¡Hola a todo el mundo!
Hoy ha sido el primer día de mis entrenamientos de gimnasio. Tocó levantar algo de acero. Y lo cierto es que se me hizo entretenido.
Hace años hice mucho gimnasio y acabé un poco saturado. Así que siempre que me acerco a uno, me cuesta un poco. Este año he decidido entrenar también en gimnasio para evitar lesiones. La que tuve el año pasado en la rodilla me ha hecho pensar mucho. Puede que no tengan nada que ver mi tendinitis y el trabajo de pesas, pero creo que éste evitará posibles problemas a lo largo del año.
Pero he de tener cuidado con esto del acero porque tengo tendencia a ponerme como un oso pardo. Si a esto le sumamos que alguno que otro ya me llama "patas de alambre" (hola Juanjo), debo de ser cauto con esto del gimnasio.
Por lo pronto, mañana saldré a rodar para que no se me olvide el por qué del gimnasio. Y me encantan las sensaciones que estoy teniendo después del parón. No me refiero a esas que se suelen encontrar cuando vas genial. Me refiero a las ganas con las que me estoy encontrando.
Siempre me apetece andar en bici. Cuando para uno, esa simple acción es un modo de vida, es algo de esperar. Pero es que me apetece muchísimo. Mucho más de lo normal.
Pero este año quiero hacer las cosas mejor que el año pasado porque en enero y febrero estaba en un momento de forma impresionante. Creo que el mejor de todo el año. Así que este año, pretendo estar a tope fundamentalmente en verano y en los meses de enero, febrero y marzo, simplemente bien, sin más.
Así que, como dice mi abuela, poco a poco se llega lejos.
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