viernes, 13 de abril de 2012

Portugal está lleno de oportunidades.

¡Hola a todo el mundo!

Al seguir lesionado y dedicarme a hacer ejercicios que no tienen nada de apasionante, como son abdominales, ejercicios de fuerza y poco más, como veis algo apasionante, pues he decidido volver a hacer un viaje cicloturista fuera de nuestras fronteras, pero no tan lejos como otras veces. Destino Portugal.

Seguro que alguno de vosotros ha rodado por sus carreteras. Si es que al fin y al cabo somos vecinos y estamos pegados. Pero, por lo menos para mi, es un país no tan conocido como debería, al estar tan cerca.

Y para comenzar con las maldades por tierras lusas, parto de un pueblo que una amiga me recomendó hace tiempo. Melgaço. Con el tiralíneas, he seguido la frontera natural que tenemos, el Miño, así que el paisaje estoy seguro que es precioso. Pero lo que ha quedado precioso es el perfil y la ruta en general, porque en tan solo 70 km ha salido una ruta con un par de subidas impresionantes. He decidido terminar esta etapita en un alto. En resumen y para que lo veáis todos, esta es la etapa 1.

En la etapa 2 he pensado que como en la anterior acompañamos al Miño hasta el Océano, pues ahora acompañaremos al Duero del Océano hasta que finalice la N-108. Resulta una etapa dura y exigente que ya pasa de los 100 km pero que estoy seguro que se hace amena, fundamentalmente por las continuas subidas y la compañía del Duero.

La etapa 3, una vez que he decidido encasillarme, vuelve a estar acompañada por un río. En este caso es el Tajo. Iremos desde la frontera hasta Lisboa en una ruta que si bien es larga, casi 200 km, es muy plana y con terreno favorable.

Y para finalizar las rutas, la etapa 4 se la dedico a todos los locos como yo de los terrenos difíciles, de carreteras secundarias y con un montón de dificultades orográficas. Como veis, es un terreno duro que he buscado a propio intento, atravesando carreteras totalmente secundarias y cosas así. la verdad es que llama un montón la atención.

Quizás algunos de vosotros conozcáis algunas de esas carreteras, pero yo no y entre que sigo lesionado y rodar por nuevos lugares me parece lo más, pues trazar estas rutas me ha abierto el apetito ciclista que, por otro lado, tengo a flor de piel dados mis 15 días sin bici. Qué largo se me está haciendo. Y lo que te rondaré morena...

La conclusión a la que llego es que creo que nos centramos demasiado en los grandes lugares ciclistas tipo Pirineos, Alpes, Dolomitas y sitios así que, por otro lado, son una pasada, pero olvidamos otras zonas que son verdaderas maravillas y que tenemos justa al lado, como es el caso de nuestro vecino Portugal.

¡Un saludo a todos!

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