jueves, 12 de septiembre de 2013

LA MARMOTTE (por Jorge Prada)

¡Hola a todo el mundo!

Menos mal que tengo amigos que este año han rodado todo lo que yo no y algo más y tengo la suerte de que quieren contar sus experiencias. 

Sí amigos. Otra colaboración de Jorge. Desde aquí, le doy las gracias y le pido perdón. Gracias por hacer el esfuerzo de ponerse delante del PC a escribir las aventurillas y perdón por no publicarlo antes. Tenía esto en mi poder desde hace más de un mes, pero ya sabéis, problemillas técnicos.

El caso es que ya está aquí la pedazo de experiencia que vivieron Jorge, el intrépido JR y el gran David. Toma la palabra Jorge....yo me piro...


LA MARMOTTE.

Participar en una prueba de gran fondo como en la temida Marmotte supone tres principios básicos:

1.-Estar delante del ordenador el 1 de diciembre a las 0:00 con el dedo en el ratón para inscribirte y tener mucha, mucha paciencia.
2.-Estar dispuesto a entrenar mucho aunque llueva, haga frío y arriesgándote a tener el bonobici (dícese de las horas que puedes salir en bici sin que te echen de casa) a cero al llegar el mes de marzo.
3.-Estar como una cabra o como diría mi abuelo, “como las maracas de Machín”.

Éstas han sido las condiciones que se han dado para que David, JR y yo nos encontráramos un 3 de julio de 2013, en una Renault kangoo alquilada, rumbo a Bourg d’Oisans ( a 1350 kms de casa) para afrontar una marcha de 174 kms y 5000 metros de desnivel.

Al pasar a Francia, un gendarme, que no era el gendarme de Saint Tropez precisamente, nos paró. JR le dijo que nos íbamos a la marmotte. El gendarme en cuestión, nos miró con cara de póker pero el caso es que las palabras del “Robot de los Alpes” parecieron convincentes. Sí, así es como he bautizado a JR porque en las marchas de gran fondo mientras yo bebo 4 litros de agua el bebe… por ser generosos…uno.

Nuestro hotel, estaba situado en Les deux alpes, pueblo famoso por sus magníficas pistas de esquí y por ser el paraíso de aquellos a los que les gusta descender con la mtb. Allí estuvimos muy relajados, aclimatándonos a 1700 mts de altitud. Buenos restaurantes y pubs con variadas cervezas.

Y llegó el día 6.

Después de sufrir mucho con la climatología durante el invierno y la primavera, después de mucho entrenamiento…. Llegaba nuestro gran reto, nuestra “champions league” como así la bautizó David. “Los 10000 del soplao es la copa, la Quebrantahuesos la liga y la marmotte la champions”.

A las 4:15 de la madrugada arriba y desayuno en el hotel a las 5:00, donde pudimos ver que no éramos los únicos que estábamos de psiquiátrico. Furgoneta y a Bourg D´Oisans.

Se sale por tandas a partir de las 7:00 y a nosotros nos tocaba  las 7:50. EN MARCHA. 7 pobres kms de calentamiento y a subir el Glandom. En seguida nos dimos cuenta de que la gente regulaba mucho, pues es un puerto que te puede dejar KO ya que en las primeras rampas tiene constantes cambios de ritmo. Allí se quedó David que prefería ir a su ritmo, ya que ésta es una marcha no apta para rodadores como él. El llano aquí desaparece.

JR y yo vimos un avituallamiento y paramos pero nos dimos cuenta de que era privado, de un hotel o empresa que organiza rutas ciclistas. Y sí….la marmotte es un desastre en cuanto a avituallamientos. Para una marcha tan complicada no hay casi bebidas isotónicas, para coger agua hay grandes colas y con unas mangueras sacan el agua directamente de los neveros. Alucinante. Por ejemplo, al llegar al Col du galibier había minibocatas de mortadela, algún plátano y ¡¡¡¡¡GOMINOLAS¡¡¡¡¡¡¡. Menos mal que veníamos avisados por nuestro amigo Juan Pablo e íbamos cargados hasta los topes de comida.

El descenso del Glandom es muy peligroso. Tanto es así que la organización lo neutraliza para que la gente lo baje con calma, pues aún así hay “zumbados” que se les va la olla y ves mil pinchazos y lo que es peor, caídas que te ponen los pelos de punta.

Llaneamos un rato, aunque siempre picando hacia arriba, y comenzamos la subida al Col du Telegraphe a unos 600 mts de altitud. JR iba sobrado mientras yo no encontraba ritmo. 10 kms más arriba estábamos a 1570 mts. Pequeño descenso de 5 kms y yo sin agua. Una señora nos la proporcionó, y le dije “Señora, me ha dado la vida” a lo que ella me respondió muy filosóficamente “el agua es el origen de la vida”. A partir de ahí los caminos de JR y el mío se separaron por razones obvias: Él iba a por el oro y yo a intentar llegar a la meta.

El Galibier sube hasta los 2645 mts y es sencillamente espectacular. Las montañas aún conservaban mucha nieve y hacían que la subida tuviera una belleza excepcional, para mi sólo comparable al Passo delo Stelvio. Mientras David afrontaba las primeras rampas, un militar francés se puso a correr a su lado y le lanzó el siguiente mensaje en perfecto español: “ El cansancio y el sufrimiento sólo están en tu cabeza”… buena motivación??????

El descenso se hace por el Lautaret, muy bonito y poco técnico pero donde hay que mover las piernas todo lo que puedas para que no duelan demasiado al llegar al Alpe D`Huez, pero….. hay un pantano en el medio y como bien dice nuestra querida compañera Patri “Los pantanos siempre tienen trampa” y éste no iba a ser menos pues tiene algún repecho que… jooooeeer, además de túneles un poco peligrosos.

Y llegó el Alpe D`huez con sus 21 curvas, cada una con el nombre del o de los ciclistas que han ido ganando allí pero que cuando llevas 4000 mts de desnivel sobre las piernas y has subido lo que has subido, ni te fijas. Es un trabajo psicológico tremendo contigo mismo pues el entorno no ayuda. Vimos unas pájaras de libro, gente andando, vomitando y tienes que decirte a ti mismo ellos no pero tú si…. Buff me duelen las piernas sólo de recordarlo.

JR tuvo que visitar al señor Roca en La Garde. El bar estaba justo en el lugar adecuado para evacuar, proseguir la marcha y llegar a la meta y conseguir la medalla de oro. Mientras, más atrás yo no podía más. No necesitaba visitar a Roca sino meter la cabeza en una cascada que bajaba de la montaña, quitarme todo el calor y pegar un buen trago de agua. Esto me dio la vida y me acorde de la frase de la señora “El agua es el origen de la vida” ¡Qué razón tenía la señora! Estaba muerto y resucité.

Cuando me quedaba poco para coronar me sonó el teléfono y pensé: “seguro que es JR que me llama porque se aburre allí arriba” y no. Era David que su rodilla le había dejado tirado en la curva 21. ¡Qué rabia¡ David se nos quedó en la final de la champions league en un terreno poco apropiado para un rodador como él: Por algo le apodamos Van der Deivid.

Al llegar a meta, por supuesto que te emocionas y mucho. Este es la GRAN MUESCA. Es una sensación que hay que vivir por lo menos una vez.

Y JR???? Pues allí estaba durmiendo en el asfalto mientras me esperaba. Eso sí, tuvo la delicadeza de ponerse el teléfono entre las manos para oírlo. ¡¡¡¡¡¡Qué siesta se echó!!!!!!

Después de recuperar un poco de vida, fuimos a por el diploma. JR, el robot de Correcillas oro y el que suscribe plata. El tremendo esfuerzo había merecido la pena.

El día siguiente tocaba recoger y con mucha pena nos fuimos de nuestro hotel, pero la pena era relativa pues íbamos camino de la Provenza a subir el Mt Ventoux, pero eso lo contaré en otra ocasión.


Tengo que agradecer a David y JR, su compañía, las risas…. Pero especialmente, el ser grandes compañeros de viaje, calificando la convivencia de sobresaliente. 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS

¡Hola a todo el mundo!

Lo primero de todo, quiero daros las gracias. Pero las gracias no os imagináis de qué manera. Me parece flipante el hecho de que, ante mi falta de entradas, hayáis preguntado tanto por si me había pasado algo o me hayáis mandado mensajes diciéndome que me leíais y, de esta forma, recordabais momentos, lugares y sensaciones. Sólo puedo daros las gracias...bueno...también os tengo que pedir perdón.

Como ya sabe más de uno, mi problema ha sido bastante importante para un blogger. No tenía internet en casa y, donde tengo internet, no podía llevarme el ordenador, así que ha sido un poco frustrante, pero como todo acaba pasando, ya estoy otra vez aquí.

Desde la última vez me han pasado tantas cosas que no sé ni por dónde empezar. Para comenzar, os diré que tengo a "La Americana" un poco abandonada. Hace que no ruedo con ella como dos meses. ¡Qué vergüenza! Sin embargo, todos los días ando en bici. Con la de ciudad, efectivamente, pero ando. Ahora soy un ciclista urbano más, pero el único que circula por la ciudad con una bici que ha subido hasta el Tourmalet.

Mi vieja BH, con la que tantos kilómetros de calidad he tenido, tiene una segunda juventud y desde hace un año y medio me lleva y me trae a todos lados. Es genial sentir el feeling especial que tengo con esta bicicleta. Al subir la cuestecita que hay en La Calle Ancha hasta la Catedral, todos los días recuerdo la subida a Valdorria o cualquier otra subida de aquellas que hice por mis añorados Pirineos. Qué recuerdos.

Como todos sabéis, mi relación con la bicicleta y con el ciclismo en general, es algo particular. Si no me apetece andar en bici pues no lo hago porque me parecería que estoy traicionando al espíritu de lo que todo esto es para mí. También os digo que me está empezando a apetecer, así que uno de estos días quedaré con toda la Grupeta para que me saquen los ojos. 

No les echo mucho de menos...pero no penséis que me he vuelto una persona despiadada y fría como el hielo. Simplemente, he montado un negocio y me van a ver cada poco. Son lo más. Incluso Jorge y Félix son vecinos, así que cada poco les veo vestidos de romanos marchar hasta SanyRés, el punto de quedada habitual. 

Así que ya que sabéis de nuevo de mí, sin más dilación, me pongo a trabajar en la próxima entrada que correrá a cargo de Jorge como colaborador que es.

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!