Hoy he salido a entrenar, como
casi siempre que puedo….Como casi siempre….Casi siempre. Sí. Nuestra afición,
además de enganchar un montón, requiere de mucho tiempo. Una ruta de 50Km, es
decir, tirando a corta, ya requiere entre vestirse, salir a rodar, ducharse y
otras tantas cosas de, al menos, dos horas y media tirando a tres.
Si sumamos todos los días que
salimos al año y multiplicamos por, más o menos, dos horas y media, es
alucinante la cantidad de tiempo que le dedicamos a la bicicleta. A nosotros
nos parece lo mejor, pero como seres sociales que somos (o metasocial como me llama “the Brown eyes girl”) convivimos con gente. El tiempo dedicado a la
bici se lo restamos en gran medida a l@s colegas, l@s parejas, la familia.
Así que esta entrada se la dedico
a toda esta gente fantástica que, a pesar de que muchas veces les pegamos un
telefonazo y les decimos que no llegamos a tiempo a tomar unas cañas y que
mejor quedamos otro día, siguen queriendo quedar y lo entienden. A toda esa
gente con la que habíamos hecho un plan y lo queremos anular para salir con la
grupeta y que aun así nos quieren.
Muchas veces pensamos que no nos
entienden. Pero voy a romper una lanza en favor de nuestro entorno porque,
sinceramente, creo que sí que nos entienden porque siguen a nuestro lado.
Se aproxima el oscuro noviembre y
es un mes en el que yo, aunque sigo saliendo un poco, ni mucho menos al ritmo
del resto del año. Creo que al igual que yo, muchos más compañeros hacéis lo mismo,
así que creo que deberíamos de dedicar mucho tiempo a nuestra gente.
¡Un abrazo a todos y todas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario