¡Hola a todo el mundo!
En esta segunda entrega
de un mundo de ciclismo-ficción con nuevas normas para encontrar un
camino distinto y mejor de cara a contar con un ciclismo más
atractivo de cara a todos los actores de este mundillo, voy a
intentar plantear un nuevo horizonte en cuanto a dos aspectos que, en
mi opinión, darían mucho aliciente e igualarían enormemente este
mundo del ciclismo. La política de fichajes y la política salarial
en el ciclismo.
De antemano tengo que
señalar que es algo tan amplio, complejo y complicado que, insisto,
esto es una ficción con seguramente enormes fallos, aspectos que se
me pasarán por alto y un largo etcétera de “iés” sin punto,
pero allá vamos con el grueso de mi idea de ciclismo-ficción.
Para empezar, decir que
siempre he creído que si hay modelos que funcionan, ¿qué hay de
malo en intentar emularlos? Esto es aplicable a cualquier aspecto de
la vida y el deporte forma parte de la misma. A mí me encanta la NBA
y varios deportes de las llamadas Grandes Ligas de Estados Unidos
comparten normativas. No son en todas estas ligas las mismas pero sí
que muchas de esas normas son similares. Creo también que uno de los
pilares fundamentales de estos deporten norteamericanos es
convertirlo todo en un show fácilmente vendible como “producto”
que las televisiones quieran comprar y, de esta forma, tener enormes
ingresos por esta vía y repartirlos entre todos los integrantes del
negocio. Esto que os presento es un resumen muy burdo pero viene
siendo la base de todo el circo que tienen allí montados los USA.
Teniendo en cuenta esto,
ahora voy a poner otra premisa en todo mi argumentario antes de
desarrollar los asuntos a tratar. Nuestro amado deporte, el ciclismo,
es sensiblemente diferente a otros muchos, incluso europeos. Se
fundamenta en algo que no tiene tantísima relevancia como en otros
deportes. La tradición. Las Clásicas, el Mundial, el Tour, el Giro
y, en menor medida, La Vuelta, viven gracias a la mística de su
pasado y al desarrollo de un relato para dejar un bonito legado por
parte de las actuales figuras.
Otra peculiaridad que
diferencia mucho al ciclismo del resto de deportes y, aquí ya
empiezo a desarrollar un poco los asuntos, es que económicamente
vive de la exposición a la que se vea sometida la marca
patrocinadora de los equipos. A cuantas más y mejores carreras pueda
acudir un equipo patrocinado por una marca concreta, más exposición
y, por tanto, más interesada estará la marca en aportar más
dinero. Digo esto para hacer una separación de la idea que tengo del
modelo que a mí me gustaría instaurar en el ciclismo. El modelo
NBA. Separar el ciclismo del paradigma que me interesaría imponer en
él parece contraproducente pero creo que entender que no son mundos
iguales ni parecidos es básico. La NBA ha creado una marca en sí
misma y lo que vende no es a los Bulls o a los Lakers o a cualquier
otra franquicia. Lo que pretende vender es la marca NBA.
Está claro que no puede
hacerse esto en el mundo del ciclismo, pero sí que podemos empezar a
crear un relato y algo muy atractivo de vender más allá de los
apasionados del ciclismo. Se podría crear una historia dentro del
propio deporte además de la que ya tiene de por sí, como comentaba
antes, gracias a la tradición con la que cuenta. Recordad que las
primeras carreras datan del S. XIX y muchas de ellas siguen
disputándose.
Un aspecto de los
deportes que siempre crea muchísimo interés es el tema de los
fichajes. En el ciclismo, no es que pasen desapercibidos ni mucho
menos pero es algo que se da en temporada invernal, a pesar de que las
negociaciones se den a lo largo de todo el año, pero este
ámbito del deporte pasa bastante de puntillas por todo el escenario.
Bajo mi punto de vista y dentro de mi idea de ciclismo-ficción, a
todo eso habría que darle más bombo y crear un relato muy atractivo
de vender.
Dos serían los periodos
de fichajes. Uno entre el final del Giro y el inicio del Tour (en
base al calendario que lleva aplicándose los últimos años) y otro
al final de temporada. De esta forma, podríamos ver a Landa
empezando a correr la temporada con Movistar y, después del Giro,
fichando por Bahrein-McLaren, por ejemplo. Qué duda cabe que sería
muy entretenido ver cosas así, ¿no creéis?
Pero más entretenido
sería si los fichajes no fuesen a golpe de talonario. Habría que
intercambiar corredores. Por ejemplo, si el Movistar entiende que
debería de reforzar su plantilla porque tiene poca clase media,
quizás le interese vender a Soler a cambio de dos o tres buenos
corredores.
Y aquí es donde empezaré
a desarrollar el asunto más rimbombante de mi ciclismo-ficción y
donde más aspectos copio del mundo NBA. El límite salarial.
El límite salarial en la
NBA se fija a través de un tanto por ciento de los ingresos
televisivos que son absolutamente bestiales. Esto es lo que no se
puede copiar de la NBA porque los ingresos que tiene el ciclismo por
este lado es de risa. En mi ciclismo-ficción este límite deberían
de fijarlo mediante negociación la UCI, la Asociación de Equipos
Profesionales y la Asociación de Ciclistas Profesionales. Aquí no
sé si debería de entrar en dicha negociación los organizadores de
carreras, la verdad, tengo dudas, pero como digo, en este mundo de
ciclismo-ficción hay cabida para muchísimos ajustes.
Una vez fijado el límite
salarial, en teoría deberían de igualarse las fuerzas de los
equipos en cuanto que sería más complicado que un equipo tipo Ineos
pudiera existir, siempre refiriéndonos a la plantilla que tienen.
Cosa diferente es el presupuesto que cada equipo logre conseguir en
base a lo que obtenga de patrocinadores, ojo. Si Movistar decide
aportar al equipo de ciclismo 20 millones de euros, allá ellos, pero
si el límite de esos 20 millones para salarios es de, por ejemplo, 8
millones, de ahí no podría pasar salvo algunas excepciones que
luego veremos. El resto del presupuesto, esos otros 12 millones,
pueden emplearlos para desde material, pasando por viajes,
tecnología, etc. Eso sería otra cosa.
¿Cómo funcionaría el
tema de los salarios? Habría diferentes escalas salariales con un
límite salarial que no podría sobrepasarse. Estas escalas se
fijarían en base a los años de profesionalismo de cada corredor.
Por ejemplo:
1ª Escala.
Neoprofesionales y segundo año. Aquí el tope salarial sería de un
20% con respecto al límite salarial fijado por UCI, equipos y
corredores.
2ª Escala.
Tres años siguientes al fin de la primera. Tope
salarial, 25%. Esta segunda escala no sería aplicable a corredores
que terminaran la primera escala salarial con más de 23 años,
pasando directamente a la 3ª escala salarial.
3ª Escala.
Tres años siguientes al fin de la segunda o del fin de la primera
pero con más de 23 años. Tope salarial, 30%.
4ª Escala.
Siguientes años tres finalizar la tercera escala. Tope salarial,
35%.
Una vez fijados estos
límites vamos a hablar de lo que sucedería en situaciones de este
ciclismo-ficción. Hay que tener en cuenta que lo que se fijan son
los salarios límites por arriba. Es decir que esos topes salariales
sólo los cobrarían las figuras o corredores absolutamente
esenciales en los equipos y que tuviesen una gran capacidad de
negociación.
Así por ejemplo, si
tienes a Evenepoel, claro está que cobraría el tope salarial de la
1ª escala. El 20% con respecto al límite salarial. Dicho esto, ya
no se nos podría ir la mano a la hora de otorgar topes salariales a
discreción ya que de hacerlo, el resto de corredores serían de los
que menos cobrasen o serían muy jóvenes, con lo que nuestro equipo
dejaría de ser competitivo, o sólo podríamos optar a que esa
figura brillase por encima del resto, mermando la fuerza del equipo
en su conjunto.
Todo esto haría que las
principales figuras del pelotón se tuviesen que repartir por todos
los equipos si es que quieren llegar a un tope salarial. Eso o
rebajarse el sueldo y cosas así. Habría que hacer una ingeniería
salarial muy buena para tener un equipo competitivo. No valdría con
ser el Ineos y ver que Carapaz es un enorme corredor y sacar la
cartera y ficharlo. No.
En el caso de Carapaz lo
que se tendría que haber hecho con las normas que yo establezco aquí
es que, debido a que lo que se intercambian son corredores, Carapaz
tendría que ser cambiado o por un corredor top del Ineos, tipo
Thomas o algo así, o por más corredores con menos salario que un
top, pero con mucha calidad, por ejemplo Sosa más Poels o algo así.
Como veis, se abre todo
un universo de situaciones tanto deportivas como contractuales muy
pero que muy entretenidas y que requerirían de pensar mucho las
cosas.
Más situaciones
contractuales que se darían serían debido a la duración de los
contratos, porque los contratos, en esta idea mía, durarían lo que
estipulan las escalas anteriormente citadas. Sólo la primera duraría
2 años. El resto de contratos se realizarían de tres en tres. Con
esto hacemos que si yo ficho en mi equipo a un corredor que viene del
Cofidis, por ejemplo, y está en su segundo año de la tercera
escala, en esta escala en mi equipo sólo permanecería el siguiente
año (completaría su estancia en dicha escala), porque la siguiente
renovación sería por otros tres años y en la última escala.
¿Haría esto de los
corredores una pandilla de mercenarios que al llegar al tercer año
cambiarían siempre de equipo en busca de mejor contrato? No creo que
esto sea muy diferente a día de hoy, pero tranquilos porque he
pensado en ello también, porque aquí empiezan las excepciones al
límite salarial.
En este mundo de
ciclismo-ficción establezco una excepción al límite salarial para
los corredores que opten por renovar su contrato con el equipo en el
que están contratados. Al cambiar de escala hemos visto que el
incremento del tope salarial al pasar de una a otra es del 5% pero
para estos casos de renovación de contrato en el mismo equipo, ese
incremento sería del 8%. Ejemplo práctico. Evenepoel está en su
equipo cobrando el tope de la primera escala. Su equipo está claro
que ha hecho un esfuerzo en temas de formación y de más, así que
esta excepción también protege este asunto ya que si Evenepoel no
renueva por su equipo y ficha por el UAE, por ejemplo, cobraría el
tope de la segunda escala (un 25% del tope salarial) pero si renueva
por su actual equipo pasaría a cobrar el tope de la segunda, sí,
pero con la excepción por renovación, esto es, el 28%, que en
términos monetarios puede que le supongan unas decenas de miles de
euros. Seguramente le interese renovar.
¿Qué hay de los
corredores que no renuevan por sus equipos? Se convierten en Agente
Libres con capacidad para negociar con cualquier equipo y a su vez,
cualquier equipo podría ficharles sin tener que “vender” a otro
conjunto algunos de sus corredores. Ejemplo. Si yo quiero fichar a
Carapaz mientras él tiene contrato y soy el responsable de fichajes
del Ineos, mi moneda de cambio son los corredores de mi plantilla y
he de negociar a ver qué le parece buen trato a Movistar. Pero si
Carapaz termina contrato y no quiere renovar por Movistar por lo que
sea, yo ya puedría ficharle sin ceder parte de mis corredores,
aunque sí que me cargaría con otro sueldo, limitando de esta forma
mi espacio salarial.
Como veis, en este
universo de salarios, topes salariales, fichajes y demás pueden
darse un montón de situaciones que generarían muchísimas historias
que contar. Todo un mundo de relatos la mar de interesantes harían
que la prensa especializada vendiera más ejemplares, algo más de
espectáculo habría, algo más de morbo y, estoy seguro de ello, más
igualdad, con lo que las carreras ganarían es interés. Puede que el
desarrollo de todo esto nunca lo vean mis ojos, pero también pensé
que nunca se daría tal circunstancia en la NBA y esto es el día a
día en esa liga de baloncesto y en casi todo el deporte profesional
de los USA y os aseguro que es muy entretenido.
Espero que os haya
gustado esta nueva entrega de mi ciclismo-ficción y os animo a que
participéis dejando comentarios que enriquezcan todo esto porque
seguro que se me ha ido la mano o puede que penséis en algo
interesante. Os leo.