el norte de Europa en general, en lo que más habría que poner el foco de atención es en el respeto hacia este mundo y la cantidad de proyectos en pro de su uso.
Sin ir más lejos, la Asociación Europea de Vías Verdes, es una institución creada en 1998, sí, en Bélgica para el fomento del transporte no motorizado, entre lo que se incluye evidentemente, la bicicleta. Además, varios son los proyectos para el fomento del uso de medios de transporte alternativos que, siempre desde el marco de la Unión Europea, surgen.
Algunos ejemplos de esto último son programas que, en base a los fondos FEDER, han creado vías verdes que intercomunican varios países. Estos programas son REVER AMNO (Irlanda, Reino Unido, Benelux, Francia y Alemania) y REVER MED (zona mediterranea, Portugal, España, Francia e Italia) entre otros.
Pero todo este tipo de políticas, llamémoslas verdes, siempre vienen desde Europa. No recuerdo algún gran proyecto eminentemente nacional en esta dirección. Creo que es un grave error. En mi opinión, el fomento del uso tanto de la bicicleta como de otros medios de transporte alternativos, es una inversión de futuro.
Como ahora todo hay que acompañarlo de un razonamiento económico, el que yo puedo aportar es que utilizando más la bicicleta, se ahorra gasolina y, dado que ganas en salud, se ahorraría también en gasto sanitario, que por otro lado espero que siga siendo público para siempre. No hablo de los beneficios medioambientales porque me parecen demasiado obvios, pero también supondrían un ahorro en el gasto sanitario antes mencionado (enfermedades pulmonares, por ejemplo)
En estos tiempos en los que se podría pensar que no es momento para construir vías verdes para que la gente utilice la bicicleta u otros medios no motorizados, por aquello de la crisis y el no derrochar, creo que ahora es la ocasión perfecta. Lo digo porque , como en su momento sí que se derrochó, existen, y os vais a quedar helados con el dato, 7600 km de vías férreas en desuso o que nunca se llegaron a utilizar, a lo largo y ancho de España. Así que las vías verdes ya están hechas en realidad. Sólo hay que repensar su uso.
Pero para poder tener esta visión, hay que mirar a largo plazo, pero me temo que el cortoplacismo militante de los políticos de este nuestro país, es un serio impedimento para tal fin. Ojalá la dinámica cambie y podamos mirar al futuro con más ilusión y con ganas de trabajar en proyectos ilusionantes y que redunden en pro de la ciudadanía.
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