miércoles, 30 de enero de 2013

Deporte, auto-fotos y paseo turístico.

¡Hola a todo el mundo!

A nada que echéis una ojeada en las entradas pasadas del blog, comprobaréis que miedo miedo, lo que se dice miedo del gordo a reírme de mí mismo no es que tenga demasiado. Es más. Podría decir que es un aliciente.

Y en el entreno de hoy no sería una excepción. Hoy volvió a tocar correr, lo que hace imposible que mañana lo repita (en principio) por seguridad tobillíl. Seguro que si repito mañana lo pagaría, por lo que...bye bye running hasta el viernes o así.

En bicicleta suelo compartir kilómetros con los amigos de la Grupeta Cicloturista León como bien sabéis, pero cuando salgo a correr lo hago solo, pero es genial cuando te encuentras con compañeros que saben trotar y de lo lindo. Os los presento...

Pepi, Lucy & Bom...
La secuencia completa de todo esto fue que después de recibir algunas caricias y algo de hierba fresca, se encariñaron conmigo. Al proseguir mi camino, mis nuevos amigos comenzaron a trotar junto a mí, sólo separados por una pequeña barra de madera. ¡Qué majos que eran!

Una vez hechas las despedidas hasta la próxima (que es la más segura), continué corriendo atravesando el campus de la Universidad de León. Hoy decidí ir por la ciudad haciendo un tour turístico, con la idea de sacar alguna fotilla y enseñárosla. Siguiente parada. Casco Antiguo.

Tres eran mis objetivos principales. Uno, la Catedral o Pulchra Leonina. Nuestra verdadera joya de la corona. Aunque no le va a la zaga el segundo de mis objetivos. La Basílica de San Isidoro, cuyo Panteón de los Reyes es considerado como la Capilla Sixtina del arte Románico. Ahí es nada. Aquí los tenéis (perdón por la calidad, de las fotos, claro está)

Objetivo 1
Objetivo 2
El tercero de mis objetivos era volver a casa, así que para ello iría a la tienda de mi familia, Pazos Herrero Plata y Gemas (toma promo), con el sano objetivo de que me acercasen en coche. Al fin y al cabo, a lo bobo ya llevaba 40 minutos corriendo, así que estaba más que de sobra.

Conclusión. Deporte, auto-fotos, paseo turístico...¿qué más se puede pedir? ¿Os ha gustado el tour por León?

¡Qué falta de consideración!

¡Hola a todo el mundo!

Como bien os comenté ayer mismo, el entreno que me marqué fue genial. De esos que te hacen sentir bien a la hora de comer, sin remordimientos a la hora de tomarte un segundo yogurt, malditasea. Hay otros días, como ha sido el de hoy, cuanto menos curiosos.

La mañana nos recibió a todos los leoneses encapotada y amenazando lluvia. Aunque yo creía que no haría acto de presencia, me decanté por salir a correr un poquito en lugar de coger la bici. Y me arriesgué a pesar del debido cuidado que he de tener a la hora de hacer running porque tengo medido que, salir a trotar dos días seguidos, hace que los tobillos se me resientan, así que me queda uno más. Forzar, lo justo.

Sin embargo, mientras corría me animé y mantuve una marcheta alegre, pero sin ser el hijo del viento, entendedme. La cosa es que llegué a casa con la sensación de haberlo hecho bien pero sin más. Estiré bien, comí y toda la parafernalia.

Os cuento todo esto porque llevo toda la tarde acordándome de mi sesión de trote debido a que tengo las piernas machacadas de verdad. La sensación es la misma que cuando quedamos todos los de la Grupeta Cicloturista León y tenemos ganas de candela. Que si ataca uno, que si ataca otro, que si sube Aralla.

No sé qué hacer, qué desazón, qué falta de consideración por parte de mis piernas al tenerme así toda la tarde. Pero no me quejaré demasiado de éstas ya que son las que me permiten disfrutar de la bicicleta, de correr y de hacer el gamba como queda patente en la siguiente foto....¿o pensabais que no me iba a hacer auto-foto hoy?


Espero que tengáis un gran día y recordad. Hay días que las piernas juegan malas pasadas. No las infravaloréis. Tened cuidado.

martes, 29 de enero de 2013

Un día cualquiera en el cicloturismo.

¡Hola a todo el mundo!

Pocas veces dedico una entrada al puro entrenamiento, pero es que hoy, a pesar de hacer uno corto, 45Km, me sentí tan bien y seguí tan al pie de la letra el plan inicial que creo que es digno de mención.

Como os comento, fue corto debido a la falta de tiempo del día a día, así que mi plan era que fuese intenso, con cadencia, con el corazón más o menos en 135 pulsaciones de media, ya sabéis, ir alegre.

No quería subir nada reseñable para no pasarme de vueltas cosa que ya hice más que de sobra el sábado pasado con la Grupeta Cicloturista León, así que eso suponía, casi de manera inexorable, rodar en dirección sur.

También me vendría fenomenal tirar para allá porque el día había amanecido intensamente frío. Y es curioso, porque este frío estaba agarrado al casco urbano. En cuanto salí un poco de la ciudad, la temperatura era mucho mejor, siempre teniendo en cuenta que los dedos de las manos me quedaron para el arrastre, ojo.

Desde el primer momento en el que comencé la ruta propiamente dicha, fuera ya de León, empecé a alcanzar un buen ritmo, con gran cadencia y pulsaciones entre 135 y 140. Todo lo planeado iba cumpliéndose.

Siempre es, cuanto menos interesante venir por esta zona en invierno. Parece que hubiese caído una bomba o que la lluvia ácida haya arrasado todo. Pocos indicios de algo verde hay. Yendo en esta dirección acabas llegando a alguna ruta chula como es la de Casasola, subiendo al Monasterio de San Miguel de Escalada, cuyo nombre es toda una declaración de intenciones. Buenas rutas esas, pero la que me había fijado yo no era tan ambiciosa.

Al llegar más o menos a la mitad del entrenamiento, decidí engranar el plato grande y así hasta León. Miedo me daba tirar demasiado de desarrollo, pero no lo hice. Sorprendentemente mantuve la cadencia. Esto me entusiasmó tanto que tuve que sacar una foto...


Una vez terminado el momento "puente sobre aguas peligrosas" proseguí la marcha. Fue entonces cuando miré el reloj y me di cuenta de que se estaba haciendo tarde. Había que apretar un poco para llegar a casa a una hora aceptable antes de los demás compromisos del día. Me agarré a la parte baja del manillar, bajé un piñón y apreté algo más los dientes.

En menos de lo que canta un gallo llegué a León, comprobando como dije antes, que el frío se había agarrado a la ciudad. Lo mejor de la mañana fue consultar los totales del cuentakilómetros y del pulsómetro. Podía estar satisfecho porque hacía mucho tiempo que no aprovechaba tanto 45Km.

En fin. Un día cualquiera en el cicloturismo.

sábado, 26 de enero de 2013

Grupeta Cicloturista León: "Si sigues así, te vas a comprar los culotes en Prenatal"

¡Hola a todo el mundo!

Hoy era sábado. Sí amigos y amigas. Día oficial de Grupeta Cicloturista León. El lugar, el de siempre y la hora, la habitual de invierno. Dadas las desfavorables predicciones para el domingo, hoy había bastante gente. Pasábamos de los 10 compañeros, incluyendo algún no habitual, tan bienvenidos en nuestro grupo.

Sorprendentemente, el día amaneció, ya no sólo despejado, si no que no había ni caído una buena helada, así que la mañana era propicia para pasarlo estupendamente aunque, qué demonios, ¡si hasta el fatídico día de Aralla del año pasado lo pasamos bien!

Comenzó el debate de la ruta a realizar, actividad siempre apasionante ésta, donde se demuestra el estado de forma de cada uno. JR proponía algo potente. Tipo Correcillas, aunque no le hice mucho caso porque yo no estoy para alardes. Mi intención era hacer algo bonito y de 70Km que, a ser posible, no fuese el Fenar. Me pondría del lado de quien me ofreciese algo así.

La ruta que finalmente triunfó fue León/Cillerón/La Magdalena/Embalse de Selgas/Ferral/León. No pude convencer a nadie para el tema de 70Km porque salieron 85, pero es muy bonita, así que "ni pá ti ni pá mí".

Empezamos a rodar y algo me decía que habría complicaciones. Era un presentimiento. En el grupo había demasiado galgo. JR. Elías2, Buka, Manu, Jorge, Jose, el veterano Félix, Sergio y más gente que no conocía mucho pero que se les veía con ganas. El día era espléndido, así que eso suele animar al ciclista medio y más después de unos cuántos nublado, con nieve y cosas así.

Tampoco ayudaba el hecho de subir la Hoja al poco de empezar. Alguna otra vez os he descrito esta subida. La mejor manera de hacerlo es con una palabra. Asco. Eso es lo que siento ante ella. Son como 7Km, casi por completo rectos, sin nada que ver hasta llegar al desvío del 18, con mucho coche y algún camión, por lo general con viento. Asco, asco.

Pero si nada más salir de Lorenzana ves cómo toman las riendas gente como JR, Manu y les sigue Buka, pues ya sabes que La Hoja va a ser un calvario, como así fue. Toda la Grupeta se fraccionó. Parecía el tren de la bruja con caras que eran un verdadero poema. Por mi parte, estaba el último del grupo que intentaba seguir a los galgos o, como les empecé a llamar a mitad de subida, esos cabrones. Subir durante 15 ó 20 minutos a 180 pulsaciones no es mi idea de disfrute. Qué mal lo pasé.

Pero conseguimos salvar la situación, aunque hubo bajas. Fernando, que reaparecía tras varios catarros, no podía con la risa y optó por una ruta alternativa. Los ¿compañeros? que habían abierto las hostilidades, bajaron a ver qué tal iban las cosas por detrás. El clásico de comprobar el daño que nos habían hecho. Vieron que mucho.

Jorge, Jose y yo creamos un terceto para ir reagrupando. Comprobé en sus caras y expresiones que la Hoja había pasado factura y no sólo a mí. Y lo mejor de todo es que estamos hablando del kilómetros 20 de ruta. Nos quedaba aún mucha tela por cortar. Esto podía ser un drama.

Reagrupamos y pensamos: "bueno, ahora iremos un poco más tranquis". Pues no. Y un no rotundo, porque se puso a tirar Sergio como si no hubiese mañana. No habría descanso para los malditos un día más. Hasta bajar el Cillerón, hay un par de repechos que hicieron daño. Yo estaba al final del grupo (sí, otra vez) haciendo lo que podía. De repente, escuché a Jorge: "¿y si nos sacamos una foto ahí arriba?" Yo es que ni lo dudé. Foto y un poco de descanso. Esto pintaba bien. Además, Buka también paró pensando que habíamos pinchado, pero sólo estábamos haciendo un poco el gañán, como queda patente en esta sesión fotográfica...


Los sucesores de Frank Kappa al ataque...






Ahora tocaba bajar, como decía, el Cillerón. La posibilidad de hielo nos hizo ser prudentes, aunque por lo que pareció, a Jorge no. Además de salir antes de tiempo y dejarnos tirados a Buka y a mí, yo creo que apretó el ritmo. Porque es buen rapaz, que si no....

El resto del grupo, que no se había enterado de que habíamos parado, seguramente ya estaba en la Magdalena. Posteriormente nos comentaron que varios miembros habían tomado una ruta alternativa.

Cuando ya encaramos la carretera del embalse de Selgas quedábamos unas 10 unidades a cada cual más peligrosa. Se nos veía con muchas ganas. Esta zona, salvo el par de repechos buenos que hay al inicio, sobre todo es llana y tras las obras de los últimos años, ha quedado una carretera fantástica.

Os preguntaréis el por qué del título de la entrada de hoy. El tema surgió porque JR no está en forma, está lo siguiente y no está fino, está famélico. El resultado es que le sobra el culote. Difícil en una prenda de lycra, sí, pero posible en el caso de JR. Llevábamos toda la mañana con la gracia de que él estaba flaco, yo gordo, etc. Ya sabéis, un clásico. Como yo estaba, una vez más sí, qué pasa, en la parte trasera del grupo, me estaba dedicando a decir chorradas y una de ellas, que triunfó un montón, fue que JR va a tener que empezar a comprar los culotes en Prenatal. Podríamos decir que es una prolongación de la broma que ya hace meses, Elías1, ácido como siempre, hizo también a JR. En aquel caso dijo que la ropa se la iba a comprar en Mayoral o algo así. En fin, que lo pasamos bien como podéis ver.

Pasados estos momentos de jiji, jaja, el ritmo estaba siendo duro. Una marcha constante de 35km/h estaba haciendo las delicias de todos los llaneadores que había hoy en la Grupeta, entre los que me incluyo. Aquí ya empecé a dejarme ver en la cabeza del grupo, para variar un poco la tónica de la mañana. La Hoja había sido muy dura. Yo me empezaba a sentir mejor después de aquel calentón y vi una recta larga con un poco de repecho al final. Una idea surgió en mí cabeza. Me parecía una locura porque, a día de hoy, no tengo mucho fondo y no iba a poder aguantar mucho rato, pero seguro que calentaría a los compañeros. Afectivamente. Un ataque. El primero de la temporada.

En cuanto llegamos a ese pequeño repecho, me abrí un poco, casi de manera imperceptible, bajé dos piñones engranando el 14, me puse en bielas y hasta donde aguantase la maquinaria. No sé si aguanté la risa un kilómetro, pero me prestó un montón. Ahora bien, en cuanto me alcanzó el grupo, no es que me viniese abajo Es que me quedé muerto. Me descolgué sin posibilidad de redención. Menos mal que me esperaron porque si no, aún estaría en el Ferral. JR no se resistió y me espetó: "Luego dices en el blog que JR es muy malo y ahora tú atacas". ¡J! Si tú eres el intrépido eres el intrépido, chico. ¡Yo soy el bloggero!

En cuanto me readmitieron en la Grupeta, en contraprestación, acerqué al grupo hasta la carretera que ya nos llevaría a León. Nos quedaba nada y menos, pero la carretera del Ferral es una sucesión de toboganes que se pueden hacer pelota. Y más si al mando de las operaciones se ponen Manu y Sergio. Yo, que había dado lo poco que me quedaba hacercándonos hasta aquí, no es que me quisiese morir, es que me quería quedar por ahí a pasar la noche. Qué dolor de patas. Y la sorpresa final nos la dio Jose, que parecía haberse estado reservando para machacarnos a todos al final.

El resumen de todo es que nos lo pasamos como siempre, es decir, genial, y ahora nos duelen las piernas un montón, pero ya sabéis. Sarna con gusto, aguas mil.

viernes, 25 de enero de 2013

La cabeza despejada.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer volvió a llegar a mis oídos el rumor de que la D.G.T. quiere instaurar la obligatoriedad del casco en ciudad para los usuarios de la bicicleta.

Yo soy un fuerte defensor del casco a la hora de salir a entrenar. No soy sospechoso de ello. Es más. En alguna incursión en Francia, donde no es obligatorio, yo sigo usándolo. No puedo interpretar salir a rodar sin casco.

Cosa distinta es a la hora de utilizar la bicicleta por ciudad. En alguna entrada anterior, me he lamentado por la manía que tenemos en España de regularlo todo por ley y decreto para luego no cumplirlo. Supongo que la intención de la D.G.T. sea proteger la seguridad de los ciclistas urbanos. Habrán visto que hay muchos accidentes y habrán pensado: "Maldita sea! Casco al canto y que no les falte de nada!".

Pero voy a intentar ir un poco más allá y analizar la situación en profundidad porque si seguimos por ahí, me veo yo saliendo a entrenar con cota de malla o algo así. Imaginaros la situación. "¡Ey chicos! ¿Qué tal? Me he pillao una cota de malla de carbono buenísima". 

La pregunta que lanzo al aire, para ver si alguien la contesta es: ¿y no sería mejor cumplir o hacer cumplir lo que hay regulado hasta ahora en lugar de introducir más material a nuestra legislación? O incluso puedo lanzar otra pregunta: ¿no sería mejor inculcar desde la más tierna infancia el respeto hacia los demás?

Me da la sensación de que multar a gente que anda en bici por la ciudad con la sana intención de ahorrar gasolina y no contaminar y todo eso, es más fácil que parar a coches y multar a éstos por pasar "a rass" a un ciclista al cual puede hacer mucho daño por mucha cota de malla que lleve encima.

Muy bonito es ser político y decir en campaña cosas como que hay que instaurar un plan de movilidad en la ciudad X con carril bici a go-go y que así nuestros hijos van a respirar aire puro como de las montañas del Valle de Valdeón, pero, utilizando una frase muy clásica, del dicho al hecho y bla bla bla.

Obligando a usar casco en ciudad se consigue reducir los accidentes, pero no porque el casco sirva de algo en ciudad, sino porque el uso de este medio de transporte se reduciría significativamente. Y voy a poner varios ejemplos prácticos.

CASO 1. JOVENCITO MOLÓN/MODERNO. Todos hemos visto a alguno de estos mozalbetes. Ya sabéis. De esos para los que la gomina es su día a día. ¿Pensáis que se va a poner casco? Pues cogerá el coche sin dudarlo. Si en algún momento se planteó usar una bicicleta, el casco resta todo su interés. A este grupo, con el casco lo perdemos.

CASO 2. CHICA CON PELAZO. Poco más hay que añadir a esto. Una chica que tarda una hora de reloj en arreglarse el pelo (sí chicas...tardáis eso y más) no creo que vaya a jugársela poniéndose casco. Van en coche y listo. Otro grupo al que perdemos.

CASO 3. GENTE EN GENERAL CON POCO ESPACIO. Me refiero a todos aquellos que no sepan dónde diantres meter el casco una vez candada la bici en el punto de destino. ¡Ah sí! Candamos el casco a la bici y en paz. ¡Claro que sí hombre! Y dentro del casco metemos la cartera y las llaves de casa, total...Este grupo creo que lo perdemos también.

Y podría seguir poniendo ejemplos hasta completar el 50% de usuarios que dicen abandonar la bici urbana en caso de la implantación del casco, según estadísticas.

¡Señoras y señores! Educación, concienciación y cumplimiento de lo ya existente. No hace falta más. Un poco de cabeza (en ciudad sin casco)

miércoles, 23 de enero de 2013

¿Me estaré haciendo mayor?

¡Hola a todo el mundo!

Hay veces que nos bloqueamos. El tipo de bloqueo al que me refiero es de esos que te impiden avanzar, tanto en la vida, como en el deporte, como a la hora de realizar cualquier otro tipo de actividad por simple que ésta sea. ¿Piensas que no tienes ninguno? Pues todos tenemos y la señal de que estás inmerso en uno de ellos es que, para evitar hacer algo, no paras de buscarte pequeñas escusas. Os pongo un ejemplo.

Ahora mismo yo vivo varios bloqueos y uno de ellos es terminar esta entrada. Llevo con ella cosa de hora y media (al terminar dos horas largas). Normalmente, suelo tener abierto el Facebook, el Twitter, el correo y alguna página más que coincida y haya llamado mi atención. Pues sé que estoy bloqueado porque no hago más que mirar todo menos el editor de entradas de Blogger. 

Llevado a otros terrenos, mucha gente el día 1 de enero seguro que dijo: "este año salgo a correr dos o tres días por semana" o "inflo las ruedas de la bici y vuelvo a salir a dar una vuelta". Mucha de esta gente estoy seguro que se ha buscado mil escusas para no cumplir estos sanos propósitos.

Y volviendo a mi caso particular, hoy mismo he vivido otro bloqueo. Tenía intención de salir a correr por la tarde y me encontré haciendo 50 cosas distintas, con tal de no salir. Al final, superé ese bloqueo y conseguí trotar 45 minutos, lo cual está muy bien. Pero más contento estoy por haber superado la mayor de las trabas. Yo mismo.

Y es que el mayor de los enemigos somos nosotros mismos y sí. Me voy a poner filosófico. Fue sobre lo que  pensé todo el rato mientras estuve corriendo.

En alguna otra ocasión he comentado que hacer deporte tiene un componente mental muy importante. Según se va haciendo uno mayor, más importancia va ganando este aspecto del deporte.

Mientras estaba pensando todo esto, un chaval me pasó corriendo como una exhalación. Hace años, éste jovencito hubiese pagado muy caro tal ofensa. No lo hubiese tolerado y el pique, sin más, surgiría. Pero hoy no. Ya no. Le dejé pasar y le observé mientras se alejaba muy rápido (menudo ritmo llevaba el condenado).

¿Será esta la señal definitiva de que me estaré haciendo mayor? Esa es la pregunta del título y a la que, estoy seguro y sé, mucha gente trata todos los días de encontrar respuesta. Os tengo que decir que yo ya la tengo.

No esperéis encontrar tal respuesta en un simple "haciendo deporte se está muy bien y es super sano" o algo así. Como os dije, me iba a poner filosófico. La edad es una actitud ante la vida. ¿Quien no conoce y personas que parecen tener unos 60 años y te sorprenden con 75 ó más? Yo conozco varios ejemplos y much@s de ell@s no hacen deporte ni nada parecido.

Creo que esa actitud se fragua enfrentándose una y otra vez al mayor de tus enemigos que es, repito, uno mismo. Buscando ese superarse día tras día es como se consigue beber de la fuente de la eterna juventud. Centrándose en ver que ya no podemos hacer una u otra cosa, lo que estamos haciendo es rendirnos a nosotros mismos y estamos firmando el "recibí" de la vejez mental. 

Vale, vale. Ya sé que no voy a poder ganar un Tour de Francia, es evidente. Pero si centrase mi vida en que no lo voy a ganar, dejaría escapar un montón de cosas que están pasando a mi alrededor. ¿Sabéis que son esas cosas? La vida. Eso es lo que dejamos pasar. La vida. Por tanto, envejecemos.

Así que, ¿sabéis qué os digo? Que mi respuesta a la pregunta del título es que NO. Y si me preguntáis dentro de 60 años os responderé lo mismo. Que NO.

Bufff...Qué a gusto me he quedado...

martes, 22 de enero de 2013

Apostemos por lo imposible.

¡Hola a todo el mundo!

La verdad es que hoy he tenido una sensación fantástica. Y eso que no he salido a entrenar con la bicicleta, pero lo que sí he hecho es salir a trotar un poquito dado que León amaneció nevado y eso aniquiló toda intención de sacar la bici.

La mañana no la tenía yo marcada como para entrenar. Entre hacer la compra, visitar a la familia y cuatro cosas más, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Por lo tanto, decidí dedicar la primera parte del día al puro disfrute y descanso y la tarde al entrenamiento.

Por mucho que saliese el sol, me di cuenta de que la carretera no iba a estar en el estado oportuno como para rodar, así que hoy tocaba machacar el tobillo un poco. Pero bueno, ya sabéis. Como para correr no hace falta tanta parafernalia, lo vas demorando y lo vas demorando hasta que miras el reloj y piensas..."¡Ostras! ¡¿Qué horas son éstas?!

Toda la sobremesa la viví con solecito bañando las calles, aunque yo estaba en modo sofá. En el momento exacto en el que decidí salir a correr ocurrió lo peor. Comenzó a nevar otra vez. Y los copos eran como sábanas. Todo había cambiado en cuestión de minutos.

En ese momento algo sucedió. Fue como si una fuerza descomunal manase de mi interior. Los copos de nieve multiplicaron por 1000 mis ganas de enfrentarme al invierno.

Salir a correr sin la nevada, ya de por sí iba a ser duro porque el termómetro marcaba unos inquietantes -2ºC. Pero con nieve, la cosa se estaba poniendo aún más complicada. A pesar de lo cual, tenía el ardor guerrero subido y necesitaba vencer a los elementos.

Salí a la calle y lo primero que hice fue saltar sobre un charco cercano como para demostrar a la nevada que no tenía nada que hacer contra mí. "No me importa mojarme con este agua fría. No me impresionas", le dije a la ventisca de manera amenazante. Bueno, lo pensé porque sino los vecinos pensarían que están acogiendo en su barrio a un desequilibrado.

Comencé a correr. Pasos firmes y seguros para entrar en calor. Nada podía salir mal. Mi convicción era absoluta. Esta nevada no sabía con quien se la estaba jugando. Hoy me sentía especialmente fuerte. Los copos golpeaban mi cara de manera muy persistente pero con un giro de cabeza y apretando un poco más el ritmo resolví ese problema inicial. Realmente, hoy quien tenía un problema era el invierno. No me iba a parar.

Pasados diez minutos, igual que vino, la nevada se fue. Seguramente un cambio en la dirección del viento o una diferencia de presión fue el motivo por el cual todo se detuvo pero me resisto a creerlo. Me parece mejor pensar que el general invierno decidió retirarse antes de ser derrotado. Hoy no tenía nada que hacer. Nada me iba a parar.

Y todo esto puede que penséis que son una sarta de majaderías mías, pero sinceramente creo que si creyésemos más en lo imposible y tuviésemos más confianza en nosotros mismos, podríamos dominar, ya no sólo los elementos, sino que podríamos cambiar toda nuestra realidad.

Apostemos por lo imposible porque, ¿sabéis? Hay veces que las nubes se disipan. Los nubarrones llega un momento que dejan paso al Sol.

lunes, 21 de enero de 2013

Grupeta Cicloturista León: "El Bukanero me ha dejado el culo nuevo".

¡Hola a todo el mundo!

Corrían las 11:30 de la mañana y pude ver cómo el amigo Bukanero daba señales de vida en las redes sociales. Yo tenía la muy sana intención de salir a rodar pero no había decidido la hora a la cual hacerlo. 

"Qué pasa Buka?"
"Danielo!!! Qué haces?"
"Voy a salir a dar una vuelta con la bici. Te apuntas?"

El resto ya sobra. Por supuesto, él dijo que sí. Yo me encargaría de sumar para la causa a alguien más, así que en otro foro común de la Grupeta Cicloturista León indiqué con precisión el lugar y la hora de quedada. Sólo pudieron sumarse dos amigos más, pero era más que suficiente para liarla parda. Seríamos Jose "El Santo", Juanjo "Volador", Bukanero y un servidor.

La tarde pintaba bien y ya no sólo por la compañía sino porque hacía sol. Si a esto le sumamos que estos días había nevado, y mucho, la posibilidad de pisar nieve sin prisas porque nos atrapase una ventisca parecía cierta. Esto significaba que deberíamos de tomar un camino pocas veces andado...León/La Robla/Fenar/León. Y no miento, porque andando pocas veces o ninguna lo habrá hecho ningún compañero de grupeta, pero en bicicleta pues bueno. Alguna vez lo hemos hecho.

Empezamos con lo típico. Risa por aquí, risa por allá. Y comprobamos que la tarde se estaba convirtiendo en 100% leonesa. Mucho sol, sí, pero muchísimo frío. Pero como somos tipos duros y, además, yo llevo bigote, pues no nos importó demasiado, aunque al final se nos hizo pelota. Pero esto más adelante.

Juanjo, desde un primer momento tenía ganas de cambiar el agua al canario, pero por miedo a que le atacásemos mientras lo hacía, se resistía a parar. Esto se lo debe al intrépido JR que se ha visto envuelto en todos los ataques a la desesperada de este tipo. Ya le pillaremos a él, ya.

En menos de lo que tardo en saludar a la gente con un "aupa", llegamos a La Robla. No había nieve salvo en las montañas, pero en el momento en el que enfocamos la carretera del Fenar, la cosa cambió. Por esta zona sí que había caído de lo gordo. Fue aquí y sólo aquí cuando Juanjo no aguantó más y tuvo que fiarse de un..."mea tranquilo que nadie te va a atacar".

Mientras Juanjo estaba con algo entre manos y Jose supongo que estuviese pidiendo a Dios por nuestras almas, Buka sacó una llave Allen. Tenía que hacer un ajuste y yo no iba a ser menos porque con tanto limpia que te limpia la bici estos últimos días, había desajustado el sillín. No estaba rodando del todo agusto, así que solucioné el problema. Esto lo cuento para dar una explicación al llamativo título de la entrada de hoy. Pero será un poco más adelante.

Tras estos parones, continuamos con la subida al Coll du Fenar. El panorama era espléndido. Nieve por todos los lados. La carretera sin nada, ni siquiera hielo, pero las eras de los pueblos, los bosques y las montañas a rebosar. Justo al final de la subidita, no pudimos dejar pasar la oportunidad de echar pie a tierra y disfrutar un poco del paisaje.

Y no sólo disfrutamos del paisaje si no que interactuamos con él en forma de fotos. Para lo cual, tuvimos que utilizar todo nuestro ingenio...

Primero estuvimos jugando al Tetris con las bicicletas...


Tras esta agotadora tarea, nos pareció que la habíamos "petao", con lo que comenzamos a admirar nuestra obra...


Una vez comprobado que nada nos puede parar, empezamos a organizar la foto buena. Por mi parte, empecé a estudiar la posibilidad de apoyar el móvil en un pequeño nevero para así, poner el temporizador y salir los cuatro artistas. Pero entre que no se sostenía y que el Buka me dijo que el móvil no era "guater resistan", empecé a sacar fotos de strangis, aunque en una me ligaron Jose y Bukanero...


La que podemos considerar más oficial de todas es la siguiente...

Juanjo, Buka siendo agredido y el único sensato de nosotros, Jose.
Terminado el momento "retoce en la nieve", proseguimos por la carretera del Fenar. Había mucha nieve acumulada a medida que más y más bajábamos. Curioso que fuese así cuando normalmente es al revés, pero rápidamente entendimos por qué.

Al llegar al final de la bajada y una vez dentro de la carretera que nos conduciría a León, la carretera de Matallana, las temperaturas se desplomaron. 2ºC hasta casa. Nada más. Yo ya tenía los dedos de la mano izquierda que no entendían nada. Es más. Ahora mismo, mientras aporreo las teclas del ordenados, los dedos se resienten, así que frío hizo y del bueno.

Llegamos a Pardavé, que pasa por ser uno de mis puntos favoritos de esta ruta por su fuente y porque el pueblo es muy chulo. Fue en este momento donde yo lancé la frase lapidaria del día...

¿ Recordáis los ajustes que había hecho unos cuantos kilómetros atrás? Pues me habían venido como anillo al dedo. Me sentía perfectamente y el rodar era mucho más cómodo. Así que tuve que exponer al grupo esta nueva situación con un toque de humor para recordarlo...

"Buff chicos...el Bukanero me ha dejado el culo nuevo". Claro. Las risas no tardaron en brotar, pero no estaba mintiendo. Gracias a la herramienta de Buka, ahora tenía el culo mucho mejor...bueno, creo que no lo estoy arreglando, da igual...

Como decía, nos quedaban los últimos 20Km. En ese momento no lo sabíamos, éramos muy inocentes, pero se nos iban a hacer largos. Tomamos un atajo que nos llevaría por una carretera algo más secundaria, pero algo más bañada por el Sol. El frío estaba haciendo mucha mella en todos nosotros. Cuando salimos de esta carretera, a pesar de estar a tan solo 10Km de casa, decidimos ir por un carril bici que discurre por la ribera del río Torío...

¡Qué frío! Esto era por lo que se nos iban a hacer duros los últimos kilómetros. Frío húmedo que se te mete en los huesos. Las manos no las teníamos para tocar castañuelas, pero llegó un momento en el que no las teníamos ni para escribir en lápiz "avemaría".

Se hizo duro, pero como las penas, en compañía, son menos, conseguimos completar este extraordinario inicio de semana. Para que luego digan que los lunes no son geniales.

domingo, 20 de enero de 2013

Gran mañana de frío.

¡Hola a todo el mundo!

La mañana amaneció dando un respiro climatológico. Parecía que la ciclogénesis explosiva, o como antes se llamaba a este fenómeno, invierno, estaba dándonos una tregua, así que la posibilidad de salir a dar unos pedales era, hoy sí, muy real.

Varios compañeros de la Grupeta Cicloturista León saldrían con el club, pero a mí, entre que no me apetecía ir en ese plan y el sofá me había atrapado, decidí salir por mí cuenta y riesgo algo más tarde.

Cuando me quise dar cuenta, un manto de nubes volvía a cubrir el cielo y, lo que era peor, tenían mucha pinta de contener nieve ("panzaburro" lo llaman por aquí) así que me tuve que dar prisa para salir cuanto antes ya que, si lo dejaba más, me daba la sensación de que me quedaba en casa...¡Y ESO HOY NO PODÍA SER!

Me dispuse, por tanto, a ponerme el disfraz invernal de ciclista que hace que parezcas un templario o algo así. Culote largo, camiseta térmica, maillot de manga larga, chaqueta recubriendo todo el conjunto, gorro que cubra las orejas, cuello polar (una braga, vamos), cubre botas, guantes que parecen de motorista...En definitiva. Tardas un montón en prepararte, pero una vez que lo estás, podrías caminar por la superficie de la Luna y creo que te sobraría algo.

Pero esto es León y el clima es el que es, así que lo más recomendable es ser precabido con los asuntos del frío si no queremos llevarnos una sorpresa. Cosa que podía haberse dado hoy ya que nada más que empecé a rodar, lo primero que llamaba la atención era el viento gélido que te cortaba la piel, junto con unas pocas gotas que, por la acción del frío, caían congeladas. Si mi idea inicial era hacer unos 60Km, el viento y la seria posibilidad de nieve redujeron esta pretensión a 50Km.

Tocaba mantener una cadencia alta para entrar en calor rápidamente, así que miré al plato grande y le dije "hasta mañana, hoy no te engrano". La cosa sería entre el plato pequeño, la piña y yo. Nunca me he llevado mal con el plato pequeño, pero yo soy más del grande, tengo que reconocerlo. Dame un 50-24 mejor que un 36-15.

Según iba avanzando, me estaba dando cuenta de las consecuencias de la ciclogénesis, antes llamada invierno. A escasos 6Km ya había signos claros de nieve. Un par de centímetros en las cunetas eran la prueba. Pero eso no me asustó, así que continué y continué hasta llegar a Robles de la Valcueva. Allí los dos centímetros de nieve se habían multiplicado por 10, así que, con gracia y donaire, me di la vuelta y regresé por donde había venido.

Antes de llegar a casa y dado que la temperatura te permitía mantener la mente despejada, a pesar de que sí es cierto que hacía frío, pero lo normal para lo que es (y debería de ser) León, pensé en cómo hacer entender a alguien de, no sé, Valencia, Murcia o cualquier lugar que goce de temperaturas cálidas durante todo el año, cómo es salir a rodar en invierno y lo mejor que se me ocurrió fue esto...hacer una foto. Ya sabéis...más vale una imagen que aguas mil...

Las dos opciones son, o bien Fumanchú o bien Pancho Villa...Escoged la que queráis...
Podría pintar todo esto de un extraordinario dramatismo, dado que soy 100% friolero, o podría decir que hacía dos días que había desmontado, limpiado y engrasado la bicicleta completamente y que, al volverla a poner perdida de barro y suciedad en general, contemplar la posibilidad de repetir esas operaciones era, cuanto menos, un marrón. Pero nada de eso.

Salir en invierno a entrenar, tengo que deciros que es estupendo. Las bocanadas de aire fresco son revitalizadoras, circulas por las mismas carreteras pero el paisaje es completamente diferente, no te ves tan encaminado a darte caña, con lo que puedes llegar a disfrutar incluso más que en verano. En fin. Que también tiene su punto. Lo difícil es salir, pero una vez metidos ya en harina...

Finalmente, llegué a casa con la sensación de que había pasado una gran mañana pero, ¡oh, diosanto!, entre foto para aquí y foto para allá se me ha pasado el tiempo volando. Ya voy con prisas, pero da lo mismo...Gran mañana de frío.

sábado, 19 de enero de 2013

Unidos contra la ciclogénesis más propuesta inaugural.

¡Hola a todo el mundo!

La ciclogénesis está sobre León. Está aquí sin lugar a dudas, pero hoy por la mañana debíamos de estar en el ojo del huracán y la cosa no estaba muy clara.

Como no podía ser de otra manera, el debate surgió de manera inmediata en el seno de la Grupeta Cicloturista León. Salir o no salir. He ahí la cuestión. Yo tenía claro que no lo iba a hacer. Estoy en plan conservador (hasta febrero, que lo sepáis) y no me pienso jugar el resto del año por hacer el loco. Pero el debate estaba siendo intenso.

El intrépido JR, yo tenía claro, y creo que todos, que iba a salir (poco te caes) y empezó a recabar adeptos a su causa de "unidos contra la ciclogénesis". Finalmente, enredó en sus redes a 6 valientes según tengo entendido. Creo que están manteniendo en secreto el hecho de si se mojaron mucho o poco, pero mojar, creo que algo se mojaron. Deben de tener miedo a las consecuencias.

Por lo demás, tendremos que resignarnos y aguantar el chaparrón, nunca mejor dicho. Febrero está a la vuelta de la esquina y ahí los días serán lo suficientemente largos como para empezar a cometer locuras. Por ahora, paciencia.

Para ir mentalizando a los compañeros, creo que deberíamos de recibir febrero subiendo La Cubilla. Sería lo propio dado que el año pasado así fue como recibimos el año y yo, caí en lesión, con lo que no pude ir. Además, podíamos entrar en contacto con amigos de por allí para liarla parda. ¿Qué os parece?

Ahí os dejo la propuesta.

viernes, 18 de enero de 2013

Hay combinaciones hechas para triunfar.

¡Hola a todo el mundo!

Y es que hay otras que no, como por ejemplo salir a correr muchos días seguidos y una persona como yo que no tiene nada de peso pluma. Al final, o bien un tobillo o bien una rodilla acaban recordándote que los setenta, para ti, son una década y no tu peso.

Así que, tras unos días sin poder ir a trotar por un terco dolor de tobillo, hoy he podido hacerlo a pesar de la ciclogénesis explosiva (¿no era ese el grupo de Phill Collins? Es muy malo, sí, pero necesario) Como en otra ocasión pude contaros, a mí, salir a correr bajo la lluvia, me parece una especie de purificación. Me gusta mucho y hoy no iba a ser diferente.

Una de las cosas en las salir a correr es superior a salir a rodar en bici es que lo puedes hacer con los cascos y la música a todo volumen. Aquí hago un inciso para decir a todos los que estáis pensando..."bueno, yo salgo en bici también con los auriculares puestos"...Bueno, pues yo te digo que, a parte de estar prohibido, como cicloturista dejas mucho que desear y eres un imprudente.

Mientras iba entrendo en calor zancada a zancada, me di cuenta de que lo estaba haciendo a ritmo de la música que sonaba. Llevaba puesto Death Magnetic de Metallica, lo cual me pareció lo suficientemente motivante.

Y una de las combinaciones hechas para triunfar de las que hablaba es esta. Música y deporte. Y más si eres una persona totalmente pasional como soy yo. Según lo que suene, te puedes sentir como un troyano a punto de luchar contra los persas, o un Superman cualquiera o, como una amiga me llama de vez en cuando, SuperDani. Es genial.

Siendo un apasionado de la música como soy yo, os podéis imaginar que esto se acentúa en mí. A la hora de ir a correr con música, elegir bien lo que vas a ir escuchando es de suma importancia para mí. No quiero que de repente me salte una balada y venirme abajo. Eso nadie lo quiere.

Y dado que, como decía, hay combinaciones que son un desastre, por ejemplo la lluvia y la bicicleta, me parece a mí que estos días toca retomar el ritmo del trote, así que tendré que ir preparando una buena lista de reproducción que me transforme en SuperDani y haga que la lluvia no sea un impedimento sino una motivación.

¿Cuales son vuestras canciones? Ya sabéis. Si para Rocky, el Potro de Filadelfia, era "The Eye of the Tiger" de Survivor, ¿cuál es ese tema que hace que saquéis lo mejor de vosotros mismos? El mío, para empezar a calentar es "Battery" de Metallica y luego, lo que sea, pero que mantenga el ritmo, pero suelo empezar con ese.

¡Os toca!

jueves, 17 de enero de 2013

Tesoros del cicloturismo. Passo dello Stelvio (por Jorge Prada)

¡Hola a todo el mundo!

Lo cierto es que el blog lleva unos días en plan sorpresa sorpresa. Hoy no voy a romper ese ritmo, así que voy a presentar al encargado de la entrada de hoy. Sí sí, como lo oís. Un colaborador. Y no es un cualquiera. Es un miembro de la Grupeta Cicloturista León, así que como comprenderéis, es un fuera de serie como todos los grupeteros. Su nombre es Jorge y le gustan tanto las auto-fotos como a mí...

Como veis, es muy válido...
Una vez hechas las presentaciones, doy pasa a mi amigo Jorge que va a añadir un Tesoro del Cicloturismo más a la colección. El Passo dello Stelvio, nada más y nada menos. Así se las gasta el pollo. Todas las fotos son cortesía suya también. Yo ya me despido. Os dejo con Jorge...

"Ya que tengo la gran suerte de poder compartir la gloria del blog de Dani, aprovecho para hablaros de un lugar mágico, no sólo para los ciclistas. También disfrutan los motoristas y amantes de las montañas en general: 

PASSO DELLO STELVIO

Bormio (Italia) Agosto del 2012. Me levanto muy temprano pues me puede el ANSIA VIVA y es la causante de no haber dormido prácticamente nada. Desayuno como un titán unas tostadas con mantequilla y mermeladas caseras que me van a dar la energía suficiente para afrontar los 25 kms de subida. Dudo con la ropa, pues a 1200 mts no hace frío pero el problema estará en la cima a 2850 mts así  que cojo el chubasquero.

Bormio no te deja lugar al calentamiento pues nada más acabar el pueblo comienzan las dos ascensiones que parten de allí: Gavia y el que voy a intentar: el Stelvio.



Trato de buscar mi ritmo y lo encuentro fácil pues es un puerto muy constante. Además llevo un 30 atrás por si las moscas. Me pasan muchos ciclistas pero uno me llama la atención pues el tío va en una mtb con ruedas de tacos, de esas que zumban en el asfalto. Me deprimo un poco pero sigo a mi ritmo. Tras pasar la primera horquilla (de un total de 48, marcadas todas ellas) me encuentro al tipo de la bici de montaña medio muerto pero dice que está bien pero puedo notar en su cara que el tío del mazo está con él y ha venido para quedarse. Sigo subiendo, sufro pero casi ni me doy ni cuenta porque estoy disfrutando del paisaje y de qué manera.

Paso una curva, otra y otra más, me pasan muchas motos y tres o cuatro ferraris, otros tres o cuatro porsches y un fiat punto que me saluda amigablemente. Hombre, si es el tío que había reventado unos kilómetros más abajo. Para el coche y me anima desde la cuneta como un auténtico tifossi. “Viva España”. Anda; ¿y cómo sabe que soy español? Ahhhh ya sé; El maillot del club, que es rojo y amarillo. El colega sigue gritando “Forza Alonso y Ferrari” “Coraggio spagnolo” y el delirio llega cuando se da cuenta de que monto una pinarrello. “Italiano, spagnolo fratelli”.  Qué risas.


Llega una zona más suave que viene muy bien para recuperar pues ya llevo casi hora y media de subida, y quedan tres kilómetros duros pero la gente anima mucho y me pongo sobre bielas para afrontar las últimas rampas y poner la típica cara de “esto pa mi no es na”.


En la cima se me escapan algunas lagrimillas pues el reto está conseguido y la espectacularidad de las vistas me impresionan,  en especial el glaciar. Es una imagen que tengo grabada en mi retina. Además se trata del puerto en el que más he disfrutado, a pesar de sus 1600 mts de desnivel."

Jorge Prada García.

miércoles, 16 de enero de 2013

Tesoros del Cicloturismo: ENTREVISTA EN RADIO LEÓN A CICLOTURISMO EN LEÓN

¡Hola a todo el mundo!

Era la una de la tarde y tenía que enfrentarme al primer puerto de la temporada cicloturista. Nunca lo había subido y, a decir verdad, no me asustaba. Me dio la sensación, desde el primer momento en que surgió la posibilidad de hacer esta ascensión, de que me iba a gustar. Tenía lo que a mí más me gusta a la hora de afrontar un puerto. Suponía un serio reto, era un terreno desconocido que me obligaba a salir de mi espacio de confort y subiría con gente estupenda.

El puerto se llamaba ENTREVISTA EN RADIO LEÓN A CICLOTURISMO EN LEÓN. Sí, vale, el nombre es muy largo, pero ¿qué queréis que haga? ¡Se llama así! Los compañeros con los que iba a rodar por esta desconocida carretera eran Chechu Gómez y Ricardo Chao. Ellos sabían perfectamente cómo era el puerto y, a pesar de no decir nada, su actitud me infundía confianza, así que me sentí seguro desde un primer momento.

Empezamos a dar las primeras pedaladas. La cosa parecía marchar bien, pero lo más duro estaba al principio, cosa que, insisto una vez más, yo no sabía. La sensación era la misma que cuando te topas con una rampa inesperada, con el desarrollo inadecuado.

Fue aquí donde se vio la talla de los compañeros de ruta. Ritmo relajado al principio, consejos "off the record" y todo lo necesario para pasar esa primera rampa que se me estaba haciendo pelota.

Superado esto, los compañeros me habían dejado a punto para alcanzar el ritmo deseado. El mismo que llevé cuando ascendí el Tourmalet. Homogéneo, sin descanso y por momentos muy alegre. Fue ahí cuando me acordé de los amigos de la Grupeta Cicloturista León. ¿Y cómo no hacerlo si pasarlo bien es la base de todo esto? Chechu y Ricardo lo entendieron bien, así que aportaron alguna risa a la historia del blog.

Ya habíamos alcanzado la mitad de este coloso y ya se veía el final y, ¿sabéis qué? Estaba disfrutando tanto que no quería que acabase. La parte final era muy tendida. De esas en las que te permites el lujo de levantar la vista del asfalto para contemplar el panorama. Todo lo que podía divisar me estaba gustando.

Ya estábamos arriba del todo. Lo habíamos conseguido sin darnos cuenta. Uno de los puertos más bonitos y de esos que recuerdas de por vida. Me ha gustado tanto que espero repetir algún día, así que tendré que seguir esforzándome.

Lo único que queda es realizar dos nombramientos. Hay que nombrar Miembros Honoríficos a Ricardo y a Checho. Se han portado como jabatos pero, ahora hablando en serio (hay veces que si me esfuerzo mucho lo consigo, de verdad) tenéis que haceros con un par de bicis y salir con la Grupeta al completo. ¡Así que estáis invitados amigos!

Muchas gracias por todo y hasta la próxima (¡seguro que habrá una próxima!) Aquí me encontraréis.

lunes, 14 de enero de 2013

Entrevista. Exclusiva mundial.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy de madrugada, se va a emitir una entrevista que le va a realizar Oprah Winfrey al controvertido Lance Armstrong, pero si pensabais que la exclusiva mundial era esa, estabais muy equivocados.

Mañana, a eso de las 13:00 horas en Radio León (Cadena Ser), me van a entrevistar, o lo que es lo mismo, van a entrevistar a CICLOTURISMO EN LEÓN.

Lo cierto es que si para vosotros es una sorpresa, para mí es un sorpresón y, además, me hace mucha ilusión dado que la radio me gusta muchísimo, así que espero estar a la altura. 

Como me van a preguntar acerca del blog, supongo que me sepa la lección, aunque no tengo ni la más remota idea de las preguntas que me van a hacer, así que esto le da a esta experiencia un toque misterio que me encanta.

Por tanto, ya sabéis lo que tenéis que hacer mañana a la una de la tarde. Sintonizar Radio León (por internet o con una radio de toda la vida) y escuchar a un servidor.

¡Qué nervios!

sábado, 12 de enero de 2013

Grupeta Cicloturista León: Stop agresiones sin respuesta

¡Hola a todo el mundo!

Hoy, como sábado que era, tocaba salida oficial de la Grupeta. Durante toda la semana hubo mucho debate dado que las predicciones meteorológicas no eran muy halagüeñas pero no cundió el pánico y, salvo alguna baja como la de Buka que se rajó, acudimos unos cuantos a la cita. Entre estas personas estaba un nuevo integrante de la Grupeta. Félix es su nombre y parece que el grupo se enriquece con otro duro rodador.

En cuanto todos vimos aparecer a Elías1 nos dimos cuenta de que no nos libraba de la lluvia ni el apuntador, pero mira por dónde, la estuvimos rozando toda la mañana pero no nos brindó con su presencia, aunque nos empapamos lo mismo ya que el suelo estaba hecho una porquería. Como somos tipos duros, esto no nos importó demasiado salvo a Elías2 que venía muy mono y reluciente con su maillot blanco. Me parece que ese maillot se queda ya con las típicas pintas indelebles.

Pero salvo estos percances estéticos, decidimos salir en dirección sur ya que en el norte había por lo menos dragones. Las nubes negras y amenazantes nos echaron para atrás con lo que para abajo las cosas nos ofrecían un mejor panorama. La ruta de hoy, que como podéis comprobar es lo más montañoso del mundo, era la mejor de nuestras opciones.

Lo primero que hicimos fue ir a buscar a Jorge que, como viene siendo ya muy habitual, llega tarde por motivos que es mejor que no comente. Sólo diré que tenemos que aguantar unas cosas...madre mía. Pero bueno, salvo este microdrama, encaramos la carretera N-630 que en días como el de hoy es más o menos segura porque hay poco camión, pero que entre semana tiene un tráfico algo agobiante. Lo bueno que tiene es que dispone de un arcén muy grande y en buenas condiciones, junto que te da acceso a otras carreteras secundarias que van muy bien.

Enseguida comenzaron a tirar los Elia's o Zipi y Zape. Comenzaron a trabajar muy bien en equipo. Su rodar era animado. Quizás demasiado, aunque no sería nada en comparación con lo que se nos vendría encima tiempo después, pero eso más tarde. Yo me mantuve detrás de las enormes espaldas de Félix que, ya te lo voy anticipando amigo, en esta grupeta esas espaldas son muy bien recibidas. Hay mucho perraco.

En la parte trasera del grupo, el intrépido JR mantenía silencio hasta que Jorge y yo, entre payasada y payasada, que es muy nuestro, llamamos su atención y comentó una preciosa historia vivida hace unos años con otro compañero. Resumiendo. A este pobre muchacho, JR le reventó con su ritmo infernal y éste le suplicó coger el tren. El intrépido JR le propuso jugarse la decisión mediante un método poco ortodoxo y os aseguro que hasta ahí puedo leer. 

Pero siguiendo con la ruta, tras los Elía's, tomaron el mando del grupo Manuel, ese abulense pata negra y Félix. Sólo diré que las patas aún recuerdan ese relevo. Madre mía. Se calentaron y cortaron el grupo. Yo, que estaba soldado a la espalda de Félix, mantuve el tipo junto con José, nuestro guía espiritual (y anda que no tiene trabajo con nosotros), pero los demás cedieron. A mí, que me di cuenta de la tostada, me pareció bien no decir nada para que ellos engancharan y así sufrieran un pelín (no dije nada en ese momento y lo confieso ahora, ¡qué pasa!)

Llegamos a Villalobar, famoso por el gran número de Clubs y no de ciclismo, y tomamos una carretera secundaria o más bien terciaria. Ahí ya nos relajamos un montón. Tras esa primera hora de ejercicio a unos 32 de media, creo que ya iba siendo el momento. Pero todo se volvió a activar cuando alguien le dijo algo a otro que debió de ofender a no sé quien y se empezaron a lanzar ataques. Así somos. Palo tras palo toda la mañana. Finalmente, Félix y yo tomamos el mando del grupo y permitimos la fuga. Elías1 y JR. Pero nadie estaba contento con eso. Así que nos obligaron a enlazar. Otro calentón para el cuerpo.

Así llegamos a la carretera de La Bañeza, esta ya más principal, y nos encontramos con una grupeta amiga. La de Pepe "el Rubio" y compañía. A éste último le recordaréis por sus grandes éxitos en Los Puertos Esmeralda.

Y fue aquí donde Zipi y Zape empezaron a liarla. Vieron la debilidad y eso, por lo que parece, les atrajo y les generó un Ansia Viva que les llevó a incrementar el ritmo. Y qué ritmo. En dos Kilómetros en línea recta había cadáveres humanos con bicicleta. Menudo rosario de ciclistas que generaron. Como bien dijo Jorge, produjeron 2 infartos y 3 anginas de pecho. ¡Qué bestias! 

Así que desde aquí quiero decir a los Elía's. Stop agresiones sin respuesta. El otro día fue a Jorge cuando paró a hacer lo suyo, otro día a mí me hicisteis la misma jugada, ahora esto...¿qué será lo siguiente? ¿Dónde tendréis vuestro límite? Algún día pararéis en una cuneta a cambiar el agua al canario y mucha gente gritará al unísono....¡TIRAD AHORA! ¡TIRAAAAD!

Porque son buena gente, que si no...Ainss. La cosa es que nos lo pasamos bien y eso es lo que cuenta, pero os lo haremos pagar, que no os quepa duda.

jueves, 10 de enero de 2013

Empiezo a idear locuras.

¡Hola a todo el mundo!

De manera muy activa no, pero el cerebro ya se me está recolocando en modo cicloturista otra vez. Llevo una temporada en la que estoy en plan relax con la bici. Desde luego, no he dejado de pedalear, pero días sueltos y al tran-tran. Pero, como digo, ha empezado el nuevo año y ya es buen momento de idear alguna que otra locura ciclista.

De hecho, hace tiempo que no propongo a los amigos de La Grupeta una de esas etapas exigentes, por las que en alguna ocasión he sido vilipendiado. Se me ocurre que para este sábado bien podíamos hacer León-La Robla-Olleros-Cillerón-León. O también no subir el Cillerón y volver por el pantano. Salen como unos 80 o algo más. Para las fechas en las que estamos es la justa medida.

Todo esto siempre que el tiempo acompañe. Hace un par de entradas hablaba de que el tiempo está loco y teníamos en el centro de León 20ºC en pleno día de Reyes. Pues bien, todo ha cambiado y llevamos tres días sumidos en la niebla y el mercurio no pasa de 4ºC o así. El tiempo ya no es que esté loco, es que tiene una sobredosis de prozac.

Estas etapitas de 80 Km o así, están genial, pero lo que creo que nos deberíamos de ir planteando es visitar un día al vecino Principado para subir algo bonito. Si total, ¡lo tenemos ahí al lado chicos! ¿Y por qué no una mítica subida a Las Cuevas? Yendo en grupo y tranquilos no es arriesgado. No obstante, yendo solo sí que lo puede ser (y no miro a nadie JR)

Espero que todos los amigos de grupeta lean esto porque no ha hecho más que empezar la época en la que yo ideo locuras. Y creo que este año la cosa promete porque estáis super lanzados. Miedo me da la combinación.

¡Nos vemos en la carretera!

lunes, 7 de enero de 2013

Grupeta Cicloturista León: Me han pillado en plena hibridación.

¡Hola a todo el mundo!

Hacía días que no dormía ocho horas y hoy lo conseguí. No es que la pereza se apoderase de mí y me levantase tarde. Sólo me acosté pronto. Esto resultó genial porque ya estaba plenamente activo a eso de las 8 de la mañana con toda una mañana por delante.

Al ser festivo en León, hoy había salida oficial del club, pero la cosa es que no me apetecía demasiado y preferí quedarme hasta tarde en casa trasteando (literalmente).

Lo que no quería que ocurriese era no salir a entrenar de una u otra forma, bien con la bici o bien yendo a correr, pero era pronto y tenía tiempo por delante.

Pasó la mañana y dieron las 11:30 ó algo así. Pensé que lo mejor sería calzarme las zapatillas de correr y machacar un poco el tobillo. Hacía un día alarmantemente bueno, así que trotaría despacio y disfrutaría del sol, la temperatura y el paisaje.

Entre que me vestí y calenté me dieron las 12 de la mañana más o menos. Ya estaba listo. Me puse los auriculares para salir a correr, busqué Batery de Metallica para comenzar, seguido del resto del disco Master of Puppets, y me dirigí al carril bici por el que suelo salir a correr (la cabra siempre tira al monte)

A los pocos minutos, me empecé a topar con grupos de cicloturistas, algunos de ellos caras conocidas. "Coincidencia", pensé. Avancé unos metros y a lo lejos vi algo que me resultaba familiar. Un grupúsculo de personajes sin igual. Primero vi a un pedazo de paisano, por no decir jamelgo, sobre una Giant muy chula. Luego a alguien lo suficientemente intrépido como para ir hasta Correcillas en plena nevada. Les seguía un corsario de leyenda con la zamarra de invierno con algún rasguño por sus aventuras con la "pisapraos". ¡Sergio, JR y el Bukanero! ¡LA GRUPETA!

Ellos en bici y yo en pleno momento de hibridación, desarrollando mi faceta runner. Les intercepté, dado que sé que sin casco no somos nadie, y corría el riesgo de no ser identificado. "¡¿Qué pasa troncos?!" La cosa es que como están como bestias, estuvieron siguiendo al grupo de Master hasta que ya pasaron de ellos. Empezamos a hablar un ratín mientras esperábamos a que llegase ese hombre. Ese gran héroe de las carreteras. Elías1.

Tras comentar la jugada de la última salida, en la que se la jugaron a Jorge (¿a que ahora entiendes por qué yo no paro ni para mear literalmente?), quedar para rodar un poco mañana y apalabrar con el Bucanero unas galimbas este finde, nos despedimos.

La verdad que salir a correr así, encontrándote con los colegas, mola un montón. Lo malo es que después tuve que seguir solo, pero valió la pena. Ya lo dice una multinacional...Compartida, la vida es más.

domingo, 6 de enero de 2013

No creo que seamos conscientes de ello...

¡Hola a todo el mundo!

Hoy salí solo ha rodar un poco y lo más llamativo ha sido el clima. Salí de largo porque miré el calendario y ponía que era 6 de enero porque por ganas me hubiese puesto de corto. No miré ningún termómetro, pero parece que hizo la misma temperatura que ayer. A las 13:00 había 20ºC.

Muchos podéis decir: "¡Genial!" Pues yo os digo: "ALARMA". Estas temperaturas de normales, geniales o como las queramos llamar no tienen nada y os lo dice alguien profundamente friolero.

Hay ciertas cosas que explican nuestro mundo. No sé, ahora se me vienen a la cabeza ejemplos como que la Criptonita mata a Superman, que si enciendes un foco gigante con el logo de Batman éste aparece y Jocker acaba entre rejas y otras cosas más del día a día como que en invierno nieva y hace frío.

Pues ésto último ya no ocurre y nuestro mundo pierde cierto sentido. Parece algo sin importancia, pero al ser humano como masa no creo que le vengan bien estas cosas. Ya no sólo por el hecho del cambio climático y que los polos se derritan igual que el hielo en un gintónic y lugares como La Manga del Mar Menor, en unos 20 años literalmente desaparecerán, sino por cosas más profundamente enraizadas dentro de la psiqué colectiva (¡toma!).

Nuestra forma de vida se basa en costumbres. Por muy modernos y contraculturales que nos creamos, esto es así. Es por la noche y duermes (o no, todo son hábitos), es domingo y dan las 12 y es la hora del vermouth, a tu familia la quieres, muere un ser querido y sientes pena (esto es una costumbre y no un instinto)

Si todas estas cosas se derrumban de la noche a la mañana, nuestro mundo tal y como lo conocíamos va detrás. Así que el clima, que es algo a lo que estamos muy acostumbrados quieras que no, si cambia drásticamente, puede generar consecuencias que, a día de hoy puede que no se nos pasen ni por la imaginación.

Un día 6 de enero, en León tiene que meter miedo salir a la calle. Pues ya van unos años que esto no es así. Sin ir más lejos, el año pasado había 15ºC. Revisad la entrada del año pasado por estas fechas y lo comprobaréis.

Con todo esto, lo que quiero decir es que el cambio climático ya es un hecho por mucho que haya gente que lo niegue (sí, hay gente que lo niega y os los puedo presentar). Si eres de los que no lo niegan, pero tampoco haces nada para evitar que la bola de nieve siga creciendo (aunque esto, dentro de algún año será un concepto que pocos entenderán, por lo de la nieve), haz el favor y se un poquito responsable a la hora de consumir, de gastar, de contaminar, de desplazarte. Todo puede hacerse de una forma más eficiente y más limpia sin tener que variar demasiado tus costumbres.

No creo que seamos conscientes de las consecuencias que el cambio climático puede tener en nuestra sociedad. Días como el de hoy hacen que emerjan en mí este tipo de pensamientos, pero deberían de surgir también en más gente.

La crisis pasará. El cambio climático ha llegado para quedarse.

viernes, 4 de enero de 2013

Grupeta Cicloturista León: Elías. Esa gran mentira.

¡Hola a todo el mundo!

En primer lugar, tengo que aclarar que el título de la entrada, a pesar de lo llamativo, no quiere decir que Elías sea lo peor. De hecho, tanto Elías 1 como Elías 2 (porque tenemos dos en la grupeta) son guais, pero el primero (el de toda la vida), por un lado digamos que tiene un problema serio de geolocalización, aunque eso ya es de todos sabido, a pesar de que las Navidades le han traído un GPS, y por otro lado, ayer a Jorge y a mí nos engañó con el pretexto de una caña en la terraza de una bar. No había tal terraza, malditasea. Afortunadamente encontramos otro chiringuito. ¡Qué alivio!

Una vez aclarado el título y centrándonos puramente en la ruta de ayer, lo más reseñable fue que, al menos en mi caso, era la primera salida de 2013 en compañía de la grupeta (más bien una parte de ella). Contándome a mí éramos cinco valientes que desafiaron a las iniciales bajas temperaturas. Luego el mercurio subió muchísimo, pero así de primeras, impresionaba un poco el frío.

Los compañeros habían quedado el día anterior e hicieron la ruta del Fenar por La Robla, así que hoy, para no complicarnos mucho y dado que ir por el llano sur nunca nos ha gustado, pues hicimos la misma ruta pero en sentido opuesto. A la hora de improvisar rutas la verdad es que salen de nuestras cabezas pepitas de oro.

La verdad es que como yo no coincidía desde hace tiempo con los chicos, para que me recordasen bien les di desde el primer momento mucha guerra. Pero no de la de tirar fuerte y forzar sus preparaciones físicas, no. Les di guerra de meterme con ellos y cosas así. Todo esto siempre conlleva un montón de risas, así que creo que por esta vez me perdonaron. Además, como me he dejado bigote (y si eres lo suficientemente chistoso mentalmente acabas de hacer una rima fácil pero efectiva) tenía que hacerme reconocer, por si alguno se había despistado...

En menos de lo que canta un gallo ya habíamos llegado a Robles y teníamos que encarar la subida del Fenar que tantas y tantas veces hemos subido. A estas alturas del año está muy bien ir por aquí, aunque como bien comenté con Jorge, hace unos años sería del todo arriesgado rodar en esta dirección un 3 de enero a causa del hielo y la nieve. Este año, si bien en los altos sí que se ve nieve, a los 1000 metros o así que estaríamos, no había nada de nada. Esto lo comento por si queda alguien que niegue los efectos del cambio climático.

Dejamos atrás La Robla y al poco tiempo, el grupo se dividió en dos. Por un lado se escaparon Elías1 y Elías2 (o Zipi y Zape) junto con David mientras que yo me quedé con Jorge para que éste prácticamente se lanzase de la bici a cambiar el agua al canario. La situación parecía dramática.

Y tras unas cuantas risas y, ah sí, unos cuantos kilómetros, llegamos a León. Desarrollando lo dicho al principio, habíamos comentado el hecho de tomar algo y nos fiamos del criterio de Elías1. Error. Siempre nos pierde cuando toma las riendas del grupo así que ¿por qué sería diferente cuando le damos el mando a la hora de tomar una cañita post entreno? Así que nos llevó a un lugar en el que la terraza que nos prometió, no estaba. Nuestro gozo en un pozo. En ese momento surgió el título de la entrada.

Pero bueno, como por bares no será, fuimos a otro que está regentado por un compañero cicloturista, aunque sea pisapraos, pero yo le respeto igual. Allí pudimos tomar esa cañita que tan bien nos sentó. Así da gusto terminar un entrenamiento.