miércoles, 29 de febrero de 2012

Tesoros del cicloturismo. Carretera de La Cándana.

¡Hola a todos y todas!

Hoy, en esta sección de Tesoros del cicloturismo no voy a mencionar un puerto de montaña mítico, ni un lugar tremendamente conocido por el que cientos de cicloturistas pasen cada semana. Hoy voy a describir un tesoro que lo es, sobre todo, para mi particularmente.

Se trata de una carretera secundaria de la Provincia de León, que une las localidades de Barrio de Nuestra Señora y La Vecilla. Es la CV-130-3. Yo siempre la llamé la "carretera de la Cándana" al ser este uno de los pueblos por los que transcurre esta preciosa ruta, pero hay otros muchos pueblos como Barrillos, Pardesivil, la Mata y algún otro pueblo, pero el nexo de unión de todos es el río Curueño.

La zona es famosa por un tipo especial de gallos que se crían por aquí. Son muy apreciadas sus plumas para la elaboración de las moscas de pesca. Como anécdota, puedo señalar que se han intentado criar estos gallos en otras zonas pero las plumas no les nacían de la misma manera. Son muy de la tierra parece ser.

Ya refiriéndonos al cicloturismo, la carretera de la que os hablo, cuenta con un firme en perfectas condiciones y casi no tiene tráfico, por lo que es un lugar perfecto para rodar. En dirección a La Vecilla, la marcha siempre nos pide un esfuerzo, ya que pica hacia arriba. Por los pasos a través de los pueblos, siempre se estrecha el camino y es raro el pueblo que no cuenta con una fuente generosa.

Cuando se toma el desvío de esta carretera en Barrio de Nuestra Señora, ya se nota que es un lugar que promete. Sólo con levantar la mirada, vemos que lo que nos disponemos a cruzar, es un valle con unas impresionantes montañas al fondo. El valle no es muy cerrado, ya que cuenta con una vega junto al río, donde las gentes de la zona realizan tareas agrícolas y ganaderas, pero siempre a pequeña escala, lo que confiere a esta zona un encanto especial.

Parece que el tiempo se ha detenido. Los pueblos, con sus casas de piedra, en algunos casos, y de adobe, en otros tantos, nunca superan las dos alturas. De planta cuadrada y construcción sobria, da la sensación de que llevan ahí toda la vida. Todas estas localidades, me recuerdan muchísimo a mi infancia. De hecho, el pueblo donde pasé tantos y tantos veranos, Boñar, no anda lejos. Cuando pedaleo entre las casas, según la época del año, me huele a leña, a hierba y, sobre todo, a vida. Porque no es habitual encontrarse pueblos en los que exista demasiada actividad por estas zonas y, en estos, da la sensación de que sí la hay.

Según pasan los kilómetros, vemos como las vegas ya no son tan extensas, ganando terreno lomas de monte bajo por la parte derecha de la carretera. La montaña de la izquierda, siempre está cubierta de vegetación. Cuando no son robles, son pinos. Esta variedad vegetal, en los calurosos meses de verano, nos va a ayudar a soportar el calor.

Pero, de todos modos, no hay problema, porque como os comentaba antes, siempre hay fuentes de agua fresca y generosa.


Este sólo es uno de los muchísimos ejemplos de fuentes que nos encontramos en la marcha. Esta no es muy vistosa, sin embargo, hay otras muchas coronadas con algún tipo de pequeña escultura, como un gallo, un león, o cosas así.

Rellenado el bidón y, seguramente, ya inmersos en la tremenda sensación de paz que genera esta ruta, continuamos medio hipnotizados. Nuestro objetivo, La Vecilla, es el inicio de muchas rutas, pero aún debemos llegar hasta allí.

El valle se cierra más y más. Parece que la vegetación, por algún motivo que se nos escapa, decide cambiar de lado de la carretera, así que ahora tenemos una exuberante parte derecha de la carretera y una parte izquierda prácticamente limpia.


Esto es en febrero, pero en primavera y en verano no podemos ver a través de tanto árbol.

El río Curueño se está haciendo cada vez más pequeño, por lo que, a la paz reinante, le sumamos el relajante sonido del agua de los rápidos. Parece que llevamos horas y horas pedaleando, pero el hecho de que siempre haya un poco de pendiente y que tengamos tantas cosas ante nuestros sentidos, hace que el tiempo, insisto una vez más, pase mucho más despacio en esta zona.

Llegamos a La Cándana. Es el pueblo más grande que nos encontramos, sin contar La Vecilla. Este es el lugar de origen de los gallos de los que os hablé al principio. En cuanto entras en el pueblo, no cabe duda de que este es su lugar de origen. Se escuchan por todos los lados. No sólo nos reciben los cantos de los gallos, sino que también lo hacen edificaciones de piedra y las montañas que anuncian la proximidad de La Vecilla.

La Cándana.
Ya no nos queda nada y vemos cómo el Curueño se vuelve más y más salvaje, como anunciándonos que, si le seguimos, entraremos en una ruta de alta montaña hasta Vegarada, donde veríamos de lo que es capaz. Las Hoces de Valdeteja son una prueba de su fuerza.

La vegetación, en esta parte final, es muy abundante. No deja pasar los rayos del Sol, cosa que, según la época del año, podemos agradecer. Poco antes de llegar a La Vecilla vemos un campamento juvenil que, si bien en invierno parece no tener vida, en verano chorrea vitalidad por todos los lados.

Llegamos a nuestro destino con la sensación de haber atravesado una zona especial. Llena de paz y llena de vida. El torreón medieval de La Vecilla nos da a entender que no somos los primeros en descubrir y entender la magia de la zona.

Torreón medieval de La Vecilla.
Para que nos encontremos con un verdadero tesoro cicloturista, no siempre tenemos que fijarnos en los desniveles, en la velocidad a la que vamos o las pulsaciones a las que nos late el corazón. Con abrir los ojos, escuchar los sonidos, respirar el aire y sentir el carácter especial de las gentes de una determinada zona, es más que suficiente.

¡Un saludo!

martes, 28 de febrero de 2012

El tiempo pasa. La cosa mejora.

¡Hola compañeros y compañeras del pedal!

Hoy, por primera vez en varios días, tenía la intención de salir en solitario a rodar. Mi plan era castigarme un poquito, con un par de buenas subidas a buen ritmo, y el resto que no fuese subida, buen ritmo cardiaco (150ppm). Vuelvo a insistir. El tamagochi mola un montón.

La primera subida fue Olleros por la variante. Cuenta con una parte final de unos 2 km al 7% que se hacen duros. Y la segunda subida, fue una de mis ascensiones de cabecera. El Cillerón. Un bonito pinar te acompaña durante el ascenso.

Este era el plan y, en parte, lo seguí a rajatabla. Digo "en parte", porque poco antes de salir al castigo, recibí un mensaje. Era Juanjo, integrante de la Grupeta Cicloturista León. Quería soltar piernas, pero entre que ese no era mi plan y que yo no tenía mucho tiempo, porque había quedado, pues tuvimos que dejarlo para otro día. No obstante, Juanjo iría a mi encuentro, por lo que parte del recorrido, no lo haría solo.

Así que, con este menú, inicio la ruta de esta tarde. La temperatura era buenísima para la práctica del ciclismo, pero no tan buena para nuestros bosques, porque al poco de salir de León, en el horizonte se veía una columna de humo. Miedo me da que fuese un incendio. Espero que llueva dentro de poco. Tendremos que tirar de rodillo, pero sería algo muy positivo para todos.

Después de los primeros 10 kilómetros a modo de calentamiento, comienzo a apretar el ritmo. Me pongo en bielas y lanzo la bala roja. Me siento, mantengo el ritmo y así hasta La Robla. Según van pasando los km, veo que tengo muy buenas sensaciones. Voy lanzado y las pulsaciones por su sitio. El invierno está saliendo bien.

Pero como hace calor y voy fuerte, bebo y bebo agua, por lo que se me vacía el bidón. Sin problema. Hay una fuente junto a la térmica de La Robla, así que sólo tengo que llegar allí. Me paro ante la fuente, después de unos primeros kilómetros frenéticos. No tiro el culín de agua que me queda. Manías de señor mayor. Antes de comprobar si hay agua en la fuente, el poco agua que me quede, no lo tiro nunca. Pero no hay problema, porque en esta fuente siempre hay....¿¿¡¡QUÉ!!?? SECA. NO WATER MY FRIEND.

Bueno, pues sigo la ruta con la esperanza de encontrar alguna fuente y con el culín de agua en el bidón. Objetivo. Subida de Olleros. Dura y con la idea de hacerla a tope. Al poco de comenzarla, veo una fuente. La típica de los parques, en la que, gracias al dedo pulgar, la gravedad, la creación de una parábola acuática y la paciencia de un servidor, consigo llenar el bidón al más puro estilo, "número de la cabra".

Continúo con la subidina. Llego al desvío de Olleros de Alba, lugar por el que se suele ir para suavizar la ascensión, pero hoy paso de largo y me meto entre pecho y espalda los 2 km, más o menos, de dura pendiente que tiene la variante. Subo fuerte, pero controlando el tema de las pulsaciones. Resultado de la ascensión:

Heavy cicloturista!!
El resultado fue positivo, porque, como veis, me quedaron fuerzas para hacer una foto y un poco el gaita. Pero muy buenas sensaciones. Ahora, tocaba bajar como un tiro con la bala y, sin descanso, subir el Cillerón.

Tomo el desvío correspondiente y empiezo el último pulso contra la gravedad. Me encanta la subida al Cillerón. A la izquierda te acompaña un pinar y a la derecha un bonito paisaje. Tiene un arcén cómodo y el tráfico no es excesivo.

Después del descenso anterior, no empiezo la subida con buena cadencia. Me noto atrancado y sin ritmo pero, como la experiencia es un grado, dejo que las patas se vayan aclimatando al esfuerzo. Otros años hubiese empezado a ponerme en bielas, hubiese movido piñones arriba y abajo. Pero este año me estoy sorprendiendo a mi mismo con ciertas actitudes encima de la bicicleta. Me noto más sereno y templado. Bien al fin y al cabo.

Como pensaba, las piernas finalmente se acoplan, cogiendo ritmo y velocidad. Gran cadencia, buenas pulsaciones y mejores sensaciones. Este es el resumen de la ascensión.

Sin más dilación, empiezo a afrontar la última parte de la ruta, en la que me esperaba encontrar con el gran Juanjo. Justo cuando paso por el desvío del 18, allí aparece. Venía de soltar piernas tras subir La Hoja!! Ya verás cuando las deje de soltar!! No va a haber quien le siga!!

En una animada conversación, llegamos a León. La conclusión es que he completado un buen entreno, en el que he tenido buenas sensaciones y, lo mejor, encontrarme con Juanjo. Menuda peña que nos estamos juntando.

Un saludo a todos!!

lunes, 27 de febrero de 2012

Carbono vs Acero // Licra vs lana.

¡Hola a tod@s!

Hoy, al ser domingo, los miembros del Club Ciclista León teníamos ruta oficial. Yo hoy no disponía de excesivo ardor guerrero. Creo que lo dejé en algún punto de la paliza que nos dimos ayer.

Los miembros de la Grupeta Cicloturista León estábamos un poco despistados. Fernando llegó tarde, Juanjo estaba con las patas maduras como yo, JR cansado, pero como es un caliente saldría en la larga, César no podía salir, Elías enfermo, a David ni le vi, Jorge de tournè y el Buka sufriendo las consecuencias de subir el sábado Cobertoria y Gamoniteiro (y muchos más de la grupeta que no menciono por olvidadizo). Estábamos para pocas risas, así que yo, que tenía en mente salir con los chavales de las escuelas en la ruta corta, me tomé el domingo de relax 100%.


Pensaba que iba a ser el único de la Grupeta en salir en la corta, pero al poco de salir de León, Juanjo y el Buka hacen acto de presencia. Nuestras caras son un poema. Estamos muertos, pero contentos porque hacía un día estupendo, el día anterior lo habíamos pasado genial y porque en la ruta corta no te lo pasas bien, te lo pasas lo siguiente.


Grandes clásicos de ayer, hoy y siempre forman parte de esta ruta, que si bien se llama corta, por regla general la suelen alargar, por lo que más o menos salen siempre unos 60 km por estas fechas (en primavera/verano hacen rutas de hasta 90 km). La cantidad de kilómetros que tienen en las piernas estos compañeros no está en los escritos. Pienso en Alberto, en Pepe, en "El Rizos", Álvaro. Unos maestros.


Y también en esta ruta van los chavales. Infantiles de 2º año y cadetes de otros clubes salen en esta rutilla. Le dan un toque de color muy majo a este conglomerado de ciclistas. Bicicletas de última generación y de acero, maillots de tejidos especiales y de lana. Es muy variopinto, pero el nexo de unión es la pasión por la bicicleta.

Durante unos cuantos kilómetros, fui rodando con un compañero de 69 años. Me comentaba que, gracias a la bicicleta, hoy día se sentía estupendamente. A los 38 años estaba, según sus propias palabras "hecho una mierda" pero que empezó a practicar ciclismo y, a partir de entonces, estaba mejor que nunca. Esto es un mensaje para todos aquellos que tengan intención de empezar a practicar ciclismo, pero que piensen que ya son mayores (que conozco a gente así) Este señor empezó tarde y lleva 31 años dándole al pedal. Os aseguro que está físicamente fenomenal y mentalmente fresco como una lechuga.


Además, como el invierno no ha sido nada lluvioso y no ha hecho el frío de otros años, este grupo ha salido de manera muy habitual, por lo que están muy en forma. Con esto os digo que no van despacio precisamente. Mantuvimos ritmos de 33 km/h varios kilómetros, cosa que a mi no me hizo mucha gracia, por cierto, pero lo pasamos bien.


Al llegar a León, decidí hacer unos kilometrillos más para soltar las piernas. Estos kilómetros conseguían que, minutos más tarde, no me sintiese tan mal comiendo con la familia, porque pasa lo que pasa, ya sabéis...."no me comes nada, échale una cacetada más"...En fin. 


Finalmente, convertí la ruta corta, en una especie de híbrido entre medio larga/medio rápida, lo suficientemente interesante como para llegar a casa satisfecho.


El resumen de la jornada es que los domingos, sin lugar a dudas, son el "Día Internacional del Cicloturismo".


Un saludo a todos y todas.

domingo, 26 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León: "Tirad ahora que ha parado"

¡Muy buenas a todos y todas!

Hoy sábado, la Grupeta Cicloturista León tenía la ruta semanal dedicada a meter kilómetros en la saca. Tuvimos varias bajas, unos por enfermedad y otros por compromisos varios, pero salimos 7 compañeros. Volvimos 5, pero tranquilos, no ha pasado nada, simplemente dos acortaron la ruta que, finalmente, fue la que propuso JR: León-Robles-La Vecilla-Boñar-Puente-León

El día amaneció con buena temperatura pero con el cielo un poco cubierto. Nada que las ganas de rodar no pudiesen vencer. Empezamos a dar pedales y, no sé a los demás, pero me puse a hablar con Fernando y se me pasaron los primeros 30 km volando.

Empezamos con las primeras subidas del día, entre Robles y La Vecilla. Hoy no tendríamos demasiadas rampas, pero esta zona, entre Robles y Boñar, cuenta con dos ascensiones tendidas pero larguillas. Aquí el grupo se dividió y empiezé a escuchar a David, que el pobre no puede entrenar todo lo que le gustaría, y a Fernando que en La Vecilla van a "acortar" (entrecomillo porque hicieron 80 km y Fernando luego hizo unos pocos más hasta llegar a 93km)

En este punto de división grupal, los que continuábamos para adelante ya íbamos con el cuchillo entre los dientes, cosa que yo me temía. El primer tramo hasta Boñar fue bien, porque teníamos planeado un alto en el camino para avituallar.

Sobran las palabras.
Golosones!!!
Salimos de Boñar con las pilas cargadas. Eso queda rápidamente patente al ver el ritmo con que comenzamos la salida del pueblo. Como tiros. Pero la cosa es que yo, con tanta agua, al no hacer el calor de los días pasados y demás condicionantes, empecé a sentir la necesidad de cambiar el agua al canario.

-Chicos!! Me adelanto un poco!
-No te preocupes Dani.

Bueno. Hasta aquí todo la mar de normal. Ya cuando me cazaron, y yo en plena faena, ya escuché lo típico, ya sabéis. "Veis cómo no nos había engañado!!"

No le di mayor importancia hasta el momento en que empecé la caza y captura del grupo. Yo veía que la grupeta estaba delante, yo me estaba dando un buen calentón y no acababa de reducir diferencias. Miraba la velocidad a la que estaba rodando. 36 km/h y que no reducía. Así unos 3 km, momento en el que la grupeta pensó que, como broma, ya estaba bien.

-La culpa fue de JR!!! Dijo que tirásemos, que como estabas parado, así te ponías más fuerte!!
-Maldito seas JR!!!!!

Desde aquí JR quiero decirte una cosa: a partir de ahora, en las salidas de la Grupeta Cicloturista León espero que llegues con todo hecho de casa, porque como un día pares, ese día estaré yo allí y gritaré muy muy alto y fuerte: TIRAD TIRAD TODOS!!!! (sabes que te aprecio en realidad jejejeje)

Continuamos después del calentón y, como no podía ser de otra manera, me puse a tirar a modo de vendeta. Enfilé al grupo, cosa que se mantendría, gracias a los relevos que, a modo de Grupo Deportivo ONCE, nos empezamos a dar. Y así hasta que llegamos a León.

Menuda paliza que nos hemos dado. Buff. Hoy, el tamagochi no entendía nada. Con las pulsaciones los últimos 40 km entre 140 y 170, entendereis que hoy estamos todos muertos. Pero aun así encontramos un espacio para hacer unas risas. Durante un desafortunado pinchazo, César sacó la bomba y Juanjo también. Lo peor es que éste último utilizó un símil que aún trato de olvidar.

La conclusión de hoy ha sido que estamos como toros y que, pase lo que pase, las risas las tenemos aseguradas. Menuda grupeta que nos hemos juntado. Peligro en las próximas marchas cicloturistas. Seremos fácilmente reconocibles. Allí donde estén las risas, ahí estaremos nosotros.

Un saludo a tod@s!!!

sábado, 25 de febrero de 2012

Aún no ha terminado y ya hay propuestas para el sábado que viene.

¡¡Hola a todos y todas!!

Hoy ha sido un gran día para la Grupeta Cicloturista León. Buena ruta, muchas risas y un gran entrenamiento de 100 km.

Un poco antes de publicar la última entrega de la Grupeta, me gustaría que supieseis que ya hay una propuesta para la salida del próximo sábado.

El amigo César ya ha echado un órdago y propone una excursión hasta Riaño o una cosa así, pero lo que yo creo que va a triunfar (lo siento César) es ir hasta Las Cuevas de Valporquero.

De todas maneras, echadle un ojo al calendario de eventos del final del blog donde, si el tiempo me lo permite, suelo colocar las salidas y las propuestas de ruta.

Un saludo a todos y todas:

En bici no hay distancias (de ningún tipo)

¡Hola a todo el mundo!

Ayer, mientras rodaba con la Grupeta Cicloturista León, recuerdo que me preguntó un compañero que si descansaba algún día. Yo contesté que sí, que de hecho, la semana pasada no toqué la bici en tres días y que, de todas formas, hoy iba a descansar, porque llevaba una semana bastante cargada de kilómetros y de intensidad.

Hoy, después de comer, me asomé a la ventana y comprobé el día que hacía. Primavera. Esta es la mejor palabra que he encontrado para definir el día que ha hecho hoy. Me empecé a cuestionar el hecho de quedarme en casa sin coger la bici.

Así que, finalmente, decidí vestirme de romano y salir a soltar piernas, que no me venía nada mal porque las tenía un poco cargaditas de toda la semana.

Mientras iban pasando los kilómetros y, como ahora con el tamagochi, sé exactamente si voy forzando o no, llegué a la conclusión de que tomé una buena decisión.

Durante la ruta de hoy, soltando piernas, sin forzar, disfrutando de la brisa en la cara y pasando por los pueblos, iba tan relajado, que comencé a pensar en la entrada de hoy del blog.

Normalmente, intento escribir algo que resulte interesante, tanto para la gente de fuera, como para la gente que, siendo de por aquí, lee esto a modo de cuaderno de bitácora de un cicloturista local. Procuro introducir alguna ruta chula, alguna subida, esta o aquella anécdota. Pero hoy, me apetecía hablaros de un sentimiento que, cualquiera de vosotros, sin importar el lugar desde donde estéis leyendo esto, notáis muy dentro, siempre que seáis unos locos de las dos ruedas como yo. El placer de andar en bicicleta.

No soy el típico ciclista que para disfrutar de la bicicleta tiene que sacar una media de 33 km/h y subir tres puertos, o que tiene que ir siempre en plan "glober" para no machacarse y, de esta forma, gozar. A mi me gusta rodar encima de la bicicleta, ya sea por el Tourmalet sudando la gota gorda, o con los colegas echándonos unas risas o, como hoy, sacando una media de 22km/h yo solo.

Disfruto de la bicicleta al máximo. La única obligación que siento cuando salgo a dar una vuelta, es disfrutar. Siempre que miro la bicicleta en casa, la miro con deseos de que llegue la próxima ruta para salir a gozar.

Y no sólo el hecho de rodar, sino el mundillo que trae aparejado, me gusta mucho. Muy a menudo me siento una rareza dentro del mismo porque, por ejemplo, cuando me hablan del material, de los modelos de ciertas partes de la bici y cosas así, es como que me hablan en chino mandarín, la verdad, pero preparar una ruta, parar en la cima de un alto, afrontar un descenso, echarte las risas en la grupeta, ir a ver el final de una etapa, marcarte un objetivo y entrenar para alcanzarlo. Todo eso me da la vida.

He estado pensando mucho en la cantidad de formas que tiene la gente de entender el ciclismo. Creo que hay tantas como ciclistas. Desde los que van a mil, hasta los globeros de fin de semana, pasando por los que compiten en serio. Y para que las cosas marchen por su sitio, como en todos los aspectos de la vida, hace falta que todos nos respetemos. No podemos infravalorar el sudor de los demás y pensar que nuestra manera de entender la bici es la correcta y todas las demás son erróneas.

¿Sabéis una de las cosas que más me gusta de escribir en el blog? Sentir que hay gente que lee las entradas, que es de muy lejos, pero que, gracias a la pasión común por la bicicleta, se acortan las distancias de tal manera que, dentro de la Grupeta Cicloturista León, podríais estar cualquiera de vosotros, o nosotros en cualquier lugar por el que rodéis habitualmente.

Para concluir, me gustaría que supieseis lo agradecido que estoy por el seguimiento del blog. Y todo se lo debo a la bicicleta. Gracias a la afición común no me siento solo aquí en la red de redes.

Insisto. Muchas gracias por seguir el blog COMPAÑEROS!!! Mañana os cuento otra peripecia de la Grupeta.

Saludos!!!

viernes, 24 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León: "Esto no se lo digais a Elias"

¡Hola amigos y amigas!

Hoy jueves, con un día espectacular y, como siempre, ganas de pasarlo bien, la Grupeta Cicloturista León tenía QDDA, con una ruta que, más o menos, ya teníamos pensada. En realidad, el verdadero instigador de la ruta fue Fernando, uno de esos sabios del asfalto que conocen rutas por todos los lados. La ruta que Fernando puso sobre la mesa fue esta: León-La Hoja-Bajar el 18-Formigones-Subir el 18-León.

Por la mayor parte de los lugares por los que la ruta de hoy se ha desarrollado, yo ya había pasado en alguna otra ocasión, pero el Alto de Formigones nunca había tenido el gusto de subirlo, así que esta ruta tenía mucho aliciente.

Y no sólo para mi, sino para unos cuantos compañeros que tampoco habían subido este alto. Éramos 10 cicloturistas en el punto de salida con ganas y motivados, pero dos de ellos tenían las patas un poco cargadas del día anterior, porque se habían dado un buen tute. Sus nombres son Buka y Dani (servidor) Se nos iba a hacer larga la tarde al Buka y a mi...

Empezamos la marcha con el calentamiento. Rápidas pedaladas en las que ajustamos los cuerpines al esfuerzo. Estos días ya no cuesta tanto entrar en calor, porque con esta primavera anticipada da gusto, la verdad.

Llegamos a La Hoja, subida de la que os he hablado alguna otra vez, y la subimos....¿cómo decirlo? De manera suave....De hecho, y de ahí el título de la entrada, he prometido a Jorge no contarle a Elías que subimos contando chistes....LITERAL...¡Qué bien lo pasamos!

Haciendo un inciso en la descripción de la ruta, yo de manera individual y la Grupeta de forma colectiva, esperamos que Elías se recupere del catarro-gripe que tiene. Estamos deseosos de que te recuperes y nos metas por alguna otra encerrona Elías. Ánimo.

Ya bajando El 18, en el que los pesos pesados de la Grupeta tomamos la iniciativa gracias a la gravedad, todos teníamos en mente la subida estrella del día, porque quedaban pocos kilómetros para empezarla, sin embargo, mis piernas y yo estábamos pensando que, El 18 que estábamos bajando, dentro de un ratín, lo tendríamos que subir, y no hablé de esto con el Buka, pero seguro que lo estaba pensando.

Llegamos al inicio del Alto de Formigones. Desconicía dónde estaban las rampas gordas, dónde las flojas, en qué momento habría un descanso...Nada de información, pero esta sensación de descubrir una nueva ascensión es genial. Y por esa misma zona hay unas cuantas de las que no tengo muchas referencias, así que habrá que enredar a Fernando para que nos lleve de excursión más veces.

Resultó que la parte inicial de la subida era la más durilla. Además, la subida era más larga de lo que pensaba. Me esperaba la típica subida de 2 km y con buenas rampas, pero casi salieron 5 km. Buen entreno al fin y al cabo. La Grupeta ya está empezando a subir, de manera habitual, repechos cada vez más largos.

En la cima, paramos a comentar la jugada y a llenar los bidones de agua, porque el calorcillo hizo que nos bebiésemos todo lo que llevábamos.

-¿Será potable?
-Te lo digo mañana.

En fin, después de este diálogo entre científicos, empezamos a bajar y enfocar la vuelta a casa. El grupo se fraccionó y se formaron grupos. El grupo de "los derrotaos" lo formábamos el Buka y yo, que tuvimos que exprimirnos más de lo que teníamos pensado para alcanzar al grupo.

Empezamos a subir El 18 y, como no podía ser de otra manera, parecía que tenía más porcentaje que otros días. Cosas que pasan, pero aun así, gracias a Jorge que nos esperó, nos lo pasamos bien.

Ya terminada esta subida y bajada la Hoja, enfocamos la llana parte final. Parece que se ha convertido en costumbre finalizar las rutas como si del preparativo de un spring se tratase. Y no porque, finalmente, esprintemos en busca de una supuesta "victoria", sino porque llegamos a toda velocidad, sin bajar de 35 km/h en ningún momento.

La verdad es que el día de hoy ha sido estupendo y, como el ansia nos pierde, antes de despedirnos, ya estábamos hablando de lo que hacer el sábado, próxima cita de la Grupeta Cicloturista León. Somos ansia pura, madre mía.

Un saludo a todos y todas!

jueves, 23 de febrero de 2012

Gran ruta, mejor compañía.

¡Hola a todo el mundo!

¡Menudo día que he tenido hoy! Ha sido genial. Todo empezó, como de costumbre, montado en bicicleta, y disfrutando del primer día en el que me he quitado algo de ropa de abrigo, pero no de toda, porque por las zonas sombrías, el día primaveral de hoy había pasado de largo, pero en general ha hecho un día impresionante.

En principio, tenía intención de castigarme en solitario. De hecho, así lo hice durante los primeros 30 km porque con el "tamagochi" (pulsómetro) se va como un reloj. Como los resultados estaban siendo más que positivos en esos primeros 30 km, me detuve en una de mis fuentes favoritas, sita en Castro de Condado.

Después de reponer el agua del bidón, comerme una manzana y disfrutar de la cálida luz del Sol, comprobé si en el móvil tenía algo digno de mención. Desbloqueo el móvil y ahí estaba. Una llamada perdida. ¡¡¡El Buka!!! Pero hacía una hora de la llamada. Aún así respondo a la llamada del compañero.

-¿Qué pasa contigo?
-Te llamaba para salir, pero ahora ya....
-¡¡Yo también estoy sobre ruedas!!
-¿Dónde estás?
-En Castro
-¡¡Yo en Matallana!!
- ¡¡Pues voy a tu encuentro!!

Así que, sin más dilación, ya que el día era tibio, pero estaba ya tocando a su fin, me pongo en marcha. Gracias a la cita con el Buka, pude rodar por primera vez en el año, por mi carretera favorita de León. La de La Cándana. Me encanta la manera que tiene de serpentear a lo largo del río Curueño, los pueblos que atraviesa, las imponentes y, ahora nevadas, montañas que se divisan al fondo. Es una carretera única. Y tiene algo que, para lo que es el cicloturismo, es muy importante. Infinidad de fuentes de extraordinaria y purísima agua.

Ya cerca de La Vecilla, me encuentro con el Buka. Decidimos, de manera rápida, el camino más rápido a León, porque como os comentaba, el Sol estaba de retirada. Ya iba yo pensando en qué momento se nos haría de noche, porque todo parecía indicar que ésta se nos echaría encima.

Comenzamos el regreso a casa con una muy animada charleta basada en bicicletas, aventurillas y muchos más temas en los que compartimos nuestros puntos de vista. Fue fantástica la vuelta a casa y, sin darnos cuenta, estábamos completando un entrenamiento muy bueno, tanto en kilometraje como en ritmo. 90 kilómetros que nos hemos marcado, por un terreno que no te permite relajación alguna.

Ya llegando a León o, para ser más exactos, a cinco kilometrillos, el Sol, como ya anticipábamos, se fue. Se nos había hecho de noche en plena ruta, pero organizamos una entrada a León por terreno tranquilo y de poco tráfico. Sin problema para dos cicloturistas con unos cuantos kilómetros en las piernas.

La ruta, finalmente, quedó así: León-Castrillino-Barrio-La Vecilla-San Cipriano-León. Lo mejor de la misma fue la parte con el Buka. Y es que rodar en compañía es lo más.

Hasta mañana a todos.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León: "No me preocupa una subida de 2 km, sino una de 23"

¡Hola a todo el mundo!

Hoy, como podréis observar en el calendario de eventos que he instalado, a modo de novedad, en la parte final del blog, había salida de la Grupeta Cicloturista León. El día era propicio. Unos impresionantes 15º presidían la tarde primaveral de la que gozamos hoy.

En el punto de encuentro, hoy éramos un montón de gente para lo que suele ser habitual. Rondábamos la decena de personas. Todos con ganas de apretar las tuercas de la preparación de cada cual.

La ruta de hoy era lo suficientemente exigente como para saber de ante mano que, al llegar a casa, íbamos a estar satisfechos del trabajo realizado, y os aseguro que hoy hemos hecho un buen trabajo. El perfil de hoy contaba con dos buenas subidas. La Hoja y la subida de Olleros (por la Magdalena)

Comenzamos de manera animada, pero sin olvidar que estos primeros kilómetros son los de calentamiento y chascarrillos. Donde más bobadas decimos es aquí (será porque venimos frescos). La verdad que, además de esto, hoy tuvimos que lidiar con los coches, a los que no sé qué les ha podido pasar hoy, porque nos han dado unas pasadas de estas que te hacen pensar...¡terrible!

Llegamos a La Hoja, y yo, con mi nuevo juguete (el pulsómetro) subí genial. Sin forzar en exceso, pero apretando. Además, subí junto al gran César, que va como un toro, y siempre te exprimes un puntito más. En la subida nos cruzamos con un sub-23 que se unió a nosotros. Venía de darse un palizón impresionante. Hoy llegó a casa con unos 160 km. Eso es otra guerra. Pero como vio que no vamos despacio, pues se vino. Siempre está genial tener gente nueva.

Seguíamos comiendo kilómetros y el siguiente plato del menú era la subida de Olleros. Es la típica que como tiene buen firme y es ancha, pues no le das más importancia. Metes el plato pequeño porque ves que la gente lo hace. Perece que te vas atrancando, así que subes algún piñón, para mantener la cadencia. Pero parece que sigues atrancado, así que te pones sobre los pedales. Es en este momento cuando te das cuanta de que has subestimado a la subida de Olleros. La primera vez que la subí (hace años ya) esto fue lo que me pasó.

La experiencia, como madre de la ciencia que es, hace que, según tomas el desvío de esta carretera, ya metas plato pequeño y un piñón no demasiado pequeño. En la parte de atrás, íbamos Jorge, Fernando y yo que, según vimos entrar a la Grupeta en la subida, pensamos que hoy se trajeron el ardor guerrero, así que, poco a poco, empezamos a alcanzar cadáveres que, por su propio peso, iban cayendo.

Fue en esta subida donde Fernando, Jorge y yo hicimos la reflexión del día. No nos preocupa la subida de Olleros. La tenemos respeto, pero son 4 km al fin y al cabo. Lo que nos preocupa son los puertos de 20 kilómetros. De ahí que ahora estemos midiendo los esfuerzos. Carrera que el galgo no da, la tiene en el cuerpo.

Cuando coronamos, y después de reagruparnos, iniciamos la rápida bajada que nos conduciría a La Robla, que os recuerdo, será inicio de etapa de La Vuelta (qué fuerte). Desde La Robla a León, vinimos como tiros. Yo quería probar mis nuevos desarrollos en el llano. Ya he visto que van bien para subir, pero al pasar de un plato grande de 52 a otro de 50, pues tenía miedo de quedarme corto. Hoy he visto que no, porque me he puesto a tirar del grupo unos cuantos kilómetros y la cosa va bien.

Conclusión del día. Hoy hemos hecho un gran trabajo. Muy buen ritmo, estupenda ruta, fenomenales sensaciones y, como de costumbre, risas.

Un saludo a todos!

martes, 21 de febrero de 2012

Gran entreno de 4 horas.

¡Hola amigos y amigas!

Hoy tenía previsto un entrenamiento especial. Sería una larga sesión de cuatro horas. Y, finalmente, cumplí las expectativas horarias. De diez de la mañana a dos de la tarde.

Todo esto, que podría venderlo como una gran proeza, tiene un poco de trampa. Al ser carnavales, los chicos de las escuelas del Club Ciclista León no tenían clase, por lo que se organizaron dos entrenamientos. Hoy de carretera, mi medio, y mañana una ruta de montaña, en la que yo me borro.

La verdad es que, a pesar de ser un entreno con los chicos y chicas de escuelas, ahora mismo estoy cansadete, porque no dejan de ser cuatro horas de bici. Además movidas. Que si para, que si arranca, que si ahora a 15 por hora, que si ponte con estos otros a 30. Así las cuatro horas, pero merecen la pena.

El entreno se dividió en dos grupos. Mayores y pequeños. Con los primeros, salimos a rodar por la carretera. Hicimos una ruta por la que solemos ir con los más "veteranos". León-Villarroañe (y vuelta). Practicaron rodar en grupo, dar relevos, avisar de los obstáculos de la carretera y que empiecen a comer kilómetros al fin y al cabo. Lo hicieron genial. Son muy buenos chicos con los que te lo pasas estupendamente. Al llegar a la zona de entrenamiento (una manzana cerrada al tráfico de 0'5km) rodamos con ellos más fuerte. Siempre hablando de una horquilla entre 25-32 km/h, sin pasarse.

Con los peques, el entreno es distinto. Rodamos con ellos flojito para que se hagan a la posición encima de la bici de carretera, les enseñamos a cambiar, procuramos que empiecen a entender lo que es ir a rueda y cosas así. Te lo pasas muy bien con ellos. Siempre ocurren anécdotas muy graciosas y te das cuenta que, por encima de todo, esto es para divertirse. Además, los niños siempre te enseñan algo.

El año pasado, uno de los niños, Miguel, me dejó con la boca abierta, y me hizo ver lo egoístas e individualistas que nos volvemos con los años. Os cuento.

Estábamos entrenando con los peques y llegó un niño nuevo. Se llama Carlos y, el día de su debut, la temporada ya estaba muy avanzada, por lo que los chicos de su edad iban como tiros. Para más complicación, este muchacho, vino con su bici de paseo, ya sabéis, rueda ancha y posición muy erguida. Esto significaba que no podría seguir a sus compañeros, pero al tener él tantas ganas, nosotros queríamos que probase para ver si le gustaba.

Junto a esta zona, tenemos otra en la que tenemos una gyncana, zona para fomentar las habilidades con conos, pivotes y temas de estos. El joven Carlos, se desmotivó a la segunda vuelta en la que no podía seguir a los niños de su edad. Se enfadó y posó la bici. Parecía que estaba todo perdido. Pero  no fue así, ya que aquí es donde aparece mi pequeño amigo Miguel.

Miguel, era uno de los potrillos que daba vueltas. Os sorprendería a muchos ver la velocidad que un niño de ocho años puede llegar a alcanzar, encima de una bicicleta de carretera, cuando tiene costumbre. Impresionante. Pero a pesar de estar rodando rápido, Miguel se fijó que Carlos se había desilusionado. Aquí fue donde Miguel nos dio a todos una lección. Al pasar junto a Carlos frenó, echó pie a tierra, dejó su bici y agarró la de Carlos acercándosela a éste.

-Vamos hombre!!! Aunque sea la gyncana!!!!

Claro está que Carlos fue a la gyncana con Miguel y le gustó, como no podía ser de otra manera.

Los niños son lo más, así que considero que el entreno de hoy ha sido fantástico. Cuánto tenemos que aprender de los niños. Pensar que hace tiempo todos éramos así...¿En qué momento nos torcemos?

Un saludo a todos!!


lunes, 20 de febrero de 2012

Una de pulsómetros y velocirraptores.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy domingo, como no podía ser de otra manera, había ruta oficial del Club. Muchos eran los motivos por los que tenía ganas de esta salida. Vería a miembros habituales de la Grupeta Cicloturista León, comentaríamos la jugada del día anterior y veríamos a otros tantos compañeros de club.

Si es que, hasta ya estuvimos charlando acerca de qué hacer el próximo sábado. No tenemos límite, pero es que nos lo pasamos tan bien...

Como ya han comenzado las rutas puntuables del club, ya disponemos de la posibilidad de elegir entre una larga y otra corta. Hoy, yo salí en la larga con la clara intención de probar el tema del pulsómetro. Me explico.

En la ruta larga sale gente de mi categoría (Máster 30). Yo, salvo en baloncesto, no he competido nunca, así que estoy pez en este tema. Los domingos, yo no me los tomo como una competición ni mucho menos, pero desde luego que, alguno que otro, miro a ver cómo estoy. En qué estado me encuentro en comparación con los de mi categoría.

Hasta ahora, todo lo medía según mis sensaciones, pero desde hace un par de días, esto ya no es así. Ha entrado en mi vida....EL PULSÓMETRO....y me encanta!!

A lo que iba. Hoy me probé, en el sentido de ir en el grupo de los Máster. No voy mucho con ellos porque no llego a disfrutar de la bici. Con esto quiero decir que de vez en cuando me presta castigarme, pero todos todos los días, pues no. Y estos chicos, todo domingo van a muerte. El día de hoy ha sido uno en los que me lío la batamanta a la cabeza y voy con ellos.

He de señalar que, durante la primera parte de la marcha (primeros 40 km) se ha ido fuerte, pero no al corte como otras veces, pero de por medio había una subida en la que me establecí un objetivo. Llegar arriba con ellos y mirar cómo se me ponía la patata (corazón)

No sé si finalmente iré a muchas carreras o si tan siquiera iré a alguna, porque me llama más la atención ir a una cicloturista de 250 km que no a una carrera máster de 80 km, pero el pulsómetro ha dicho que estoy muy bien. Problema. Me sobran kilillos, porque a los "peso pluma" de 65 kilogramos, no hay quien les tosa en las subidas.

Otra cosa distinta es bajando y en el llano. Esta fue la segunda parte de la ruta de hoy. En los últimos 30 kilómetros hicimos una media de 42 km/h. Lo mejor de todo fue ver, en un momento determinado en el que miré para atrás,a tres o cuatro de estos escaladores, refugiándose tras mi espalda y la del Buka, que pequeñas, pues no son. Cuando la gravedad no cuenta, la cosa cambia...jejejeje.

Pero la verdad es que todo tiene su punto, porque lo que se vive dentro de un pelotón, porque somos un grupo enorme, es muy curioso.

Al principio, te vas colocando y charlas. Estás muy cómodo hasta que, por un lado de la carretera, ves que hay gente, de la que va rápido, ganando posiciones. Es en este momento cuando subes la cabeza y se cumple lo que temías. Se ponen a tirar. Maldición...Se acabó lo de charlar.

Según pasan los kilómetros, y después de la experiencia que te da salir más veces con estos grupos, empiezas a ver cómo los, llamémosles, velocirraptores, ya están muy asentados en determinadas posiciones.

Y aquí es donde entra mi picardía, colocándome detrás de alguna de estas ruedas que sé que no se va a quedar. Sí amigos. Soy de esa gente....Y todo fue porque al principio me ponía a tirar y, cuando llegaba la subida del día, ¿qué pasaba?...Danielín muerto-matao...Así que eso se acabó y, ahora, si hay que chupar un poco de rueda, pues que sea de las buenas, ¿no?

Total, que cuando llega el terreno plano, por el "qué dirán", pues me pongo a tirar un poquito. Entro fuerte en los relevos y todo el tema. Pero vuelvo a mirar el pulsómetro y veo que la patata se acerca al límite aeróbico....así que, siendo febrero, decido que lo de tirar por encima de ese límite, para marzo o abril.

Me piro a la sala de relajación del pelotón. Un bonito lugar en el que hay gente de todo tipo. De los que no salen da ahí nunca, de los que están en la mi misma situación que yo y uno de los chavales de escuelas. ¡Qué majo! Este ya es cadete y puede ir con nosotros sobrao, pero va en la parte de cola del pelotón. Le digo que beba, le pregunto cómo va. Todo bien...Es un fenómeno. Es escalador total, así que se pega a mi rueda.

Sin darnos cuenta, y a estas velocidades, llegamos a León en nada y menos. Una bonita manera de pasar el domingo. De vez en cuando me presta esta manera de entender la bici, pero yo no podría hacerlo todos los días. No tanto por el tema físico como por el tema mental. Pero, dentro de estos pelotones, se viven muchas situaciones especiales y que tienen su encanto. Esto de la bicicleta es un mundo y hay muchas maneras de entenderlo. Creo que todas son muy válidas pero lo que tiene que prevalecer ante todo, es el respeto entre todas ellas.

Conclusión. El pulsómetro está genial y salir con los velocirraptores mola, pero en pequeñas dosis, como el veneno y el perfume.

Un saludo a todos.

domingo, 19 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León. "¡Que ese culito no pase Hambre!"

Hola a todos.

Hoy sábado, teníamos ruta los componentes de la Grupeta Cicloturista León que, por cierto, esto de "componentes" es algo realmente abierto a todos, aunque el requisito fundamental es tener ganas de pasarlo bien.

Hoy contábamos con nuestro enviado especial en Sanabria, Óscar, al cual, le tenemos que devolver alguna de las visitas con las que él nos brinda cada pocas semanas. Otro de los compañeros de hoy era Fernando, que sigue renqueante de la bronquitis. Eso y los antibióticos le están machacando, pero a finales de mes os digo yo que está a tope.

El intrépido JR, que tenía en mente una de mis rutas favoritas, también vino, pero el consenso general echó por tierra esa bonita ruta. Hoy no iba a venir "la bala azul", Jorge, que está en Asturias, y no creo que esté llaneando. Ya verás cómo la semana que viene nos saca los ojos a todos en la subida de turno.

Finalmente, a la cita acudieron Juanjo, sin parapente pero con las piernas tocadas por el ski, y Buka, que tenía ganas de bici pero el cuerpo un poco regular....sólo diré que estuvo de concierto....

Y, por supuesto, apareció Elías, que no se libró de las bromas tras la encerrona de 110 km de la semana pasada.

La ruta que finalmente hicimos, como os comentaba, surgió del consenso, aunque mientras llegábamos a éste se pusieron encima de la mesa tres o cuatro buenas rutas. El resultado fue el siguiente: León-La Robla-Olleros-El 18-Lorenzana-León.

Los primeros kilómetros de calentamiento, la protagonista fue mi nueva peque. Ella estaba un poco nerviosa, pero al poco rato, dado que Elías y Óscar se pusieron en cabeza del grupo, tuve que empezar a exprimirla, por lo que le vergüenza se tuvo que quedar para otro día.

Llegamos a La Robla y, en este punto, todos teníamos en mente la primera subida del día. La subida de Olleros de Alba. Aquí cada uno llevó su ritmo y se establecieron tres grupos. Uno era el que formaron Elías y Fernando que, al utilizar un atajo, les salió un perro. Otro grupo era el de Juanjo, JR y Buka. Muy juntitos y ordenaditos subieron muy muy bien. Luego estábamos Óscar y yo. Subimos a buen ritmo, pero en determinada rampa, Óscar aceleró y yo, que estaba muy pendiente de mi nuevo juguete, el pulsómetro, decidí hacerle caso y no ir detrás de Óscar (cómo va el tío!!!)

Pues me salió bien la jugada, porque al no ir a muerte a por Óscar e ir regulando, no superé las pulsaciones que tenía marcadas como top aeróbico y llegué muy cerca de él a la cima. Esto del pulsómetro me mola...

Una vez reagrupados, empezamos a comer que si una barrita, que si un plátano, que si una manzana y, mientras tanto, JR empezó a sacar unas fotos. 

Fernando y un servidor papeando...
Fue en este momento cuando Fernando (en la imagen) decidió acortar un poco la ruta que él iba a hacer hoy, porque seguía un poco renqueante. Iría por el Cillerón, lo cual suponía reducir kilómetros pero no dureza.

Nosotros seguiríamos con la ruta establecida y nos encontraríamos en un desvío que conecta ambas rutas.

Así que iniciamos el descenso para continuar con la marcha, y fue en este terreno donde los que pesamos más, Buka, Juanjo y yo, tomamos las riendas del grupo y, por efecto de la gravedad, tomamos unos metros de distancia.

En este íntimo momento de pesos pesados, fue donde se produjo la frase del día. Los tres íbamos con la típica postura de cabeza agachada y culo en pompa, ya sabéis. Abro yo las hostilidades dando un azote al Buka y Juanjo apostilla: "¡Que ese culito no pase hambre!" En fin. Estamos fatal, pero nos reímos un montón.

Ya estábamos subiendo otra de las muescas del día, que nos llevaría hasta el embalse de Selgas donde comprobamos que, desde luego, hace falta más lluvia. Muy acertado fue el comentario de JR: "Cualquier día, en lugar de patos, vemos cebras"...Cuánta razón.

Seguimos quemando kilómetros y el siguiente escollo en el camino era "el 18". Óscar, al no ser de por aquí, no lo había subido nunca, así que antes de que nos sacase los ojos a todos, le anticipé la dureza de esta subida, porque es de las que se agarra.

Buka y yo le seguimos muy de cerca. Insisto. Esto del pulsómetro me va a dar mucho juego, sobre todo en las subidas.

Ya en la parte final, y tras haber enlazado con Fernando, enfocamos nuestra entrada triunfal en León después de otro gran entrenamiento y muchas risas. Estos sábados son totales. Así da gusto castigarse, porque entre risa y risa estamos haciendo un muy buen trabajo.

Hasta la próxima a todos.

sábado, 18 de febrero de 2012

Presentación en sociedad de "la americana".

¡Hola a todo el mundo!

La ruta de hoy ha sido muy especial. Hace ocho años, rodé por los mismos lugares por los que lo he hecho hoy, pero fue algo distinto.

Para empezar, no tenía ni idea de por dónde ir y esa ruta la seleccioné porque coincidió así, sin más pretensiones que dar una vuelta. Y la dichosa vuelta me atrapó de tal manera que, desde ese momento, he perdido la cuenta de los kilómetros que he podido llegar a hacer. Todos y cada uno de ellos los he disfrutado muchísimo, incluidos los kilómetros en los que he rodado "apajarao" perdido.

Otra diferencia ha sido el tiempo. Recuerdo que hace ocho años amenazaba lluvia. Era abril y hacía más calor, pero el día estaba raro. Lo recuerdo como si fuese ayer. Hoy hizo frío, pero el día fue espectacular. Un sol tremendo y, después de muchos días, no soplaba mucho viento. Parecía que el clima esperaba el estreno de hoy.

Y digo estreno porque hoy he hecho la presentación en sociedad de mi nueva compañera de fatigas. Ahora os la quiero presentar a vosotros. Mirad!!

Esta es la peque...tenemos que hacernos el uno al otro, pero la cosa pinta bien.

  

Aún se tiene que ganar mi corazón, porque con su antecesora disfruté mucho. Las primeras sensaciones fueron las esperadas. El nervio de la juventud, las ganas de recorrer todos los kilómetros del mundo a la vez...pero en un momento le expliqué que las cosas no eran así. Teníamos que ir entendiéndonos.

Para empezar, y para que ella disfrutase un poco de esas ganas y ese nervio, decidí dar un spring de esos que el pulsómetro te dice que "a dónde vas Blas!!!", pero sé yo que a esta pequeña le gustó.

Le expliqué durante la ruta que su misión era ser buena en todos los terrenos. Poderosa rodando, incisiva en los descensos, tenaz en las subidas y rápida en las arrancadas. Creo que lo entendió perfectamente porque hoy nos hemos probado en todo tipo de terreno.

Y yo me tengo que acostumbrar a tus bielas pequeña. Eres de biela larga y tu antecesora todo lo contrario, así que me tendrás que dar una semana de aclimatación que espero que comprendas. También tenemos que hacer algún pequeño ajuste en el sillín, pero creo que haremos buenas rutas juntos.

Como le dijo Rick al capitán Louis Renault, creo que este es el principio de una gran amistad. Mañana se la presento a la Grupeta Cicloturista León.

¡Un saludo a todos!

viernes, 17 de febrero de 2012

Os tengo envidia amigos ciclistes / txirrindularientzat

¡Hola a todo el mundo!

Estos días, por diferentes motivos, he estado en dos claros ejemplos de ciudades que están trabajando en la buena dirección en cuanto a la movilidad en bicicleta se refiere.

Una es Barcelona. Su red de carriles bici es tremenda. Cuenta con 180 km de carriles bici. Ya sólo con este dato, sobran las palabras. El mapa de la red de carriles bici de Barcelona seguro que, para alguien que viva allí y lo suela usar, puede ser mejorable, pero debe de convertirse en un ejemplo a seguir.

Además de un extraordinario sistema de carriles bici, cuentan con el Bicing. Es un amplio y popular servicio de alquiler de bicicletas urbanas. La red se ha diseñado de tal modo y manera que, en 300 metros a la redonda, puedes encontrar un punto de recogida/entraga del bicing.

Mi experiencia rodando por Barcelona es que, a pesar de la densidad de tráfico que, evidentemente es peligrosa y molesta, sienten un mayor respeto por las bicicletas, yo creo que debido, no a que sean "mejores personas" sino porque están más acostumbrados a convivir con bicis en plena ciudad.

El otro ejemplo del que os hablaba es Vitoria. Acaba de ser elegida como Green Capital europea del 2012, lo cual supone un gran logro para cualquier ciudad.

También cuanta con una muy buena red de préstamo de bicicletas, así que para desplazarte en bicicleta por Vitoria no hay escusa. Además, en la web del Ayuntamiento de Vitoria, existe una herramienta muy buena que se llama "Ciclorutas" Seleccionando el punto de partida y el punto de llegada, esta herramienta selecciona la mejor ruta a realizar o bien en bici, o en transporte público.

No tengo la experiencia personal de circular en bicicleta por Vitoria, pero desde luego que van por muy buen camino. Seguro que un vecino de Vitoria puede sacarme en menos de 10 minutos cinco defectos del sistema, pero que van por el buen camino es indiscutible.

Muchas ciudades, entre ellas León, claro, deberían de tomar nota. Saldría beneficiada toda la ciudadanía, no sólo los ciclistas. Menos tráfico, menos humos, gente sana....Todo es positivo.

¡Nos vemos amigos!

jueves, 16 de febrero de 2012

Tesoros del cicloturismo. Luz Ardiden.

Hola a todo el mundo.

Hoy, dentro de esta sección de Tesoros del cicloturismo, os voy a hablar de uno de los puertos más duros que yo he subido pero que, como recompensa, dispone de unas vistas impresionante. Luz Ardiden.

Os pongo en situación. Verano. Estaba de vacaciones y llevaba años con ganas de ir a Pirineos con mi bicicleta. Por fin lo hago, así que os podéis imaginar las ganas que tenía de rodar por las carreteras por las que tantas y tantas veces había visto a los ciclistas del Tour.

No sabía qué rutas hacer. Tenía varias en mente, pero el consejo de un buen conocedor de la zona, el gran Vega, hizo que me decantase por hacer una ruta en la que subiese Tourmalet y Luz Ardiden.

El día amaneció un poco encapotado, pero según acometía la subida del Col du Tourmalet, parecía que la cosa se despejaba. Corono. Me tiro hacia abajo en una rápida bajada, en la que no paso nada de frío. Me parece muy raro, porque entre la velocidad que alcanzaba (en algún tramo 90km/h) y la altitud del puerto (2115 metros) debería de estar la cosa un poco más fresca de lo que está, pero bueno, no le doy más vueltas.

No le doy más vueltas hasta llegar a Luz Saint Sauveur. Ya no voy tan rápido pero el calor es impresionante. Veo un termómetro e indica unos terribles 35ºC. Yo me muevo como pez en el agua con el calor, pero sabía que la ascensión de Luz Ardiden se me podía hacer muy larga con estas temperaturas, pero no me queda más remedio que empezar a subir.

Ya desde el comienzo de la ascensión veo que los piñones se me quedan cortos, pero yo sigo tirando. Sin llegar a forzar, porque sé que me quedan kilómetros por delante.

Llego al tercer kilómetro y aquí comienza lo duro de la ascensión. Empiezan a sucederse curvas de herradura. Una tras otra te van machacando, porque los tramos que hay entre cada curva, no te dan respiro. Paso junto a una casa en la que unos niños juegan en una piscina. Me dan ganas de ir corriendo y tirarme en ella. Mala señal. Me faltan 11 km y estoy pensando en piscinas...esto promete.

En lo que llevaba de subida, una cosa me estaba viniendo bien, y era que esta primera parte se encuentra muy poblada de árboles, lo que proporciona una sombra que empezaba a ser vital. Pero según seguía ascendiendo, menos árboles me encontraba, así que el sol empezaba ya a tostarme de lo lindo.


Llego al ecuador de la ascensión. Siento que me estoy enfrentando a un monstruo terrible. Es en esta parte donde más exigente es la subida. Curva tras curva te das cuanta de que no vas a tener ni un kilómetro a menos del 7%, lo cual sería todo un descanso, pero temes no encontrarlo nunca. Llegas a un kilómetro en el que la media es del 11% y empiezas el mismo con una pequeña bajada....este kilómetro va a ser infernal.

Ya entramos en la zona en la que los árboles no decidieron instalarse. Se me junta todo. Rampas duras, calor, sol achicharrante y una sensación de hambre que me da muy mala espina. Miro hacia arriba a ver si veo a la pájara....y sí...está volando sobre mi. Aún no se ha posado, pero tiene intenciones de hacerlo.

Bebo y bebo pero no encuentro agua suficiente para aplacar esa sed. Se siguen sucediendo las curvas de herradura. He perdido la cuanta ya hace un rato. No sé cómo será Alpe d'Huez, pero en este puerto ¡¡tenemos 34 curvas!!

Entramos en los últimos 3 km. Ya es un hecho. Tengo encima de mi a la pájara y al hombre del mazo juntos. ¡Qué sensación tan terrible! Sólo me mueven dos cosas. Una, la sensación de estar a punto de vencer a un coloso importantísimo. La segunda razón es saber que cada vez estoy más cerca de un ciclista al que vi a lo lejos al comenzar la subida..."casi le tengo...¡VAMOS!"

Últimas rampas. Ya veo el final. También veo cómo el compañero ciclista que tenía como referencia ya ha llegado. Sólo un par de esfuerzos y la cima es mía....¡VAMOS!

Lo logré...¡Qué pájara tan terrible!

La más terrible pájara jamás vivida por mi.
Estoy satisfecho. Logré vencer a este coloso del que en este enlace tenéis todas las especificaciones técnicas. Luz Ardiden.

En cuanto al ciclista que tenía en el punto de mira, como veis en la foto, venía con un amigo suyo. No le conseguí alcanzar en la subida, pero conseguí hablar con él y su amigo. Les convencí para que me sacaran una foto junto a mi presa. Mirad:
Yo con mi presa.
En cuanto a los paisajes de los que os hablaba al comenzar este relato, la foto que vais a ver a continuación, habla por sí sola. Impresionante.


Grandioso Luz Ardiden.
Este puerto es un digno rival que todo ciclista tiene que intentar subir alguna vez. Impresionante tanto en dureza como en belleza. Disfrutadlo.

Hasta la próxima.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Siempre te llevaré en el corazón.

¡Hola a todo el mundo!

Ha llegado el momento que tanto me temía. No me lo podía ni imaginar hace un tiempo. Nunca fuiste la mejor en cuanto a prestaciones, pero conseguiste hacer que tuviese una afición grandísima.

¿Recuerdas la primera ves que nos vimos? Éramos tan jóvenes ambos....Tú allí, colgada, esperando que llegase alguien con ganas de disfrutarte. Yo allí, ilusionado, con ganas de disfrutar. Nos encontramos en el momento adecuado.

¿Recuerdas el día que salimos a rodar por primera vez? ¡Qué locura!Tú no sabías quien era el tipo que estaba encima de ti. Yo no tenía ni idea de cómo disfrutarte, pero, sin embargo, te disfruté al máximo. Y ya desde ese día no pude parar.

Tengo que pedirte perdón por muchas cosas. Recuerdo que, al principio, te limpiaba después de cada salida. Acariciaba cada uno de tus radios, sacándoles brillo, como si de partes de mi propio cuerpo se tratasen.

Seguía pasando el tiempo y nos estábamos haciendo grandísimos compañeros. ¿Recuerdas el día que te cambié de zapatos? ¡Cómo mejoramos! Nos gustaron tanto que hoy día, aún los tienes puestos...


...salvo el zapato de atrás. Te hacía daño. Era muy bonito, pero te hacía daño. Radio tras radio, todos se iban rompiendo.

¿Llevas la cuenta de la cantidad de kilómetros que llevamos hechos, vieja amiga? ¿Y los lugares que hemos visitado? ¡Qué recuerdos! Montañas, pantanos, llanuras, playas...y siempre felices. Juntos.

Puerto de Vegarada
Ha habido ratos que no lo hemos pasado nada bien. ¿Recuerdas alguna de mis pájaras amiga? (¡Te he dicho que no menciones la de Luz Ardiden! Que ahora nos están oyendo) Alguna hemos vivido amiga.

¡Ya tuviste que cascarlo!
Sin embargo, los dos sabíamos que el tiempo iba pasando. Alguna vez enfermabas. Te llevaba al mecánico y, por regla general, no eran cosas graves. Hasta el día del pedal. ¿Te acuerdas cuando se rompió en plena subida? ¡Menudo guarrazo que pegamos!

Eso fue el toque de atención que a mi me puso en alerta. Tu material estaba fatigado vieja amiga. Ahora era yo quien debía de velar por ti, pero cuando hace dos semana empezaste a hacer ese ruido en el eje pedalier, mis temores se estaban empezando a hacer realidad. Debía de buscar una nueva amiga que sustituyese tu lealtad inquebrantable. Nunca será igual que tú. Sólo distinta. Ha de ganarse aún mi corazón.


Sólo puedo decirte una cosa. Gracias. Muchas gracias por hacerme sentir libre. Por hacerme sentir feliz. Por mantenerme en forma. Por permitirme conocer a gente. Por conocer mis límites. Por esto y por muchas cosas más, MUCHAS GRACIAS.

Nunca te olvidaré. Siempre estarás en mi pensamiento y prometo no olvidar con quién empecé en esto.

Gracias amiga.
Gracias.

martes, 14 de febrero de 2012

Preparando el camino para mañana y para el futuro.

¡Hola a todos y todas!

Esta semana no voy a poder entrenar todo lo que debería, pero como ya lo tenía previsto, he planificado las semanas previas de tal forma que ésta me sirva de descanso.

La próxima vez que entrene bien, que será el viernes, algo va a cambiar. No puedo anticipar nada hasta la entrada de mañana, pero algo va a cambiar. Me dejará un sabor agridulce, pero no ha quedado más remedio.

Por otro lado, la salida de hoy ha sido puramente para soltar piernas. En ningún momento, ni el compañero de grupeta Jorge ni yo engranamos el plato grande. Cadencia y a soltar que el fin de semana ha sido duro en cuanto a los kilómetros hechos. Este finde lo vamos a notar para bien en la temporada. Es de los que hacen buen fondo.

Pero volviendo a lo del cambio, que no puedo dejar de pensar en ello, creo que es para bien. Pero me da pena. Seguramente, quien haya hecho una variación del calado de la que voy a hacer yo, ya sabrá de lo que estoy hablando. Tengo ganas de que llegue el viernes, aunque mañana, insisto, sabréis de lo que hablo.

En lo que llevamos de 2012, esta semana es la primera que me la voy a tomar un poco de relax. El hecho de que me dé rabia y tenga ganas de bici, me hace entender que sigo lo suficientemente fresco mentalmente como para poder afirmar que estoy haciendo un buen trabajo.

Sin embargo, a partir de la semana que viene, si nada me lo impide, voy a empezar a apretar un puntito más en mis entrenos. Habrá que introducir alguna serie de vez en cuando, pero sin volverse loco porque, salvo una corrida el día 4 de marzo, ese mes está aún muy limpio. Pero a finales de abril ya empieza a haber eventos. Poco a poco.

Resumiendo. De lo que me pide hablar el cuerpo, no lo puedo hacer hasta que no se desvele en la entrada de mañana, y de mi diario de entrenamientos pues no creo que os interese mucho, más teniendo en cuenta de que en este blog no se habla de ese tipo de cosas por regla general.

Eso sí. La conclusión a la que llegamos hoy el compañero Jorge y yo es que empezamos a estar cansados del frío. ¡Que venga el buen tiempo ya!

Tendréis noticias mías en breve. Un saludo a todos y todas.

lunes, 13 de febrero de 2012

Pequeños maestros.

¡Hola amigos y amigas!

Hoy, al ser domingo, había ruta oficial del Club, pero hoy tenía otros planes. Comenzaban los entrenamientos de los chicos y chicas de escuelas del club, así que yo debía estar allí.

Tenemos la suerte de contar con una zona en León donde se han construido las calles, aceras y de más, llamada La Lastra, pero que permanece sin ser edificada. Supongo que la crisis tenga que ver algo en todo esto, pero a los niños del club les viene muy bien, ya que tenemos la posibilidad de cortar un par de calles y aislar al tráfico una manzana completa.

En este lugar es donde realizamos los entrenos con los jovenzuelos ciclistas. La nueva generación de campeones, o de gregarios, o de cicloturistas. Sangre fresca al fin y al cabo que revitalice este deporte.

En el entrenamiento de hoy, nos reencontraríamos con algunos de los chicos de otros años y con alguno y alguna que empiezan nuevos. La ilusión con la que cuentan todos ellos es tremenda. Dan pedales como si no hubiese día de mañana. Les da lo mismo el viento, que hoy soplaba frío y molesto, o el frío, intenso como toda esta semana. Da lo mismo. En esa hora larga de entrenamiento sólo tienen ojos para sus bicicletas.

Alguno de los nuevos no conoce ciertas cosas que podemos dar por supuestas, pero que para estos pequeñajos es lo más. Cuando hoy a un niño le dije para qué servían las manetas, además de para frenar, fue como si le descubriese el mayor de los secretos del mundo. ¡Es genial! Luego no dejaba de cambiar tras elaborarte un razonamiento muy bueno de por qué tomaba esa decisión. Un grande este peque.

Luego están los "viejos" conocidos. Después de casi medio año sin vernos las caras, alguno ha dado un estirón. Ya no pedalean tan forzados. Te pones a 30 y este año no protestan. Agachan la cabeza y siguen adelante. Dentro de un par de meses estoy seguro que me piden subir un puntito más. Ya verás!!

Alguno de nuestros galgos ha sido convocado por la selección de Castilla y León, así que éstos, que ya han estado saliendo con la ruta corta del Club, ya estaban más rodados, así que casi van solos. Seguro que van a plantar mucha batalla este año. Apuntan maneras.

Como veis, ha sido una mañana de domingo distinta, pero buena. El estar de vez en cuando rodeado de los más jóvenes, hace que se te recarguen las pilas. Cuando vuelves a montar en bici, recuardas de dónde has venido. Los niños te hacen aprender muchas cosas. Son unos pequeños maestros.

Hasta luego amigos!!

domingo, 12 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León. Pedimos perdón.

Hola a todos y todas!

Hoy, la Grupeta Cicloturista León, como buen sábado, tenía la cita cumbre de todas las semanas. Quedamos los sábado por la mañana para hacer fondo, ya que la mayor parte de la gente tiene más tiempo, aprovechamos la mañana y nos topamos con otras grupetas.

Una de las anécdotas de hoy, fue cuando me estaba comentando el compañero Elías que, en una ruta de sábado, tenía pensado quedar con un amigo suyo, que forma parte de otra grupeta perteneciente al Club D. Cicloturista Astorga, en alguna salida de mayo o por ahí. De esta manera, rodaríamos juntos e incluso podríamos comer y todo eso. Justo cuando estábamos hablando de esto...¡¡apareció dicha grupeta por el carril contrario!! ¡¡Fue buenísimo!!

Ciñéndonos a lo acaecido en la salida de hoy, la mañana comenzó con una baja de última hora. Fernando sigue con la bronquitis y, de manera acertada, decidió quedarse en casa para no perder lo que había recuperado. Hoy, el día nos recibió con un intensísimo frío, así que toda precaución era poco. Le echamos de menos.

Hoy salimos nueve valientes nueve, con ganas de hacer fondo. Sobre todo César que lo había dejado caer el jueves...."El sábado tenemos que darnos un poco de cera, eh?"....y creo que hoy fue contento para casa. Esta fue la ruta. León-Carrizo-Benavides-Cogorderos-Sueros-Riofrío-Carrizo-León. 110 km en los que rodamos a muy buen ritmo, por un terreno poco explorado por nosotros y con mucho repecho sorpresa.

Comenzamos la ruta haciendo lo de siempre, poniéndonos al día y calentando, pero hoy era difícil debido al intensísimo frío, como ya os había comentado. De salida, teníamos que pasar por la carretera del Ferral, la cual pica continuamente hacia arriba. Yo creí que entraríamos en calor, pero ni por esas.

Aún así, seguíamos quemando kilómetros y, uno de los factores que nos estaba empezando a fastidiar, era que se veían cúmulos de niebla. Decidimos seguir, llegar a Carrizo y, una vez allí, ir en dirección sur.

Como tenemos la suerte de contar con un buen conocedor de esta zona, Elías, una vez que llegamos a Benavides de Órbigo y realizamos una parada para comer que si las barritas, que si los plátanos, que si llenamos el bidón de agua, tomamos una carretera de las que conoce Elías....¡Menuda encerrona!

Justo antes de llegar, como os comento, a Benavides, David, uno de los integrantes, decidió atajar y no acompañarnos en la totalidad de la ruta. Seguro que en un mes nos acompaña.

La nueva zona, desconocida para casi todos nosotros, es la típica con una carretera estrecha, firme irregular y con continuos repechos. Nadie sabía a ciencia cierta dónde estábamos. Cerca de la general, lejos...nada. Las montañas nos servían de orientación. Lo único que sabíamos era que teníamos que dar pedales.

Entonces fue cuando Buka lanzó al aire una pregunta: "¿estaré en casa a las 13:30?"....La callada por respuesta fue la contestación del grupo, porque el único que tenía esa información creo que no se atrevía a decirlo, y el resto nos imaginábamos la respuesta...."Vamos a andar un poco justos Buka."...

Bukanero tenía una comida familiar a la cual no podía llegar tarde y, por desgracia, no cumplió...llegó tarde.

Desde aquí, la Grupeta Cicloturista León pide perdón a la familia del Buka.

Cuando ya empezamos a enfilar dirección León, nos topamos con un indeseable compañero de ruta. El viento. Que sumado a los kilómetros, junto con los repechos infernales que nos íbamos encontrando, empezaban a convertir a la ruta de hoy, en la más dura de lo que llevamos de año.

Por fin volvimos a la carretera del Ferral. El trabajo ya estaba hecho. Grandioso entrenamiento de la Grupeta. 110 km a una media de 30 km/h con viento y un terreno complicado. Gran trabajo.

De las risas casi no os hablo porque las damos por sobreentendidas, ¿verdad?

sábado, 11 de febrero de 2012

Agradable encuentro sorpresa.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy, tenía una cita importante en la tienda de bicicletas habitual, para algo de lo que pronto tendréis noticias.

El plan era claro. Saldría a rodar un poquito e iría a la tienda. Pero antes de tomar la carretera de la ruta, pasaría por la zona de quedada de la Grupeta Cicloturista León, ya que eran las 16:15 y a esas horas a veces hay alguien. Llegué a la zona y no estaba esperando nadie, sin embargo, justo en ese momento pasaban dos personas en bici, imitando mi operación de "pasar por si acaso". ¡¡El Buka y un amiguete suyo!

Ya estaba liada. Hoy la ruta no la haría solo, lo cual siempre es positivo. Nos pusimos al día rápidamente. Le conté lo que iba a hacer después de la ruta y, encantado, accedió a acompañarme.

Pero antes de todo, debíamos de hacer la ruta. Yo, que tenía la cabeza en otro sitio, no tenía intención de, ni forzar mucho, ni marchar muy lejos, así que la decisión de consenso fue hacer una rutilla muy maja.
León-Cuadros-Alto del Rabizo-León. Dentro de esta ruta, subiríamos El Alto del Rabizo. Subidita que, por lo ancho de la carretera, es engañosa, pero que tiene alguna rampilla maja.

Mientras pasaban los kilómetros, manteníamos una animada conversación acerca de las marchas Cicloturistas a las que tenemos intención de ir y a las que no. Que si esta es muy dura, que si esta no lo es tanto. La verdad es que, por un rato, nuestras cabezas viajaron unos cuantos kilómetros. Pasamos por Lagos de Covadonga, por Pajares, por Cabezón de la Sal...Unos cuantos lugares, la verdad. Y la conclusión a la que llego yo es que ya vamos teniendo ganas de subir algo bonito. De hecho, el amigo Buka ya montó su piñón de 28, cosa que es una verdadera declaración de intenciones.

Yo, que sigo con mi piñón de 25, todo esto hasta el martes, estaba haciendo mi repaso mental a la temporada que ya se nos viene encima. Unas cuantas pruebas son las que correremos. Como me he federado de máster, a alguna carrera también iré (a pocas, la verdad). Se presenta una temporada muy muy pero que muy bonita. Si a todo esto, le sumamos las rotas que nos marquemos por libre, que ya tenemos alguna en mente, más lo que surja, esto compone una temporada cargadita cargadita....¡Qué ilusión! (cuando estemos en plena "huesera" o en plena "Hoz de Jaca" ya os lo vuelvo a contar)

Ya estábamos afrontando la vuelta a León, después del Rabizo y la temperatura, poco a poco, se venía abajo debido a que tuvimos toda la mañana niebla y en la capital no terminó de levantar, así que tocaba frío.

Lo último que hicimos en ruta fue quedar para mañana, porque toca salida con la Grupeta Cicloturista León. La intención es hacer kilómetros, así que ya os contaré.

Después de esto, tocó ir a ver al mecánico...pero este tema lo trataré en una entrada a parte...que será muy especial.

Un saludo a todos amigos!!!

viernes, 10 de febrero de 2012

Grupeta Cicloturista León. "No quiero ser un lastre"

Hola a todo el mundo!

Hoy, como buen jueves, había quedada de la Grupeta Cicloturista León. Lugar y hora habituales. Componentes, algunos habituales, otros no tanto. Alguna ausencia. Pero éramos unos cuantos, así que lo que no faltaban eran ganas de bici.

Tras unos días de viento, éste nos dio un respiro y respetó la bronquitis de Fernando que, tras unos días en el dique seco, ha podido retomar los entrenos.

-"Cuánto os he echado de menos"
-"Nosotros también a ti Fernando"

Todo comenzó como de costumbre. Los primeros kilómetros nos estuvimos poniendo un poco al día de todo. Que si el caso Contador por aquí, que si me hace ruido la bici, que si no sé qué prefiero si buen aluminio o mal carbono....en fin, lo típico.

Uno de los integrantes de la Grupeta, no pudo salir y, a modo de sorpresa, fue hasta el punto de partida con la furgoneta de su curro para vernos...¡¡Eres un fenómeno Bukanero!!

Según pasaban los kilómetros, yo ya estaba viendo que Fernando, tras un par de comentarios tipo "llevo unos días sólo haciendo rodillo", "aún no estoy recuperado" y cosas así, no tenía el cuerpo como para forzar. Y como yo creo que, como grupo que somos, salimos juntos llegamos juntos, pues me mantuve a su lado, junto con Jorge durante toda la ruta de hoy.

Seguíamos hablando del ruido que me hace la bicicleta, cosa que me está preocupando mucho estos días, por cierto. Entonces fue cuando Fernando, en un arrebato de sinceridad, lanzó al vacío lo que se convirtió en la frase del día (bueno, en realidad fue otra, pero os aseguro que no la puedo decir):

-"Yo...yo no quiero ser un lastre"

A lo que yo le contesté que bastante tenía yo ya con el maldito ruido de la bici, como para escuchar que Fernando es un lastre...Lo que hay que escuchar!!!

Además, la ruta por la que hemos rodado hoy, es uno de los clásicos de las rutas desde León. El Fenar por La Robla. Lo bonito que tuvo la ruta hoy fue que, por fin, la nieve ha hecho acto de presencia. Ya hemos conseguido ver la bonita cima La Polvoreda o El Fito lleno de nieve. Una bonita estampa con el sol del atardecer bañándola. Precioso.

Mientras estábamos más pendientes de esto que de seguir al grupo, Jorge, Fernando y yo nos descolgamos y, cuando nos dimos cuanta, el grupo ya no se veía en el horizonte. Sin problema. Poco a poco y haciendo buenos relevos, llegaríamos a León yendo rápido, porque la última parte de esta ruta es bastante plana.

Fernando, tras los días de parón, seguro que sufrió un poquito, pero yo creo que entre las ganas que tenía y las risas que nos echamos ni se dio cuenta.

Entonces fue cuando empezamos a pensar, cerca ya de León, cuánto tiempo haría que llegó el grupo. ¿Cinco minutos? ¿Siete tal vez?

La respuesta fue fácil de obtener, porque al llegar al punto de salida de la ruta, nos estaban esperando Elías y César....

-Joer!!! 10 minutos esperando!!!! Para el sábado nos damos más vida, ¿eh?

Ya teníamos la respuesta y una próxima salida de la Grupeta Cicloturista León....GENIAL!!!

Un saludo a todos!!

jueves, 9 de febrero de 2012

Los cruces de caminos.

¡Hola a todos!

Hoy, después de haber descansado ayer, salí a dar una vuelta con la bici. Y la verdad que salí tarde para lo que eran mis planes iniciales. El plan era salir por la mañana y hacer fondo.

Pero la mañana, poco a poco, se fue complicando, por lo que, llegado el momento, tuve que tomar una decisión. Comer y salir tranquilamente, a eso de las 4, con lo que el plan de hacer fundo quedaría anulado, o bien comer algo rápido y, raudo y veloz, salir a rodar más temprano y así poder algo de fondo.

Mi elección fue la primera. Comer y salir a eso de las 4....Error....No contaba yo con que me entrase la pereza. Pero sí, me entró, pero luché contra ella y, a las 4:30, conseguí salir a rodar.

Así a priori, mientras empezaban a pasar los primeros kilómetros entre ráfaga y ráfaga de viento, pues iba pensando por dónde ir. Sí quería subir Castrillino, pero a partir de ahí, no tenía un plan. En mi mente seguía el plan de hacer fondo pero, a pesar de que los días ya han crecido mucho, veía que el sol tenía ganas de largarse, por lo que debía de acortar el plan que era llegar hasta la localidad de Barrio de Nuestra Señora.

Tras subir Castrillino, decidí acortar la ruta y adentrarme en La Sobarriba. Una zona que se caracteriza por estar llena de cortos repechos, tener unas carreteras en no muy buenas condiciones y no contar casi con tráfico. Es una zona que me gusta mucho dado que tiene muchas posibilidades, además de poder salir a otras carreteras y sacar unas rutas muy majas.

Pues por la cabeza se me pasé hacer pocos kilómetros y completar el entreno con rodillo, pero en uno de los desvíos que me encontré, me dije al más puro estilo Forrest Gump: "ya que he llegado hasta aquí, ¿por qué no coger este desvío?"

Así que, sin darme importancia, lo tomé y proseguí mi camino hasta el siguiente cruce de caminos. Lo mismo. Y así una vez, otra y otra más, hasta que me encontré rodando, a mil por hora, en la carretera del condado gracias al viento que, si bien llevaba todo el rato luchando contra mi, ahora se había puesto de mi lado ayudándome a rodar como un tiro.

Cada poco miraba cómo mi sombra se hacía más y más alargada, lo que indicaba que se estaba haciendo tarde.

Pero seguía alargando la ruta. No podía parar. Y encima estaba siendo espoleado por el viento. Mucha cadencia y mucha velocidad por un terreno plano con buena carretera. El paraíso de un rodador como soy yo.

Mientras yo seguía gozando de estos kilómetros de calidad, el sol seguía a lo suyo, que era marcharse a descansar. Y, sinceramente, creo que se puso de acuerdo con el viento, porque en cuanto el sol se escondía en el horizonte, el viento empezó a soplar en contra con más fuerza que nunca. Fue terrible.

Entonces fue cuando me di cuenta de que se me había ido de las manos la ruta de hoy por completo. Pasé de querer hacer fondo, a hacer pocos kilómetros, a ir de cruce en cruce liándola....en fin, un caos, pero que, gracias a él, llegué a caso con la sensación de que había hecho un buen entreno.

Esta fue la ruta de los cruces...León-Castrillino-Villalboñe-Puente-Villarroañe-León

mañana no tendré estos líos, porque es día de Grupeta Cicloturista León, así que una cosa está clara...lo vamos a pasar estupendamente.

Adiós a todos!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Nadie es tan poderoso.

Hola a todo el mundo.

¿Qué tal estamos todos hoy? Porque después de varapalo de ayer con lo del caso Contador, nos vinimos todos un poco abajo.

Estoy redactando esto antes de que Alberto dé la rueda de prensa. Igual ahora da unas declaraciones impactantes que echan al traste esta entrada, pero bueno, me voy a arriesgar.

Ayer, en las redes sociales, pude ver que el apoyo era unánime en favor de Contador. Pocas eran las voces altisonantes en contra de él y, rápidamente, eran acalladas tachándolas de proUCI o cosas así.

También leí varias veces que si se iba a acabar con el ciclismo, con todo esto, que si los de la UCI son parte del rabo del demonio y cositas de estas.

Bueno, pues yo estoy hasta las narices tanto de unas cosas como de otras.

Contador me parece un chico que ama la bicicleta y que ha recuperado el interés por este deporte por su manera de subir los puertos y de afrontar cada competición. Antes de él, también ganaron el Tour Pereiro y Sastre, grandes tipos ambos, pero sin el tirón de Alberto. Sin embargo, creo que Alberto Contador no es tan importante como para acabar con el ciclismo él solo.

Los dirigentes de la UCI, los de la AMA, los del TAS y toda esa caterva de gente, creo que están a ganar dinero y lo más lejos que miran, es a la punta de su nariz. En la categoría en la que se mueven los profesionales, se está a ganar dinero. Punto señoras y señores. De ahí su nombre. Su trabajo es ese.

Los dirigentes de esos organismos, por muy bonito que lo pinten, están también a ganar dinero y, para ellos, Contador, el ciclismo, fulanito y fulanita, sólo son medios para obtener beneficios. No son ONG's. Quieren dinero. Hago saber a todos aquellos que no lo sepan que las Federaciones Deportivas de todos los deportes, son entidades privadas. Sí, privadas. Esto es, empresas. Empresa=Negocio=Dinero

El problema es que para obtener dicho dinero, se pueden hacer mejor o peor las cosas y, éstos señores, creo que lo están haciendo mal. Lo único que pueden llevarse por delante es su negocio. Es decir, el ciclismo profesional. Pero no pueden acabar con el ciclismo, en todo su amplio espectro.

El ciclismo amigos, es algo mucho más grande que todo eso. El ciclismo soy yo riéndome con mi amigo Fernando, que tiene un disgusto del diez por esto de Contador, cuando llama globero a alguno. El ciclismo es la Grupeta Cicloturista León apuntándose en masa a Lagos, a la QH o a la Bilbao-Bilbao. El ciclismo es cualquier cicloturista, de cualquier punto del planeta, que se viste de torero, queda con los colegas y sube un puerto precioso.

¿Alguien de verdad cree que pueden acabar con eso una docena de personas?

Si mañana mismo, sale una resolución de...yo que sé, el COI, diciendo que el ciclismo profesional queda prohibido, ¿vais a dejar de andar en bici? Yo no. Voy a seguir disfrutando de mi bicicleta, de mis amigos, de los paisajes, de los piques con los Máster. Eso es el ciclismo.

Que no me venga nadie ahora a decir que, una docena de personas van a terminar con lo que es, más que un deporte, un modo de vida. Eso no puede hacerlo nadie.

Nos puede parecer más injusto o menos algo que le pase a un profesional. Nos puede parecer mejor o peor la gestión de un estamento deportivo. Pero lo que no podemos es estar todos tristes por algo así, por favor.

Lo que mueve este deporte son las ganas de montar en bici. Eso no nos lo puede quitar nadie por muy importante o mediático que sea, así que vengámonos todos arriba y gritemos todos juntos. ¡VIVA EL CICLISMO! ¡VIVA EL DEPORTE!