lunes, 31 de diciembre de 2012

En resumidas cuentas...

¡Hola a todo el mundo!

Pues ya está aquí el fin de año y parece que fue ayer cuando comenzó enero del 2012 con muchas perspectivas complejas que, al menos en mi caso, se fueron cumpliendo poco a poco, tanto las buenas, como las malas, como las regulares. Pero lo cierto es que mañana pasamos página en el calendario.

Tengo que confesar que, a pesar de que este espacio verse sobre CICLOTURISMO, no he podido despedir el año sobre "La Americana", rodando por alguna de esas fantásticas rutas que os he ido describiendo por aquí de vez en cuando, en compañía de esos fantásticos compañeros de la GRUPETA CICLOTURISTA LEÓN.

No obstante, lo que me resulta imposible de todas todas, es decir adiós al año sin practicar alguna forma de deporte y hoy, o más bien ayer, lo que hice fue salir a correr. De hecho, hacía mucho tiempo que no me metía la caña que me metí ayer. Tengo las piernas tocaditas pero, lo que es más importante aún, muy satisfecho.

Suelo salir a correr para mantener el tono y sentirme mejor pero ayer, para lo que realmente me sirvió, fue para reflexionar acerca del año 2012. Fundamentalmente hice un repaso mental por todo el año en su más amplio espectro. Desde temas personales hasta deportivos. El lo personal, resumiendo para no aburriros en demasía, se cumplieron muchas de mis predicciones ya que desde un primer momento, anticipé que el año sería de cambios, como así ha sido. También he conocido a personas geniales que espero se queden mucho tiempo en mi vida.

En lo que al blog se refiere, esto es, temas deportivos y cicloturistas principalmente, el año ha sido muy variado. Comencé muy fuerte. El calentamiento global, parece una tontería pero no lo es, me influyó un montón ya que, al no llover ni hacer frío, solapé la temporada 2011 y 2012. Vamos, que no hice un parón como el que estoy haciendo este año.

Y este año lo estoy haciendo por la experiencia precisamente del año que termina porque una de las consecuencias de no parar, fue que en marzo me lesioné. Qué tiempos aquellos en los que la temporada de los grandes puertos y marchas más importantes comenzaba y yo, postrado con la pierna en alto a causa de una tendinitis en una rodilla.

Pero no todo fue malo ya que el 2012 me ha traído a "La Americana". mi nueva amiga es una fantástica máquina. No me cansaré nunca de decir lo nerviosa que es, pero esto la convierte en un entretenimiento increíble para un amante de los descensos como soy yo.

También conocí otras zonas que jamás pensé que iba a descubrir. La Ribera Navarra y sus alrededores. Allí me enfrenté al viento de verdad. Hasta que no vas por aquella zona no sabes lo que la palabra "viento" significa. Además de esto, también tuve la oportunidad de hacer dos C.I.M.A.'s que quedaban por allí. El Moncayo y el Puerto de Piqueras, éste último, por sus dos vertientes. Los dos días fueron muy especiales y jamás los olvidaré.

Posteriormente, tuve la oportunidad de regresar a mi patria chica, León, y volver a rodar en compañía de la Grupeta. Qué buenos momentos hemos pasado todos juntos. Esto hace que salir a entrenar nunca sea aburrido. Las risas están aseguradas. No somos de los que más andamos (tampoco de los que menos, vamos a ver) pero creo que estamos en las primeras posiciones de los que mejor se lo pasan.

Mi final de año está siendo muy diferente a lo habitual en los últimos meses. Poca bici, mucho correr y bastante gimnasio, así como bastante más ocio de lo que suelo tener. Creo que despejar la mente de tanta bici me va a ayudar a la hora de encarar el grueso de la temporada cicloturista, que se presenta apasionante con muchas marchas y puertos en mente.

Grosso modo este ha sido mi año. ¿Podría ser mejor? Sí. ¿Podría ser peor? Claro. Así que si he llegado al punto medio tengo que estar satisfecho.

Muchísimas gracias por seguir leyéndome y espero hacerlo cada día mejor para poder arrancaros de vez en cuando una sonrisa, poder informaros, poder animaros, pero sobre todo, poder entreteneros.

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS!

viernes, 28 de diciembre de 2012

Plantilla de entrenamientos.

¡Hola a todo el mundo!

Por una vez y sin que sirva de precedente, voy a hablar únicamente de entrenamiento. Sí. Como lo estáis oyendo.

A la hora de salir a rodar, entrenar, todo eso que va aparejado a echarse unas risas, es importante llevar un control. Yo, en los inicios de mi actividad ciclista, no llevaba dicho control y, sencillamente, andaba en bici. Poco me importaba si un día salía a machacarme, si otro no, si llevo una temporada al tran-tran o qué. Me daba lo mismo.

Todo esto cambió un buen día que me hice una tabla de Excel la mar de sencilla en la que, con un código de color, señalaba la intensidad del entreno, los kilómetros, la ruta y cosas así. De esta forma, llevo un control mediante el cual, sé si un día puedo apretar un poco más los dientes o si, como llevo una temporada dándome mucha zurra, es momento de aflojar o cosas así. Este tipo de controles pueden evitar lesiones por estrés y optimizan los entrenamientos.

Como digo, mi tabla es muy sencilla, pero un amiguete me ha pasado una plantilla que ha hecho él mismo, muy currada y que es realmente completa. La verdad es que es una pasada e incluso tiene unos gráficos con los kilómetros recorridos por mes y año, tiempos totales, etc. En resumidas cuentas. Una obra de arte.

Si queréis tenerla a vuestra disposición, podéis descargárosla pinchando aquí. 

Seguro que os va a encantar. ¡Un saludo a todos!

martes, 25 de diciembre de 2012

Hoy toca con la cabeza.

¡Hola a todo el mundo!

Ahora mismo tengo una ventana junto a mí a través de la cual, puedo contemplar el extraordinario día de Navidad que ha amanecido. Mi cabeza no hace más que pensar "menudo día para salir a rodar", pero no puedo.

Si a ti te pasa algo así siempre que no puedes sacar la bicicleta a pasear, entonces es que tienes el virus metido dentro del cuerpo. Y digo más. No pretendas que el común de los mortales lo entienda, porque te vas a llevar una decepción.

Este pensamiento de no poder andar en bici, por lo que sea, y tener la cabeza en ello al 100%, es lo que hace tan especial al CICLOTURISMO. Pedaleamos o bien de manera real o bien con la cabeza, las 24 horas del día.

Así que, para que veas que no te encuentras solo y no eres el único con este "virus", a CICLOTURISMO EN LEÓN hoy también le toca pedalear de cabeza. Con un poco de suerte podré salir a correr, pero no prometo nada.

Pensad que los días ya están creciendo, así que cuando menos nos lo esperemos, a las 7 de la tarde sigue siendo de día, podremos hacer rutas cada vez más largas sin el inconveniente de la falta de tiempo y luz y todo eso, así que mucho ánimo.

¡Feliz día de Navidad a todos!

lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Qué podría deciros hoy?

¡Hola a todo el mundo!

La verdad es que hoy, día de la Noche Buena, no podía por menos felicitaros la Navidad y desearos una noche estupenda y maravillosa.

Creo que con este titular, hoy está  más que de sobra, pero os lo digo de corazón. Y también os quiero agradecer la cantidad de visitas que, hasta la fecha, he recibido. Lo cierto es que tenéis un aguante infinito. 30.000 gracias a todos.

FELIZ NAVIDAD.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Bicicletas y otros medios como inversión de futuro.

¡Hola a todo el mundo!

Qué país tan particular Bélgica, ¿verdad? Son el centro de la Unión Europea pero están un año sin elegir Presidente de su Gobierno, una parte de sus ciudadanos son Flamencos y no tienen ni idea de quién era Camarón y hacen una votación anual sobre quien es el mejor deportista de su país y entre los tres primeros hay dos ciclistas.

Este año, el agraciado fue Tom Boonen que, gracias a su espectacular primavera en la que ganó un puñado de clásicas, obtuvo 658 puntos en la votación. El segundo clasificado ha sido un decatleta, Hans van Alphen con 423 puntos y el tercero en discordia, otro ciclista al que no le valió ser campeón mundial, Philippe Gillbert, que ha obtenido 403 puntos de esa votación.

No en vano, el mejor ciclista de la historia hasta que se demuestre lo contrario es belga, Eddy Merckx. Esto ya te da a entender que allí el ciclismo se vive de otra manera. No hay más que ver una clásica de primavera y ver las cunetas de esas carreteras para observar la pasión con la que se vive este deporte. Un ejemplo para todos los países y no sólo me estoy refiriendo a España. 

Pero bueno, para gustos están los colores. Si aquí gusta más el fútbol, pues no pasa nada. A mí también me gusta. No soy uno de esos integristas ciclistas que quieren que el fútbol desaparezca de nuestras vidas y menos ahora que mi Atlético de Madrid la está petando.

Pero si nos ponemos a analizar la diferente visión que sobre la bicicleta se tiene en Bélgica o en el norte de Europa en general, en lo que más habría que poner el foco de atención es en el respeto hacia este mundo y la cantidad de proyectos en pro de su uso. 

Sin ir más lejos, la Asociación Europea de Vías Verdes, es una institución creada en 1998, sí, en Bélgica para el fomento del transporte no motorizado, entre lo que se incluye evidentemente, la bicicleta. Además, varios son los proyectos para el fomento del uso de medios de transporte alternativos que, siempre desde el marco de la Unión Europea, surgen.

Algunos ejemplos de esto último son programas que, en base a los fondos FEDER, han creado vías verdes que intercomunican varios países. Estos programas son REVER AMNO (Irlanda, Reino Unido, Benelux, Francia y Alemania) y REVER MED (zona mediterranea, Portugal, España, Francia e Italia) entre otros.

Pero todo este tipo de políticas, llamémoslas verdes, siempre vienen desde Europa. No recuerdo algún gran proyecto eminentemente nacional en esta dirección. Creo que es un grave error. En mi opinión, el fomento del uso tanto de la bicicleta como de otros medios de transporte alternativos, es una inversión de futuro.

Como ahora todo hay que acompañarlo de un razonamiento económico, el que yo puedo aportar es que utilizando más la bicicleta, se ahorra gasolina y, dado que ganas en salud, se ahorraría también en gasto sanitario, que por otro lado espero que siga siendo público para siempre. No hablo de los beneficios medioambientales porque me parecen demasiado obvios, pero también supondrían un ahorro en el gasto sanitario antes mencionado (enfermedades pulmonares, por ejemplo)

En estos tiempos en los que se podría pensar que no es momento para construir vías verdes para que la gente utilice la bicicleta u otros medios no motorizados, por aquello de la crisis y el no derrochar, creo que ahora es la ocasión perfecta. Lo digo porque , como en su momento sí que se derrochó, existen, y os vais a quedar helados con el dato, 7600 km de vías férreas en desuso o que nunca se llegaron a utilizar, a lo largo y ancho de España. Así que las vías verdes ya están hechas en realidad. Sólo hay que repensar su uso.

Pero para poder tener esta visión, hay que mirar a largo plazo, pero me temo que el cortoplacismo militante de los políticos de este nuestro país, es un serio impedimento para tal fin. Ojalá la dinámica cambie y podamos mirar al futuro con más ilusión y con ganas de trabajar en proyectos ilusionantes y que redunden en pro de la ciudadanía.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Briconsejos made in CICLOTURISMO EN LEÓN

¡Hola a todo el mundo!

Tras la ruta de ayer y por mucho que me afané en limpiar la bicicleta, hoy tuve que "·dar cera-pulir cera" en condiciones y con la ayuda de la caja de herramientas.

Para que las bicis vayan por su sitio y no hagan ruidos incómodos que, a la larga, pueden convertirse en averías, de vez en cuando hay que desmontar, limpiar, engrasar y volver a montar. No hay que tener miedo a desmontar piezas, siempre que luego volvamos a dar marcha atrás en la misma dirección. Si te sobran piezas, mala señal. No es tan complicado.

Yo, personalmente, lo que siempre hago tras un día con lluvia o con el piso ciertamente mojado es desmontar tija y sillín y limpiar toda la zona. Otras cosas puede que no lo haga tan a menudo, pero esto lo repito cada poco tiempo. Como en alguna otra ocasión he dicho, el 70% de los ruidos de la bici, vienen de aquí. Si mantenemos esta zona limpia y algo (y digo algo, que no es mucho) engrasada, evitaremos volvernos locos con los ruiditos.

Otra zona que hoy he desmontado (bueno, en realidad he desarmado La Americana por completo) han sido los puentes de freno. Ahora brillan como recién comprados. También suelo engrasar las partes móviles de los mismos, pero aquí hay que tener muchísimo cuidado porque si manchamos de aceite la banda de frenado de la llanta o las zapatas, podemos tener problemas serios. Así que, ante la duda, como me dijo un buen día mi mecánico, es mejor dejarlo sin engrasar y que salten chispas. Esto es mejor que caerse.

Limpiar el cuadro con un trapo está la mar de bien. Y ya no sólo por el hecho de sacarle más o menos brillo, sino porque te permite inspeccionar toda su estructura. Podemos, de esta forma, detectar posibles pequeños problemas que son fáciles de solucionar (pequeñas muescas o cosas así) Si dejamos esto a su aire, precisamente este elemento puede oxidar (esto es cada día menos habitual dados los nuevos materiales), agrietar o debilitar en general la superficie de nuestra flamante bicicleta.

Otra cosa que yo considero fundamental es tener bien limpia y engrasada la cadena. Tras un día de lluvia y/o suelo sucio y mojado, es imprescindible hacerlo. De no coger este hábito, engrasaremos la cadena sobre sucio y lo que conseguiremos es generar "tronchos" de grasa y suciedad. Conclusión. Cadena con mala vejez. Posible consecuencia. Subiendo un puerto o forzando la situación en general, se nos parte la cadena y trompazo a la vista. Además, estéticamente, una cadena limpia y bien engrasada hace que la bici parezca otra cosa muy diferente.

Limpiar la banda de frenado de las llantas nunca está de más. Puede que haya caído sobre la misma agua con grasa, lo que nos pone en riesgo a la hora de frenar. Esto es importante. Aprovechando la situación, lo que yo hago es limpiar los radios, los bujes y las gomas.

Una costumbre que estoy empezando a coger con ocasión de que mi sillín es de cuero, es tratar la piel como se merece. Dos son las opciones. Una es dándole nivea de la del bote azul de toda la vida y la otra, aplicarle grasa para tratar el cuero, de las que se usan en zapatería. Yo utilizo una u otra opción indistintamente. La verdad es que se nota que el cuero brilla y está más cuidado, evitando grietas indeseables.

En definitiva, que una limpieza a fondo de la bicicleta te supone una hora larga, pero puede que alargue la vida de la bicicleta y evitará, sin duda, averías.

¡Manos a la obra chicos! 

Primeros momentos "plato grande" de la temporada.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer salí a rodar aprovechando el solecito que bañaba los estores de mis ventanas. La mejor de las alternativas que se me ocurrieron fue ir por la primera ruta que hice a lomos de una bicicleta de carretera, hace ya unos añitos. León-Robles-Fenar-La Robla-León.

Lo cierto es que, además de ser una ruta especial para mí, es un clásico básico de todo cicloturista leonés. Ruedas por una zona bonita, no es llana pero no tiene ninguna subida agobiante, en su mayor parte vas por buenas carreteras y al ser, como digo, un clásico, lo más probable es que te cruces con alguien en caso de tener algún problemilla.

Como os decía antes, el sol bañaba los estores de mis ventanas. Todos los días ventilo, como no podía ser de otra manera, y ayer no fue una excepción. No reparé en si hacía frío o no, la verdad, y como luego desayuné y me puse a hacer alguna cosilla, pues me olvidé del tema ambiental. Con que no lloviese a mares como el día anterior, me conformaba.

Comencé a vestirme y ponerme la gala de invierno. Culote largo, camiseta térmica, un maillot corto y, sobre todo esto, la manta zamorana en forma de chaqueta. A esto hay que añadir complementos como un pañuelo en la cabeza que me da aspecto de corsario junto con los pendientes, pero que abriga, los cubre-botas y unos guantes que son más de motero que de otra cosa. Pensé que, al ser 21 de diciembre, por cierto, fin del mundo, tenía que pillarme abrigado habida cuenta de que yo me esperaba un día más o menos fresco.

Desembarqué en la calle y comencé a pedalear. En toda la ecuación algo fallaba. Las ganas estaban a tope. El cuerpo estaba a punto. La Americana por su sitio. Lo que no encajaba eran los 10ºC que había. Y yo con todo el kit de invierno. 

Pero pensé que como estaría cerca de la montaña, por allí refrescaría. Devoraba kilómetros a ritmo de plato pequeño, porque el grande lo estaba reservando para hacer unas pruebas finales, y con mi cadencia de a 100 pedaladas notaba cómo un hilillo de sudor incesante, resbalaba por el centro de mi espalda. "Caloraco hace", dije en alto. Pero ya no podía hacer nada. Tenía que asumirlo. Los puristas seguro que dirán que es mejor pasar un poco de frío porque así el cuerpo rinde más o no sé qué leches. Yo prefiero el calor y el rendimiento se lo dejo a Purito, Contador y Cancelara.

Llegué "al puerto" del día. El Col du Fenar. Tranquilos. Son como 4Km al 4% en el mejor de los casos, pero era la mayor dificultad del día. Me sentí bien subiendo este "coloso" la verdad. Cuando me quise dar cuenta, ya estaba bajando. tan sumido estaba yo en mis pensamientos. El mayor de todos ellos era que, si los Mayas tenían razón, toda esa situación apocalíptica me pillaría lleno de lycra. ¿Qué le iba yo a explicar a San Pedro, Caronte o quién tuviese que ser? Éste último, al darle yo las dos monedas para cruzar la Laguna Estigia, se iba a imaginar cualquier otra cosa, ¡por diosanto!

Paré en una fuente para echar un trago. Dado al calorazo y mis tres capas de ropa, bebía de manera exagerada pero muy necesaria, así que tenía que hidratarme bien. Pero en esta fuente, quien más agua se llevó fue La Americana ya que, al haber estado lloviendo todo el día anterior, la carretera estaba llena de charcos, barro y demás historias, así que una sucinta mirada al cuadro de la bici me hizo comprender que necesitaba un pequeño baño.

Ya encaraba los últimos 25Km del día con la ilusión que me hacían. Digo esto porque serían los primeros kilómetros de la recién comenzada temporada en que metería el plato grande para apretar los dientes y ponerme serio, si es esto posible conociendo cómo soy. 

Tenía inquietud por saber dónde estaba en cuanto al físico se refiere. La verdad es que estaba donde me esperaba. En ese momento en el que, gracias al gimnasio, tengo las patas como Konan y tiro de desarrollo como un caballo percherón. Las rectas por las que rodaba se me quedaban cortas. Podía con los piñones más pequeños y, como era una prueba, no tenía reparos en engranarlos. Durante los 10Km finales, además de ir agarrado abajo, me puse en posición contra-reloj, con la ganancia en velocidad que esto supone. 

Tengo que decir que la prueba fue un éxito, pero como el día era caluroso para lo que suele ser diciembre, y yo estaba abrigado como un diciembre normal requeriría, llegué muy sudado y cansado, pero satisfecho. Además, y esto me hizo especial ilusión porque yo creo que es donde se ve si estás en forma o no, recuperé fenomenalmente bien. A los 2 minutos de soltar, ya tenía las pulsaciones en su sitio y como si nada hubiese pasado. Como digo, todo un éxito.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Purificación.

¡Hola a todo el mundo!

Lo cierto es que durante los últimos días sólo parecen existir malas noticias. No estoy echando balones fuera porque, de hecho, alguna de las últimas entradas parecen sólo tratar de temas densos y negativos. Os pido disculpas porque ese no es mi "modus operandi". 

Lo cierto es que relatan una realidad que vivimos los usuarios de la bicicleta. Y como no quiero empañar eso, el uso de la bicicleta, rompo una lanza en favor de la utilización de la misma y de la práctica de deportes en el exterior, como correr, montaña, etc.

Siempre va a existir un riesgo y, no os voy a engañar, es ese toque de riesgo el que puede atraer, en alguna ocasión, mucho más que el propio deporte. En mi caso, subir un gran puerto de montaña tiene una recompensa enorme. ¿Sabéis cual es? Bajarlo. Bajarlo a todo lo que dé. Para mí es una de las mejores sensaciones del mundo.

El deporte está lleno de satisfacciones que baten con creces a cualquiera de las partes negativas. Y lo curioso de todo es que, cuando te encuentras en medio de uno de esos aspectos negativos, emergen con más fuerza las mieles del deporte. Os cuento un caso que ha sido el origen de esta entrada.

Ayer me tocaba salir a correr. Tenía bajadas las persianas y no sabía qué es lo que podía cocerse en el exterior. El asunto es que, antes de cenar, me enfundé la ropa de correr, tomé las llaves y salí a trotar un poquito. Lo que se estaba cociendo en el exterior durante toda la tarde era lluvia. Pero no unas gotitas, no. Lluvia intensa.

Metro a metro iba mojándome, más y más, sin remedio ninguno. No podía ni levantar los ojos del suelo por la fuerza con la que las gotas golpeaban en mi rostro. Lo único que podía ver eran los focos de los coches, los cuales me hacían pensar en, precisamente, lo que estarían pensando ellos al verme correr con un día como ese.

Una vez que tuve el cuerpo perfectamente calado, eso dejó de suponer un problema y los ojos se adaptaron al repicar de la lluvia, así que pude levantar más la cabeza. Los pensamientos seguían y llegué a la conclusión de que, en realidad, lo que pensase la gente al verme correr me daba bastante lo mismo (como casi siempre)  Quien se estaba perdiendo algo genial era toda esa gente que, al verme correr, dicen que estoy loco.

Es difícil explicar la sensación de purificación que notas al correr bajo la lluvia intensa. Es como que todos los pensamientos negativos, los problemas, las tristezas y todo aquello que te sobra resbalasen, junto con el agua, y cayesen al suelo.

Este tipo de sensaciones yo sólo conozco una manera de tenerlas. Haciendo deporte. Así que os animo a que lo empecéis a practicar o, en su caso, continuéis haciéndolo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Carta para Pedro Delgado.

¡Hola a todo el mundo y hoy de manera especial al más grande entre los grandes! Perico Delgado.

Ayer vi un vídeo en el que renunciabas a un, en teoría, importante cargo que ostentabas dentro del organigrama de la Dirección General de Tráfico. Tu misión era representar a los colectivos ciclistas en pro de la seguridad vial de los mismos.

Tengo que contarte una cosa. Nada más escuchar tus palabras captaste mi atención porque, como no podía ser de otra manera, diste en el clavo, dada tu experiencia, de la misma manera que atinaste aquel día en Luz Ardiden. El tema ciclista está sobre-legislado.

Y es que en cuanto vas a Francia a emular tus hazañas por los Pirineos, de entrada sorprende algo. No es obligatorio el casco. Lo cierto es que yo, a diferencia tuyo, soy muy pro-casco sea o no obligatorio su uso. Pero el caso es que allí no está legislado este tema y puedes pensar: "¡Pardiez! Aquí, los compañeros ciclistas caerán como conejos". Pero lo cierto es que no.

Como bien sabrás Pedro, España lidera las estadísticas en siniestralidad vial con ciclistas implicados. Duros datos que el otro día pudimos poner cara con la trágica pérdida de Iñaki Lejarreta al ser arrollado por un conductor que, por cierto, dio positivo en estupefacientes.

Por otro lado y no conozco el dato, pero no creo que me equivoque si digo que estaremos en el top 5 en emisiones contaminantes dentro de la UE. A todo político que se precie, se le llena la boca al hablar en campaña de reducir las emisiones y bla bla bla. Y con esto enlazo otro de los puntos con los que más captaste mi atención. Las posibilidades de la bicicleta como freno a estas emisiones.

A nadie parece importarle el planeta en estos duros tiempos de crisis. Bueno, a decir verdad, a Los Mayas sí que les importa, pero de manera muy negativa, ya que estamos al borde del apocalipsis según ellos. Pero obviando esto y dándolo por falso, ¿por qué no se fomenta el uso de la bicicleta para reducir dichas emisiones?

Como bien señalas, al legislar machaconamente en torno al uso y costumbres de la bicicleta, lo que parece que se hace es dificultar su utilización, cuando debería de fomentarse. Cuando los carriles bici deberían de estar pavimentados de oro para facilitar su uso. En lugar de eso, se legisla a ritmo de real-decreto donde se señala que tenemos que hacer esto y lo otro.

La verdad es que el cumplimiento de las normas referentes a la bici se hace con mano de hierro por parte de las autoridades ya que conozco muchos casos  de compañeros que han sido parados por uno u otro motivo. En algunas ocasiones de manera justa y en otras de manera rocambolesca. Conozco un caso Pedro, en el que un Guardia Civil paró a una grupeta por rodar de 2 en 2. Puro conocimiento de la normativa. Increíble. E incluso, querido Pedro, en León, que es de donde soy yo, se ha tratado de prohibir (como lo oyes) el uso de la bicicleta por el centro peatonal.

Pero como apuntas de manera acertadísima, no conozco ningún caso de conductor parado por no respetar la distancia de seguridad de 1'5 metros entre ciclista y vehículo. ¿Por qué ocurre esto Pedro? Yo no doy crédito. Siempre que salgo a entrenar, mínimo 3 coches me pasan demasiado cerca. MÍNIMO. Están jugando con mi vida. Sin embargo, en la sociedad impera le creencia de que nos saltamos semáforos, estamos todo el rato en el carril izquierdo haciendo fechorías y cualquier día escucharemos que un ciclista mató a Kennedy. ¿Qué se está haciendo mal?

Te pregunto a ti que has estado dentro de grupos de trabajo más o menos denostados como el GT-44. ¿En qué punto de la cadena, todo el trabajo y las buenas ideas, que seguro que han surgido, se van de cabeza a la papelera?

Me gustaría que me pudieses hacer comprender por qué en la DGT sólo actúan cuando el número de víctimas es escandaloso. Se empezó a actuar de manera activa con los accidentes de tráfico cuando éste infame número era insoportable. ¿Tiene que pasar lo mismo con el tema de las bicicletas? ¿Hay que acabar con los pozos de petroleo para fomentar el uso de la bici como medio de transporte? ¿Tiene que haber 10 ciclistas muertos cada día para que la Guardia Civil actúe contra los conductores imprudentes y no contra la parte frágil de todo esto?

No sé si tú estarás de acuerdo, pero tengo la sensación de que uno de los mayores problemas para que el uso de la bicicleta se extienda y, además, de manera segura, es que las cúpulas directivas no han circulado en bicicleta jamás en sus vidas. Si nunca han tenido de cerca un coche cuando vas en bici y notas esa sensación de impotencia, esa sensación de fragilidad, esa rabia de no saberte totalmente seguro, jamás podrán llegar a comprender el por qué de tanta insistencia.

Parece que cuando decimos que se está jugando con nuestras vidas es una exageración, pero tanto tú, como yo, como los miles y miles de ciclistas de diferentes condiciones, sabemos que es algo muy real. MUCHO.

Con todo esto, amigo Pedro, quiero decirte que te apoyo en tu decisión. Comprendo que, encima, se están aprovechando de tu nombre para dar de paso ciertas políticas con las que no estás de acuerdo. También quiero pedirte un favor. Que no te apartes del todo. No te apartes porque, sin duda, comprendes de lo que cualquier ciclista habla, ya sea urbano, de carretera o deportivo.

La solución y reconducción de todo el mundo del pedal pasa por gente como tú. Gente experta. Gente válida. Gente contrastada. Gente con valor. Te necesitamos Pedro.

Hasta la próxima compañero.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Punto positivo.

¡Hola a todo el mundo!

Así como otras muchas veces critico de manera negativa algunas cosas, acciones u omisiones de las administraciones en contra de del uso de las bicicletas, hoy voy a partir una lanza en favor del Ayuntamiento de León (porque es con el que lidio todos los días, no por otra cosa)

Ayer, de la que volvía a casa después de trabajar utilizando el carril bici, me topé con un camión aspiradora, o como se llame ese artilugio, limpiando a conciencia el recorrido al completo de dicho carril. Y mira que podría decir del mismo que está bacheado de tal forma que yo, muchos días, prefiero mezclarme con el trçafico y, por este motivo, criticar al Ayuntamiento, pero no lo voy a hacer. Hoy toca alago.

Un punto positivo al Ayuntamiento, sí señor (y no estoy de broma). Si este camión no pasase por ahí para limpiarlo, además de bacheado, estaría lleno de piedras, cristales y el resto del kit completo.

Más de estas acciones hacen falta, además de articular una buena red de vías ciclistas, por supuesto.

lunes, 17 de diciembre de 2012

La medio presentación y la exaltación de la amistad.

¡Hola a todo el mundo!

Tras varios días sin tocar la bicicleta, cosa que ya estaba haciendo que la cabeza me empezase a dar vueltas, hoy pude salir. Y como ahora toca hacer fondo, ¿qué mejor que hacer unos 80 Km utilizando mi ruta favorita?

Así que me enfundé la ropa de entrenar duro y salí a la carretera lleno de ilusión. Tenía ganas de comprobar hasta qué punto es útil el gimnasio en esto de la bicicleta. Tengo que reconocer que no es que sea útil, ¡es que es la bomba! El primer lugar donde probé las patas fue en la subida de Castrillino. No es el Tourmalet, desde luego que no, pero tienes que subir 4 km. Al ser una ascensión perfectamente conocida, sabes exactamente cómo estás. Las piernas tiraban como si fuese julio y ya llevasen 10.000 Km encima. Lo que más me sorprendió fue el "momento bielas". Era ponerme encima de éstas y transmitir muchísima fuerza. Qué miedo.

Para resumir el tema entrenamiento, todo salió genial. Hice los kilómetros que tenía previstos, rodé ágil, las pulsaciones en su sitio y las pruebas que hice (incluida una en la postura de la bici) fueron un éxito. El resto fue cicloturismo puro y duro. Pero del bueno, ojo.

Todo sucedió una vez que me metí en mi carretera favorita. La de La Cándana. Es tan bonito rodar por esta zona. Bosque por un lado, al otro unas vegas con caballos, vacas, pueblos y el río Curueño de fondo. Siempre pica para arriba pero de tal forma que te permite disfrutar. 

He pasado por esta zona mil veces pero siempre lo disfruto como si fuese la primera. Y esta vez no fue distinto. En otras zonas me da pereza pararme y sacar fotos, pero en esta, por más que tenga las mismas fotos repetidas una y otra vez me da lo mismo. Me bajo y foto al canto...

¡Os lo tengo dicho! Esta zona es lo más.
Según me acercaba a la montaña pura y dura, porque esto no es del todo montañoso, notaba cómo me sentía en casa. He pasado mucho tiempo por esa zona en mi infancia, así que la tierrina tira que no veas. Me aproximaba a una de las puertas de acceso a la Montaña Central Leonesa. La Vecilla. Era inevitable otra foto aquí. La situación lo estaba pidiendo...

¡¡La entrada!!
El Torreón de La Vecilla
Tras dejar La Vecilla atrás, me puse de nuevo serio durante más de 25 Km. Rodando bien acoplado, ágil y por su sitio. Pero me volví a meter en otra de mis carreteras favoritas que uso, fundamentalmente, para escapar de las tediosas rectas que van de Palazuelo de Torío hasta Villaquilambre. Es una zona que no soporto, así que, aprovechando que existe una carretera, ya no secundaria, sino más allá, que une la carretera de Matallana con la de Santander, rodar por ahí es todo un lujo.

Es genial porque al tener muy poco tráfico, ruedas muy tranquilo. Además, medio conocí a una compañera ciclista. Y digo medio porque nos saludamos por inercia en esta carretera y, tras un par de indagaciones en casa, ambos llegamos a la misma conclusión por separado. Nos habíamos cruzado y no nos conocimos. Si es que con casco no somo nadie...

Pero en fin. El momento grande del día llegaría poco después de este dislate. A lo lejos, vi una finca en la que pastaban plácidamente unos cuantos caballos. Decidí pararme y sacarles unas fotos. Cual fue mi sorpresa al comprobar que ellos tenían la misma curiosidad por mí que yo por ellos. Aquí están las pruebas...






Y después de esta exaltación de la amistad entre especies, ya sólo me quedaban unos 15 Km hasta llegar a casa. Eso sí. Con una satisfacción enorme. ¡Qué gran día!

Ha sido todo un placer. Salud.

¡Hola a todo el mundo!

Iñaki Lejarreta. 29 años de edad. Gran ciclista pero, sobre todo, era una persona. Porque lo que llevan encima las bicicletas son personas. Y a estas personas, cuando un coche les atropella, suelen tener problemas más o menos serios. Por desgracia, el bueno de Iñaki ayer, día 16/12/2012 sobre las 9 de la mañana, mientras realizaba un entrenamiento cerca de Durango, tuvo la desgracia de fallecer al ser arrollado por un coche. Desde aquí mi más sincero pésame y un cálido abrazo a la familia. 

Hasta donde me he podido enterar, Iñaki circulaba por el arcén, con su casco y toda la parafernalia. Todo correcto. Así que, y allá voy, presuntamente la culpa ha sido del conductor.

Y continúo para bingo, porque ¿quién no ha tenido algún incidente con un coche? Mirad conductores irrespetuosos y que tenéis un grave problema con el sentimiento de propiedad. La carretera no es vuestra. Las bicicletas tienen el mismo derecho que vosotros a circular por ellas. El mismo. Pero esto no parece importaros porque, además de pegarnos pasadas a ras de cadera, vayas o no por el arcén, eso os da lo mismo, os ponéis chulos o farrucos, como se dice en mi pueblo, y todavía discutís que si no sé qué de ir de dos en dos (podemos, por si alguno aún no lo sabe) o chorradas del mismo pelo.

Otro de vuestros recursos más usados es decir que como no se nos ve, tenemos que ir más cerca de la cuneta. Mirad. Igual el tema es que tenéis que ir más despacio, o con más atención, o siendo conscientes, insisto una vez más, de que la carretera no es vuestra y que la compartís con nosotros. ¿O lo que pretendéis es que no salgamos con la bicicleta? Pues me gustaría deciros que si no se usa más la bici es por vuestra culpa. A la gente le da lo mismo pasar frío, pero por lo que no están dispuestos a pasar es por un atropello.

Sinceramente, creo que el problema de esta historia es vuestra, conductores. Sin más paños calientes de "es que a veces los ciclistas no sé qué" y rollos de esos. Estoy hasta las narices de eso. Por mucho que te endiñe yo con la bici, perdona que te diga, no te voy a matar. Tú, sin embargo, si me atropellas, no lo cuento. Luego se lo explicas a mi familia y amigos. "La cosa es que no le vi..." "Lo siento muchísimo...", mingadas de esas. Creo que el perdón, a día de hoy, no resucita y el tiempo, por mucho que se diga, cura más bien poco.

Se acabó con el debate de una maldita vez. Si tienes que detener tu coche porque no lo ves claro a la hora de adelantar a un ciclista, lo paras. Por muchos caballos que tenga tu coche, que usas para compensar las pocas neuronas que montas en la cabeza, detienes el coche y esperas a poder adelantar con garantías, dejando espacio de sobra y todo eso.


Pero lo triste de todo esto es que por mucho que escribamos otro blogger, la madre que parió a Panete o yo, va a dar lo mismo. Mañana, cuando salga a entrenar, un coche me pegará una pasada asesina que me deje sin aliento y me haga apretar el culo. Por mucho que mente a la madre de es@ desalmado, puede que ni siquiera se dé cuenta de lo que acaba de estar a punto de suceder.

Y eso es lo triste. Que no depende de nosotros. Depende de personas que, seguramente, sienten que las bicicletas estorban. Que las carreteras y las ciudades están hechas por y para los coches. Todo ese rancio, gris y reaccionario pensamiento.

Y así nos va. Que quien sabe de las cosas (y no me estoy incluyendo dentro de ese grupo) no suele legislar sobre la materia. Es mejor colocar a un amigo de un amigo o a esa persona a la que debo un favor y suma y sigue. Mucho mejor así, dónde va ir a parar.

España es el país de la Unión Europea con mayor mortalidad ciclista. Qué bien, ¿eh? Ahora estarás contento, conductor. La carretera para ti solo. Qué bien. Eres el mejor. Intenta ir a por el récord mundial. Yo creo que puedes. Esto va con mucha ironía, por supuesto. 

Mientras tú entrenas para ello, yo tengo más agallas que tú y seguiré entrenando y yendo en bicicleta a trabajar. Pero antes de seguir con mi vida, si tienes a bien, cosa que no has permitido a Iñaki, o a Víctor Cabedo, o a tantos otros que habrás mandado a Toledo, deja que les diga algo a mis familiares y amigos varios.

Chicos, hasta siempre. Puede que mañana leáis en el periódico que un conductor me ha pasado por encima y que, por mucho que lo intentó el cuerpo médico, lamentablemente todo intento fue inútil y fallecí. Así que buena suerte y hasta luego. Ha sido todo un placer. Salud.

Ayer fuiste tú Iñaki, pero todos los días que salgo con la bicicleta soy consciente de que el siguiente puedo ser yo o algún amigo. Acabo de tener la suerte de despedirme. A ti no te dejaron ni siquiera eso. Hasta siempre compañero. Un beso enorme a la Familia Lejarreta.

P.D. Toda esta entrada, en un primer momento, tenía varios insultos junto a la palabra "conductor". He decidido no rebajarme como suelen hacer ellos al adelantarnos. La expresión habitual, a golpe de acelerador y con la ventanilla del copiloto bajada es: "¡Putos ciclistas! ¡Siempre en medio!" Esto es así, vayas por donde vayas. Esta es la realidad. Para que después vengan con historias.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Malos tiempos para la lírica y para...

¡Hola a todo el mundo!

Los dos últimos días he tenido el mismo plan. Este era salir a rodar con la bici y empezar a sumar kilómetros de manera seria. Pero tanto un día como otro, me he topado con algo que ha hecho que tenga que reorganizar los planes porque el tema bici es, sencillamente, imposible. No es que llueva, no. Es que diluvia. No está oscuro, no. Es que vivimos en una continua noche. 

Todos estos ingredientes hacen que o bien me toque salir a correr, siempre que amaine el temporal un pelín (a estas horas está lloviendo muchísimo) o bien toca ir al establo, o gimnasio como lo llaman otros.

Estos últimos días en los que estoy haciendo entrenamientos de calidad, los he hecho apartado de la bici, lo que hace que la añore muchísimo. Correr (que no me disgusta) y gimnasio (que me aburre) son mi rutina estos días.

Pero cuanto más voy al establo más noto que se me va de las manos. Lo digo porque, como he comentado en alguna ocasión, tengo muchísima facilidad para ganar masa muscular y, a nada que empiezo a levantar metal, me pongo como un oso pardo. 

Hasta ahora había controlado el tema haciendo muchas repeticiones con no demasiado peso, pero hacer siempre lo mismo en el gimnasio me llega a aburrir, así que ayer en la prensa de piernas, para divertirme, en lugar de hacer lo de hasta ahora, empecé a cargar peso a ver hasta dónde llegaba...Mejor no os digo cuántas roscas metí...jajajaja.

Así que, como veo que hoy me va a tocar gimnasio o algo así, espero controlarme, pero no prometo nada. Malos tiempos para la lírica y para el cicloturista de carretera.

¡Que tengáis un gran día amig@s!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Meter puntera y talón.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy era un día formidable para salir a rodar con la bicicleta. Al menos en teoría, porque llevaba unos cuantos en los que no la tocaba y sobre todo había estado saliendo a correr. No lo digo en plan lamento. En realidad, salir a correr me encanta, pero andar en bici más.

Ayer por la noche, como si de un primerizo se tratase, preparé la ropa que me iba a poner. E incluso ideé la ruta a desarrollar. Decidí que nada de medias tintas. Una ruta de unos 80 km y que me gustase. Pensé que ir al norte sería genial porque entraría en contacto, casi con toda seguridad con la nieve, eso sí, en las cunetas. El plan era éste, pero algo se interpuso en mi camino. La niebla y la lluvia.

Este par de inconvenientes atmosféricos hicieron que me replantease la mañana. Todo parecía indicar que salir a trotar era la mejor opción. Pero quería hacer algo más duro de mis habituales 45 minutos de trote por asfalto. Hoy tenía ganas de darme caña y para conseguirlo, al menos en mi caso, eso significa meter puntera y talón corriendo por el monte. 

Así que el destino estaba claro. El monte de "Los Pinos". Para los no leoneses, voy a situaros. En León, tenemos la gran suerte de tener un bosque muy grande a 20 minutos caminando desde el centro de la ciudad, así que con respecto a donde vivo yo, está a la vuelta de la esquina. Pero un bosque con sus animalillos corriendo por ahí, sus pistas de tierra y todo el tema. Sobre todo hay pinos, de ahí su nombre, pero hay de todo.

Por tanto, a pesar de la fina lluvia (la niebla era meona) me dirigí hacia el monte. Para dar algún paseo esporádico, sí que había estado hacía poco tiempo, pero corriendo y con la intención de machacarme, hacía mucho más. Y como tenía ganas, pues se apoderó de mí el ansia viva. Aparece cuando menos te lo esperas, ya sabéis. 

Por meter puntera y talón, a lo que me refería antes es a lo que pasó en cuento te metes por "Los Pinos". No hay ni un solo metro llano, con lo que o estás subiendo rampas enormes o bajándolas, así que correr por esta zona es una batalla continua. Si a esto le sumamos que, gracias a la llovizna, el terreno estaba al más puro estilo del cross de Venta de Baños, cada paso era un resbalón. 

Todas estas circunstancias eran las que andaba buscando, así que no interpretéis en mis palabras queja alguna. He disfrutado como hacía tiempo. Y vinieron a mi mente muchísimos recuerdos ya que esto de la puntera y el talón, hace algún añito lo hacía todos los días. No os digo más que me abracé a un árbol sobre el que solía estirar y que hoy volví a utilizar para tal fin. Mantuve una conversación con él. Le pregunté que qué tal todo, cuánto tiempo...ya sabéis...lo típico. Una cosa nos llevó a la otra y le abracé. No sé que pasó.

Este momento de exaltación de la amistad vegetal suponía la mitad del camino. Y ya habían pasado 25 minutines, así que, redondeando, me quedaba otra media hora de carrera, la gran mayoría de puntera y talón. Así que, tras las despedidas, proseguí mi camino. 

Mientras me encontraba enfrascado en la lucha contra las rampas, las bajadas y las curvas con una combinación de lodo fresco y lodo congelado que, de caer sobre él, hace el efecto de cuchillas de afeitar, no me estaba dando cuenta de la cantidad de energía que estaba derrochando. Como digo, hacía tiempo que no entrenaba así y el ansia viva llevaba todo el rato conmigo. Esto hizo que lo de dosificar no estuviese hecho para mí en el día de hoy, con lo que al salir, después de 40 minutos, a terreno llano y asfaltado, empecé a notar una sensación muy conocida y que no me agradaba nada. 

Si os comento que empecé a tener una sensación de extraño vacío en el estómago y una leva pesadez de piernas, ¿a qué os suena? Pues eso. Empecé a mirar por los cielos a ver si localizaba a la pájara que se me estaba viniendo encima. 

Así que mi nueva lucha ya no era contra el terreno resbaladizo y empinado. Era contra el tiempo. Me faltaban X kilómetros y los tenía que hacer de la manera que más ahorro de energía supusiese. A cada paso que daba notaba cómo dejaba unas fuerzas muy valiosas. Se me estaba haciendo pelota ésta última parte. La prueba definitiva de la magnitud de la pájara fue cuando, una vez ya cerca de casa, tuve que subir y bajar un bordillo de una acera. Al hacerlo pensé que se me desmontaban las caderas y que tenía que llamar al 112. Así que, tengo que decir que la pájara fue de las buenas.

Pero como ya estaba cerca de casa, esta situación no duró mucho. No es como las que te dan en bici que duran unos cuantos Km, durante una hora o así. Esta la noté 10 ó 15 minutines, así que no fue para tanto pero, ojo. Fue.

Por lo tanto, como hoy salí con la firme intención de darme una buena soba, creo que el objetivo está cumplido y, os puedo asegurar que más que de sobra. Mañana espero poder rodar en bici.

¡Que vaya bien!

lunes, 10 de diciembre de 2012

La "enfermedad" se extiende rápidamente.

¡Hola a todo el mundo!

Os tengo que confesar que desde que empezó el mes, estoy un poco perezoso. Entre el trabajo y demás historias, no he tenido demasiado tiempo, así que uno hace lo que puede que, como vais viendo, últimamente es salir a correr.

Está bien porque, por un lado me sigo ejercitando y por otro, estoy rememorando tiempos pasados en los que, sobre todo, practicaba atletismo. Sin embargo, y muy a pesar de esta fantástico deporte, a mí el ciclismo siempre me atrajo un montón, así que mientras corría, en realidad me imaginaba rodando en una bicicleta.

Una de las zonas por las que solía a ir a entrenar (a día de hoy aún la utilizo) es un monte cercano a León llamado Las Lomas. Me gustaba ir por ahí por la cantidad de rampas con las que te tenías que enfrentar. Día tras día, notabas que entrenando por esta zona, conseguías mejorar un montón los tiempos en las diferentes pruebas. Pero yo no pensaba, como digo, en eso. Me imaginaba yendo en bici y subiendo algún puerto de los que, años más tarde, conseguiría conquistar. Hasta tal punto llega la enfermedad de la bicicleta.

Y esta enfermedad se extiende muchísimo. Al principio forma parte residual de tu vida. Sales a entrenar unas 3 días a la semana, limpias la bici y cosas así, pero poco a poco te das cuanta de que se te mete dentro del hueso. Empieza a apoderarse de más y más partes de tu tiempo y de tus pensamientos. En mi caso particular, esta enfermedad ya ha dado un par de pasos definitivos.

El primero de ellos es la utilización, de manera casi enfermiza, de la bicicleta en ciudad. Hasta hace poco la utilizaba de manera aislada. Solía ir a todos los lados andando, pero ahora siempre que puedo salgo con la bicicleta. Rápido, limpio y además me encanta. ¡Qué más se puede pedir!

El segundo paso que ha dado la enfermedad de la bicicleta en mí, ha sido la falta de respeto ante las tuercas, rodamientos, cables y todo tipo de componentes. Ya desmonto sin miedo ninguno casi todas las partes de las bicis con buenos resultados. Lo hago para engrasarlas, limpiarlas y cosas así. Pero sobre todo empecé a hacer esto para conocer todas las partes de la bici. Todas y cada una de ellas. De hecho, hoy he vuelto a quedarme con los rodamientos de la dirección en la mano y la mismísima horquilla se desprendió del cuadro después de varios años. Menudo avance.

En definitiva, el componente lúdico abarca todo aquello que está relacionado con la bicicleta a pesar de que lo esté llamando "enfermedad", así que esta semana que tengo más tiempo libre, voy a salir a entrenar de manera normal para terminar con esta ciclopereza. Eso sí que es enfermedad y no el goce y disfrute.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Mis queridísimos anónimos.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy quiero dedicar la entrada a mis queridísimos anónimos. Sí a ti. Que tras un duro día de trabajo sales a entrenar a pesar de que no te apetece demasiado y, aún así, sales a rodar un poco. Y a ti también, que aún siendo tarde, a pesar de que esté lloviendo y haga frío, sales a correr.

Mucha gente pensará: "ya bueno, pero eso lo hacen porque les gusta y no les cuesta". Pues yo os voy a confesar un secreto de los deportistas anónimos que practican deporte por amor al arte y no por dinero. Hay veces que sales a entrenar y, ¿sabes?, no te apetece nada. Pero nada de nada. 

En muchas ocasiones, levantas la persiana y el día está gris, con viento y frío. Tú has tenido una temporada de mucho estrés, has tenido demasiado trabajo y lo que te apetece es sentarte en el sofá y que ahí te las den todas. Sin embargo, algo tira de ti. Es algo mental que impide que te sientes y en menos de 10 minutos, ya estás haciendo deporte.

Cuanto todo esto porque hay veces que no es fácil hacer deporte. Cuesta mucho y ya no sólo de manera física. Tiene muchas implicaciones tanto psíquicas, como sociales, familiares y demás. Pero todas ellas creo que compensan. Esta última opinión se ve condicionada por mi carácter positivo de serie, eso es verdad, pero analizándolo fríamente, sí que compensa sí. 

Sólo sí consigues superar todos los impedimentos de esos días difíciles para salir a entrenar, entiendes la satisfacción que te reporta haber superado al mayor de tus rivales. Tú mismo. Ese y sólo ese es el mayor de tus competidores. 

Porque es muy fácil entrenar y sufrir al máximo ese día que tienes unas ganas locas de sacar la bici o ponerte las zapatillas e ir a correr. Pero el día que no te apetece, ese es el que marca la diferencia. Y al llegar a casa, esa satisfacción personal es insuperable. Te crees capaz de todo.

Mi queridísimo anónimo. Para finalizar quiero decirte que en esos días difíciles, cuando piensas que estás loco y que no sabes qué demonios haces entrenando con ese día tan malo, o a esas horas o lo que sea, quiero decirte que no estás ni solo ni sola. Hay otra mucha gente haciendo lo mismo que tú. Sin desfallecer, sin parar, sin descanso. Pero con mucha satisfacción y muchas esperanzas. No estás solo. No lo estás para nada.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Vencer a la pereza tiene premio.

¡Hola a todo el mundo!

Ayer fue un día, podría decir que fantástico. Todo empezó como casi siempre. Me levanté y comí (porque esta semana estoy de noche). Después de desarrollar tan deliciosa acción, me senté en el sofá y me puse delante del ordenador a ver qué había estado haciendo el mundo sin mí. 

Descubrí que seguía todo en su sitio. El sol había salido, parecía que se pondría y todo el mundo lanzando mensajes negativos por doquier. Como creo que somos nosotros quienes tenemos que construir la realidad y no la realidad a nosotros, decidí en ese momento cerrar los ojos y oídos a todos esos mensajes pesimistas cosa que, por otra parte, llevo haciendo mucho tiempo. Os lo recomiendo. Yo soy mucho más feliz.

En fin. Que mientras filtraba mi entorno, poco a poco la pereza se fue apoderando de mí. Como el día anterior no había hecho nada de deporte (lo tenía programado así), ayer sentía la obligación de ejercitarme en un nuevo capítulo de la pretemporada. Pero es que la pereza estaba reinando en torno a mí.

De repente me levanté del sillón y abrí la caja de herramientas. No sé por qué lo hice, pero así fue. Cogí mi rejuvenecida BH, que ahora es la más ágil de la ciudad, y me dispuse a abrirla en canal. Sí. Todo lo que pudiese ser desmontado lo fue. Es decir. Todas las piezas por pequeñas que fuesen. 

Le hice una limpieza a fondo con su engrasado correspondiente. Ella me lo agradeció. También le hice un par de ajustes en su geometría para que fuese más cómoda. Al llevarla al trabajo descubrí dos cosas. Que efectivamente era más cómoda tras los ajustes y que hacía un ruido raro. La acabo de desguazar otra vez y he solucionado el problema, así que esto engrandece aún más el día de ayer.

Como os decía, éste fue fantástico. Tras la parte de mecánica del día, me volvió a envolver la pereza. Veía cómo la luz solar se marchaba y el reloj avanzaba sin descanso. "Día perdido", pensé. Pero acto seguido me respondí (sí amigos, estaba hablando sólo): "En estos días es donde se marca la diferencia".

Y tras hablar con una supercampeona (si lee esto ella sabe de quien hablo) me enfundé mi ropa de correr y salí al helado exterior. No os voy a engañar. En ese primer momento me pareció la peor idea que había tenido después de muchos años. Aquel día que mezclé nocilla y lentejas fue terrible. La sensación térmica era dramática, pero al pasar por un termómetro y ver que señalaba -3ºC y bajando, hizo que me quisiese dar la vuelta.

Pero como no era mi primera batalla con el general invierno, proseguí mi camino. Entre otros pensamientos, emergió un recuerdo referente a mis años de runner puro y duro. Recordé la cantidad de días de frío, nieve, lluvia y demás impedimentos que se interpusieron en mi camino pero que nunca fueron suficiente como para hacerme parar. Miré en dirección a Las Lomas, un monte cercano a León por donde yo salía a correr todos y cada uno de los días del año. Cuando digo todos es todos.

Justo en ese momento, de entre las nubes salió una luna enorme y color miel preciosa. Ahí empezó a cambiar el día. El espectáculo era grandioso. Comencé a trotar por una zona con poca luz, por lo que las estrellas eran visibles perfectamente. La combinación de estrellas y luna hizo que pareciese que estaba sentado en uno de los anillos de Saturno. 

El frío desapareció. La pereza quedó atrás. Había vuelto a triunfar bajo la fría mirada del general invierno. Nada me importaba, ni siquiera los -5ºC que marcaba  en ese momento, el termómetro de antes.

Si consigues vencer a la pereza, por regla general, obtienes una gran satisfacción personal y, con un poco de suerte e imaginación, puedes sentarte en un anillo de Saturno. ¡Qué gran día!