martes, 29 de mayo de 2012

Primer contacto ciclo-social en Corella.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer os dije que tenía un objetivo. La subida que sale de un pueblo llamado Igea. Pinta muy bien esta subida, pero hoy no acometí la misma porque ya ha ocurrido amigos. He rodado en compañía.

Según salía del pueblo en dirección a Igea, mientras estaba calentando, noté una presencia tras de mi. Efectivamente se trataba de un compañero cicloturista. Hicimos las presentaciones, y como yo llevaba puesta la equipación del C.C. León, le llamó la atención, claro. Él llevaba los colores de un club que hay por aquí, el C.C. Corellano.

Lo más curioso es que uno de los miembros de mi amada Grupeta Cicloturista León es llamado Bukanero -reciba un saludo desde aquí- y el compañero con el que rodé hoy es conocido como Pirata, así que la cosa va de grandes corsarios.

El Pirata tenía intención de probar sus nuevos desarrollos en la subida más explosiva de la zona, así que fenómeno, porque así me la enseñaría. Según avanzábamos en la ruta, me iba explicando los usos y costumbres  de los cicloturistas autóctonos. Al parecer, todo el mundo se basa en la BTT -pisapraos para mí- porque me ha explicado que esta zona es un verdadero paraíso para los amigos del monte.

Por las zonas que me ha llevado hoy mi nuevo compañero, he visto unos desfiladeros espectaculares camino de un pueblo llamado Aguilar del río Alhama. Una zona muy verde, cosa que es de agradecer, os lo aseguro, porque estando en primavera, esto está ya árido árido. En agosto esto puede ser de risa.

Nuestro destino sería un pueblo llamado San Felices, provincia de Soria, que es precedido por la subida explosiva de la que os hablo y de una especie de meseta rodeada de prados verdes y lomas.

La subida del día era un regalito que me tenía preparado el Pirata. Yo le pregunté que cuándo empezaba, para estar preparado. El sonrió, diciéndome que me daría cuenta. Efectivamente, cuando comienza lo notas. Te recibe con una rampa dura de más allá del 7% de desnivel, pero la subida te respeta al principio, porque inmediatamente hay un descansillo, tras el que comienza la subida de manera continuada. Tras salvar dos espectaculares curvas de herradura nos enfrentamos a una dura rampa de más de 500 metros al 6 ó 7 %. Al final de esta rampa, se puede ver una curva a la izquierda donde parece que termina la subida...

Pero es aquí donde la ascensión te da una sorpresa, porque tras pasar la curva nos enfrentamos a una durísima rampa de unos 200 metros al 10% siendo optimistas. Se hace dura, pero después de esto, todo es más llevadero.

Llegamos a San Felices donde reponemos fuerzas con un trago de agua fresca de la fuente del pueblo, en el que mantenemos una conversación con una señora. Muy maja y soriana.

Volvimos por el mismo sitio y a unos 30 km para llegar a casa, vemos al fondo un grupo de ciclistas. Unos 10 miembros tenía esa grupeta, así que me pongo a tirar del Pirata -él lo entiende a la primera- y le llevo a mil hasta conectar con el grupo. Esto hace que cuando llegamos al grupo, como Pirata les conoce, les comenta que soy nuevo, de León en concreto, aunque más bien parezco ¡¡¡Jalabert!!! ¡¡¡Menudo piropo!!! Porque era uno de mis favoritos de la niñez.

Rodando dentro del pelotón, estuve hablando con unos cuantos miembros. Muy majos y acogedores ya que lo primero que me dijeron era que gente para salir por ahí no me iba a faltar. ¡Gracias amigos! 

Así que, como veis, mis ciclo-aventuras van viento en popa. Un saludo a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario