¡Hola a todo el mundo!
Hacía días que no dormía ocho horas y hoy lo conseguí. No es que la pereza se apoderase de mí y me levantase tarde. Sólo me acosté pronto. Esto resultó genial porque ya estaba plenamente activo a eso de las 8 de la mañana con toda una mañana por delante.
Al ser festivo en León, hoy había salida oficial del club, pero la cosa es que no me apetecía demasiado y preferí quedarme hasta tarde en casa trasteando (literalmente).
Lo que no quería que ocurriese era no salir a entrenar de una u otra forma, bien con la bici o bien yendo a correr, pero era pronto y tenía tiempo por delante.
Pasó la mañana y dieron las 11:30 ó algo así. Pensé que lo mejor sería calzarme las zapatillas de correr y machacar un poco el tobillo. Hacía un día alarmantemente bueno, así que trotaría despacio y disfrutaría del sol, la temperatura y el paisaje.
Entre que me vestí y calenté me dieron las 12 de la mañana más o menos. Ya estaba listo. Me puse los auriculares para salir a correr, busqué Batery de Metallica para comenzar, seguido del resto del disco Master of Puppets, y me dirigí al carril bici por el que suelo salir a correr (la cabra siempre tira al monte)
A los pocos minutos, me empecé a topar con grupos de cicloturistas, algunos de ellos caras conocidas. "Coincidencia", pensé. Avancé unos metros y a lo lejos vi algo que me resultaba familiar. Un grupúsculo de personajes sin igual. Primero vi a un pedazo de paisano, por no decir jamelgo, sobre una Giant muy chula. Luego a alguien lo suficientemente intrépido como para ir hasta Correcillas en plena nevada. Les seguía un corsario de leyenda con la zamarra de invierno con algún rasguño por sus aventuras con la "pisapraos". ¡Sergio, JR y el Bukanero! ¡LA GRUPETA!
Ellos en bici y yo en pleno momento de hibridación, desarrollando mi faceta runner. Les intercepté, dado que sé que sin casco no somos nadie, y corría el riesgo de no ser identificado. "¡¿Qué pasa troncos?!" La cosa es que como están como bestias, estuvieron siguiendo al grupo de Master hasta que ya pasaron de ellos. Empezamos a hablar un ratín mientras esperábamos a que llegase ese hombre. Ese gran héroe de las carreteras. Elías1.
Tras comentar la jugada de la última salida, en la que se la jugaron a Jorge (¿a que ahora entiendes por qué yo no paro ni para mear literalmente?), quedar para rodar un poco mañana y apalabrar con el Bucanero unas galimbas este finde, nos despedimos.
La verdad que salir a correr así, encontrándote con los colegas, mola un montón. Lo malo es que después tuve que seguir solo, pero valió la pena. Ya lo dice una multinacional...Compartida, la vida es más.
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