lunes, 29 de abril de 2013

Voy a aguantar el vértigo un poquito amiga.

¡Hola a todo el mundo!

Uno de los momentos más curiosos que puede vivir un cicloturista, es ese en el que te debates entre salir o no salir.

Por un lado, tienes claro que debes salir a rodar. Eso está claro. Es bueno para ti, te apasiona y todo lo evidente. Pero por otro lado está el "no salir a entrenar". Y este lado de la balanza es muy puñetero. Se inventa todo tipo de excusas para decantarla hacia su lado.

"Pues hace tiempo que no paso el polvo" o "la cosa es que tengo que hacer un montón de recados hoy" o "voy a hacer una entrada del blog", son sólo algunos ejemplos, pero existen infinidad de ellos.

Si consigues vencer todo este tipo de contratiempos y, finalmente, sales a entrenar, la satisfacción es infinita. Es mucho mayor que cuando tienes ganas de entrenar y, efectivamente, lo haces. Mi amiga Montse tiene mucho que decir acerca de esto, en un prodigioso post que me ha encantado.

Y es que muchas veces hay que obligarse, hay que, como dice Montse, aguantar la incomodidad un momento. Si lo conseguimos, seremos un poco más fuertes, tanto física como mentalmente.

Así que, sin más dilación, me voy a entrenar, porque no me apetece nada de nada, para qué engañaros...

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