¡Hola a todo el mundo!
Estos días estoy pensando mucho acerca de cómo enfocar el invierno en cuanto a la bici se refiere. O precisando algo más, cómo enfocar los meses de noviembre y diciembre.
Echando la vista atrás, recuerdo cómo lo hice el año pasado y he de confesaros que no lo hice nada bien. Podemos decir que solapé una temporada con otra. Apenas bajé el ritmo de los entrenos. Sí es cierto que no hacía tantos kilómetros, pero por impedimento solar porque si no, estoy seguro que se me hubiese ido de las manos.
De hecho, hay un par de meses en los que en teoría debería de haber estado, no flojo, pero no a tope como lo estuve. Enero y febrero. Fueron dos meses en los que estaba muy en forma y no sé si es del todo bueno. Luego llegó marzo y me lesioné, así que abril me lo tomé de parón, eso sí, forzado.
Así que aquí estoy intentando discurrir de qué manera no fuerzo la máquina antes de lo debido. Estoy pensando que en noviembre intentaré hacer rutas, pero en este caso a pie por el monte o algo así. En diciembre pretendo ir al gimnasio para ganar masa muscular (más aún). Estos meses, como podéis entender, no es que no vaya a tocar la bici, pero saldré más que nada para ver a los colegas. La cicloadicción es lo que tiene.
También se me está pasando por la cabeza cometer alguna locura, pero para eso necesito mucha preparación y, lo que es aún más importante, tiempo para, precisamente, prepararme. La locura es poder hacer una Brevet, esto es,, una prueba de ultrafondo tipo la 315 de Los 10.000 del Soplao. Esa es mi idea, pero depende de tantas variantes que intentar encajarlas ahora me parece una osadía.
Así que, mientras estoy pensando en en dentro de medio año, lo mejor que puedo hacer es saber si puedo salir a rodar mañana.
¡Un saludo a tod@s!
No hay comentarios:
Publicar un comentario