viernes, 18 de enero de 2019

Paciencia, que esto no ha hecho más que empezar


¡Hola a todo el mundo!

¿Cómo vamos llevando el invierno, compañeros y compañeras? Por aquí, en León, la verdadera fábrica nacional de frío, todo va según lo previsto. Temperaturas heladoras durante todo el día, el sol se ha estropeado y no calienta y, para rematar, ahora entra un frente, con lo que se va a poner a nevar y el año pasado cuando esto pasó, no dejó de nevar hasta abril, con lo que pongámonos cómodos, desempolvemos el rodillo y tengamos paciencia.

Es un poco desesperante este clima nuestro pero ya estamos acostumbrados. Además, a día de hoy, hay un montón de ayuda para llevar mejor las temperaturas de mierda, o como otros lo llaman, bajas temperaturas. Hace poco vi un vídeo de un profesional, Carlos Verona, al cual sigo desde que pasó a la máxima categoría, en el que explicaba lo que llevaba encima durante el invierno. Y nunca me dejarán de sorprender los pros porque si yo vistiese como ellos durante el invierno, me moriría en la primera curva de la carretera, con lo friolero que soy yo.

Ya sé lo que me vais a decir. Ellos van a tope y no pasan frío. Ya, ya. Tienes que ir muy a tope para no pelar un frio del carajo si vas con un maillot de entretiempo y un chaleco, la verdad. Aunque el mejor truco para no pasar frío que utilizan los ciclistas profesionales es ir a entrenar a la Comunidad Valenciana, Cataluña o sitios así. Eso sí que es un plan maestro.

Pero los que nos tenemos que quedar en León hacemos lo que podemos. El culote largo ya no nos lo vamos a quitar hasta abrir. Guantes de invierno, puede que en marzo, a finales, haya algún día en el que nos los podamos cambiar por los de verano. Una buena térmica, yo creo que la llevaré hasta en Los 10.000 del Soplao que este año en el primero de junio. En fin, qué le vas a hacer.

Pero cosas así refuerzan nuestras grupetas o pequeños clubes como es nuestro caso con el gran CLUB CICLISTA ASFALTO LEÓN. Esto se consigue parando a tomar cafés en ruta. Pero cafés de estos largos en los que nos contamos nuestras penas…

-¡Joder, troncos! No siento los dedos…
-Pues yo no noto los pies.
-Pedidme un café con leche caliente como las barandillas del infierno, por favor…

Esto es una excusa ya que cuando el frío afloja, seguimos parando a tomar el refresco, la caña, la sin o lo que toque. Somos unos disfrutones, qué le vas a hacer. Pero sí es verdad que las rutas cambian mucho, porque cambiamos los paisajes planos por los que rodamos ahora, por las montañas, que estos días están intratables, por mucho que hablen los gurús meteorológicos del club que si hay una inversión térmica o no sé qué leches.

Lo dicho. Que ahora empieza la nieve y puede que haya que coger algo más la de monte. Puede que dentro de poco escriba otra vez sobre lo mucho que me gusta la bici de campo (cagao pal prao).

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