viernes, 21 de septiembre de 2012

Víctor Cabedo.

¡Hola a todo el mundo!

Víctor Cabedo, de 23 años de edad, el pasado día 19 de septiembre de este año 2012, se enfundó su equipación de Euskaltel Euskadi y salió a rodar con su bicicleta.

Tras los primeros kilómetros de calentamiento, empezó a rodar más fuerte. Se lo tomó de entrenamiento, pero en realidad él disfrutaba horrores de lo que hacía, que era andar en bici. Por regla general quedaba con gente, pero ese día salió sólo.

Mientras iba concentrado en lo que estaba haciendo, algún vehículo que otro le pasaba más cerca de la cuenta, lo que suponía unos momentos de desconcentración, pero bueno, “lo de todos los días” pensó.

Tenía su mente puesta en una subida. “Empezaré en plato, para luego cambiar y subir a 170 pulsaciones” o algo así pensaría el bueno de Víctor.

Como no todo en la vida es darle al pedal, seguro que ya andaba pensando en noviembre e irse a tomar unas cervezas con sus colegas, ya que ese mes suele ser en el que descansan los profesionales. Algún viaje y desconectar también puede que fuese alguno de sus pensamientos.

Pero vino la rampa en la que todos los días tiene que ponerse en bielas y sufrir un poco, así que volvió a centrar toda su atención a lo que estaba haciendo. “Vamos Víctor que sólo te quedan unos metros y luego toca la bajada”

Y de esta manera coronó el puerto con la sensación del trabajo bien hecho. Sólo tenía que bajar y día hecho. Luego descansar, comer….lo de todos los días. Un día más…

Un día más hasta que un coche se cruzó en su vida. Un coche con el que impactó y provocó que cayese por un barranco, poniendo fin a tantos planes, a tantas ilusiones y a tantas ganas de vivir como cualquiera de nosotros.

Ahora cambia un poco la historia y al principio ponle el nombre de tu hermana, de tu padre, de tu marido, de tu amiga, de tu novio….el tuyo…

Todos los que solemos andar en bici sabemos lo peligroso que es, pero no por el hecho de que lo sea, si no por el hecho de que compartimos espacio con coches, camiones y más fauna rodada. Todos los días varios de estos integrantes del tráfico rodado nos pasan muy cerca. Todos los días, que se dice pronto. Incluso tenemos alguna historia rocambolesca que contar (conozco a un compañero que le intentó tirar una furgoneta adrede)  

Por eso me sigue sorprendiendo mucho el tipo de gente (que parece claro que no monta en bici) que pone escusas del tipo “es que vais muchas veces de dos en dos” o “en carreteras estrechas debéis de tener más cuidado porque es un peligro” o “el otro día vi a un ciclista hacer el cafre con la bici” y muchas más historias.

Pues desde aquí os digo:
QUIENES TENÉIS QUE FRENAR EN TODO CASO Y PASE LO QUE PASE SOIS VOSOTROS LOS CONDUCTORES POR UNA SENCILLA RAZÓN. PORQUE SI NOS DAIS UN GOLPE NOS MATAIS.

Me da lo mismo que el ciclista sea un cafre. ¿O a caso queréis impartir vuestra propia ley? “Como este va como un tarado pues le atropello y que le den” ¿Esa es la razón? Vergüenza os tenía que dar.

Por otro lado, el ciclista tarado es un tanto por ciento muy pero que muy pequeño. Yo conozco a muchos ciclistas y no conozco a nadie así. Lo que sí veo todos los días es gente al volante que va a más de 50Km/h por encima de lo permitido, gente pasando de las líneas continuas, etc. Eso sí que lo veo todos los días.

¿Que la carretera es muy estrecha? Pues modera tu velocidad precisamente porque puede haber ciclista o gente dando un paseo, o una vaca o lo que sea. ¿La carretera crees que es tuya? Es de todos. Ciclistas, viandantes e incluso animales, que por eso hemos destrozado su medio para poner una carretera.

¿Que por qué vamos de dos en dos? Pues porque así nos lo permite ese reglamento de tráfico que parece claro que tú no te has leído. En carreteras demasiado estrechas no debemos ir de esta forma pero ¿sabes por qué vamos así? Para hacer bulto y nos tengas que adelantar dado que si no nos pasas muy cerca ya que eres un irresponsable.

¿Qué hay arcén y no voy por él? Ya. Ya lo sé. ¿Sabes por qué no voy por ahí? Porque si lo hago tu vas a ir pegado a la línea y no me dejas ni un solo metro de distancia. Por eso.

Pase lo que pase, me da lo mismo el resto de cosas, te repito, amigo conductor, FRENAS TÚ. SI A MÍ ME DAS UN GOLPE ME MATAS. EL RESTO SON EXCUSAS. FRENAS TÚ.

Un abrazo para la familia de Víctor Cabedo. Descanse en paz.

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