jueves, 16 de febrero de 2012

Tesoros del cicloturismo. Luz Ardiden.

Hola a todo el mundo.

Hoy, dentro de esta sección de Tesoros del cicloturismo, os voy a hablar de uno de los puertos más duros que yo he subido pero que, como recompensa, dispone de unas vistas impresionante. Luz Ardiden.

Os pongo en situación. Verano. Estaba de vacaciones y llevaba años con ganas de ir a Pirineos con mi bicicleta. Por fin lo hago, así que os podéis imaginar las ganas que tenía de rodar por las carreteras por las que tantas y tantas veces había visto a los ciclistas del Tour.

No sabía qué rutas hacer. Tenía varias en mente, pero el consejo de un buen conocedor de la zona, el gran Vega, hizo que me decantase por hacer una ruta en la que subiese Tourmalet y Luz Ardiden.

El día amaneció un poco encapotado, pero según acometía la subida del Col du Tourmalet, parecía que la cosa se despejaba. Corono. Me tiro hacia abajo en una rápida bajada, en la que no paso nada de frío. Me parece muy raro, porque entre la velocidad que alcanzaba (en algún tramo 90km/h) y la altitud del puerto (2115 metros) debería de estar la cosa un poco más fresca de lo que está, pero bueno, no le doy más vueltas.

No le doy más vueltas hasta llegar a Luz Saint Sauveur. Ya no voy tan rápido pero el calor es impresionante. Veo un termómetro e indica unos terribles 35ºC. Yo me muevo como pez en el agua con el calor, pero sabía que la ascensión de Luz Ardiden se me podía hacer muy larga con estas temperaturas, pero no me queda más remedio que empezar a subir.

Ya desde el comienzo de la ascensión veo que los piñones se me quedan cortos, pero yo sigo tirando. Sin llegar a forzar, porque sé que me quedan kilómetros por delante.

Llego al tercer kilómetro y aquí comienza lo duro de la ascensión. Empiezan a sucederse curvas de herradura. Una tras otra te van machacando, porque los tramos que hay entre cada curva, no te dan respiro. Paso junto a una casa en la que unos niños juegan en una piscina. Me dan ganas de ir corriendo y tirarme en ella. Mala señal. Me faltan 11 km y estoy pensando en piscinas...esto promete.

En lo que llevaba de subida, una cosa me estaba viniendo bien, y era que esta primera parte se encuentra muy poblada de árboles, lo que proporciona una sombra que empezaba a ser vital. Pero según seguía ascendiendo, menos árboles me encontraba, así que el sol empezaba ya a tostarme de lo lindo.


Llego al ecuador de la ascensión. Siento que me estoy enfrentando a un monstruo terrible. Es en esta parte donde más exigente es la subida. Curva tras curva te das cuanta de que no vas a tener ni un kilómetro a menos del 7%, lo cual sería todo un descanso, pero temes no encontrarlo nunca. Llegas a un kilómetro en el que la media es del 11% y empiezas el mismo con una pequeña bajada....este kilómetro va a ser infernal.

Ya entramos en la zona en la que los árboles no decidieron instalarse. Se me junta todo. Rampas duras, calor, sol achicharrante y una sensación de hambre que me da muy mala espina. Miro hacia arriba a ver si veo a la pájara....y sí...está volando sobre mi. Aún no se ha posado, pero tiene intenciones de hacerlo.

Bebo y bebo pero no encuentro agua suficiente para aplacar esa sed. Se siguen sucediendo las curvas de herradura. He perdido la cuanta ya hace un rato. No sé cómo será Alpe d'Huez, pero en este puerto ¡¡tenemos 34 curvas!!

Entramos en los últimos 3 km. Ya es un hecho. Tengo encima de mi a la pájara y al hombre del mazo juntos. ¡Qué sensación tan terrible! Sólo me mueven dos cosas. Una, la sensación de estar a punto de vencer a un coloso importantísimo. La segunda razón es saber que cada vez estoy más cerca de un ciclista al que vi a lo lejos al comenzar la subida..."casi le tengo...¡VAMOS!"

Últimas rampas. Ya veo el final. También veo cómo el compañero ciclista que tenía como referencia ya ha llegado. Sólo un par de esfuerzos y la cima es mía....¡VAMOS!

Lo logré...¡Qué pájara tan terrible!

La más terrible pájara jamás vivida por mi.
Estoy satisfecho. Logré vencer a este coloso del que en este enlace tenéis todas las especificaciones técnicas. Luz Ardiden.

En cuanto al ciclista que tenía en el punto de mira, como veis en la foto, venía con un amigo suyo. No le conseguí alcanzar en la subida, pero conseguí hablar con él y su amigo. Les convencí para que me sacaran una foto junto a mi presa. Mirad:
Yo con mi presa.
En cuanto a los paisajes de los que os hablaba al comenzar este relato, la foto que vais a ver a continuación, habla por sí sola. Impresionante.


Grandioso Luz Ardiden.
Este puerto es un digno rival que todo ciclista tiene que intentar subir alguna vez. Impresionante tanto en dureza como en belleza. Disfrutadlo.

Hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo, me hace ilusion ir a mi tambien desde hace tiempo, pasar un par de dias por alli, y subir tambien al circo de troumouse y tambien garvarnie.Un saludo

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    1. Hola Jandro!
      Los circos de Gavarnie y de Troumouse se me quedaron sin subir y me dio un poco de rabia, porque, según me dijo un compañero, son unas zonas espectaculares!!

      Gracias por dejar tu comentario!!!

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  2. A ver cuando acabe la preparacion base, pa la segunda mitad de marzo, me animo aprobar un dia con vuestra grupeta. Salí un par de veces el año pasado desde el pabellon de deportes, a las 10 de la mañana por semanana, con una grupeta de veteranos, no se si son del club tambien.

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    1. Sí!!! Son del Club Jandro!!! Ahí se lo pasa uno genial!!!jejejeje
      Nosotros salimos Martes y jueves a las 4:15 desde SaniRés y los sábados a las 10:30 desde el mismo lugar!!!

      Anímate ya hombre!!! que nos adaptamos!!!

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