¡Hola a todo el mundo!
Ya está hecho. La temporada ha dado comienzo. Y finalmente hice la ruta que más me gusta para el entreno de everyday en invierno. Esta preciosidad está genial porque la primera parte es un rompepiernas y la segunda permite que te acoples, cojas un ritmo y hasta casa rodando por buena carretera.
Pero hoy ha sido un día muy particular porque como llevaba 3 semanas de parón, el corazón estaba en modo standby y, como tenía un monazo de bici tremendo, nada más salir estaba, ¿cómo decirlo?, ¡nervioso! Durante los 10 primeros kilómetros no bajé de 120 pulsaciones. Como un primerizo...Pero cuando me quise estabilizar comencé a ascender la subida de Castrillino, así que el corazón no me bajó de 160 ppm, esta vez por el esfuerzo.
Poco me importó hoy la velocidad a la que estaba rodando porque lo más importante en la pretemporada es no pasarte de revoluciones, esto es, no pasar del umbral anaeróbico que en mi caso, más o menos está por las 170 pulsaciones (a grandes rasgos).
Al mismo tiempo, intenté mantener un ritmo alto de pedaladas por minuto. Pretendía ir incluso un poco pasado de vueltas, cosa que conseguí aún a riesgo de ir un poco raro sobre la bici, pero bueno, como no me miraba nadie...
Y a parte de todas estas especificaciones técnicas, es muy reseñable un hecho que en todo el año anterior sólo pude ver dos días. Nieve en las montañas. Las más altas y alejadas tenían una muy buena capa de nieve y, como digo, el año pasado eso casi fue imposible de ver. Parece que este año tendremos un año normal.
Y seguí devorando los primeros kilómetros de la temporada hasta que, por el kilómetro 30 más o menos, realicé una parada técnica. No para coger agua ni para descansar. Sencillamente paré para hacer un poco el gañán. Hacía mucho tiempo que no os brindaba una "frikifoto" y creo que hoy era un gran día para ello...
La barba ha vuelto, por cierto. |
Y tras el saqueo al maizal, proseguí con mi ruta con mucha gracia y donaire. Ahora me tocaba enfilar la larga recta del Condado. Son como unos 8Km de recta que, al menos a mí, no se hacen demasiado pesados. En mi caso particular, de hecho me gusta este tramo. Hay colinas alrededor, no demasiado tráfico. Está bien.
Tras esta zona "territorio van der Pazos", como diría el intrépido JR, la parte final se adentraba en ese lugar, desconocido y cercano al mismo tiempo. La Sobarriba. Un buen lugar para evitar las carreteras llenas de tráfico y con repechines continuos que hacen que no puedas mantener un ritmo constante y cómodo, además de los baches que hay, claro.
Llegué a casa con la sensación de que había sido un gran día y con ganas de más. Pero este año voy a compaginar estos rodajes iniciales con algo de gimnasio, así que mañana creo que voy a levantar algo de acero.
¡Nos vemos en las carreteras amig@s!
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