¡Hola a todo el mundo!
A lo largo de los años he
acompañado en sus primeros kilómetros a unos cuantos compañeros y compañeras
ciclistas, además de la época de los niños en las escuelas. Centrándome en los
cicloturistas, siempre he tratado de enseñarles los truquillos que al final
cada uno aprende por sí mismo, pero hay algo sobre lo que hago especial
hincapié. El café en medio de la ruta.
Resulta que el amigo Buka, hace
un par de semanas quedó con un colega que está empezando en esto de la bici y
salimos los tres juntos. Nuestra nueva adquisición está a tope. Tiene la
pedrada adecuada como para ser un Asfalto más, pero le falla una cosa. ¡Que no
para a tomar café! Dice que si no, la media no sé que y no sé cuánto. Casi me
hago pis de la risa que me entró.
Pero, tranquilos todos y todas,
que ya me he puesto en contacto con el colega y ya le he dicho que hay que
parar a tomar café o lo que surja, en medio de la ruta. Cuando le expliquemos
que hay días en invierno que básicamente salimos para comer un pincho de
tortilla, no sé qué nos dirá, pero bueno. Iremos poco a poco con él.
Y es que esas paradas en un bar
de algún pueblo son lo mejor de las rutas. Esa cantidad de chorradas que se
dicen, esas risas, esas tapitas, esos cafés. Cómo se entra en calor algún duro
día de invierno y cómo se refresca uno, en el maravilloso verano.
Hace muchos años yo no paraba
nunca. No sé cuál era la razón. Puede que no hubiese ninguna en concreto pero
la verdad que yo ahora mismo no entiendo una salida sin no parar aunque sea a
tomar un cortadito rápido. Los días que no me da tiempo parece que llego a casa
sin haberlo hecho todo, no sé si me entendéis.
Esos descansos son, además de
todo, necesarios para hacer piña con los compañeros. Las conversaciones que más
o menos hilvanas sobre la bici en plena ruta, en la parada las rematas, decides
por dónde sigue la ruta, te echas las risas, nos metemos los unos con los
otros. Ya sabéis. Lo típico.
Así que cuando me topo con
alguien que nunca para, siempre pienso…”cuánto le queda por aprender”…pero ahí
estamos en el C.C. ASFALTO LEÓN para
redirigir a las ovejas descarriadas. De hecho, esto del Club nos lo sacamos de
la manga durante más de una parada a tomar café entre colegas. Se podría decir
que El Club es la consecuencia de alguna que otra conversación alambicada pero
bueno, el resultado no fue malo, la verdad.
Conclusión de todo esto. Si
estáis empezando en las artes del ciclismo, lo mejor es que vayáis acostumbrándoos
a hacer una paradita en algún bar para tomar algo porque si algún día os
apetece rodar con nosotros, a lo cual os invito, y no estáis hechos a ello, os
va a tocar pagar el café. He dicho.
Estoy de acuerdo con Dani en lo importante que son las paradas para hacer piña, pero tambien os confieso que son estupendas para coger un poco de aire cuando estoy bajo de forma.
ResponderEliminarLos miembros de la grupeta no siempre tenemos el mismo nivel de entrenos, el trabajo, la familia, la vida...pues la parada del café es fundamental para reagrupar y respirar, incluso para consensuar la ruta de regreso.
La grupeta que toma café unida, vuelve para casa con una sonrisa y con ganas de repetir.
Posdata: Ojo! Que cuando hay que dar cera se da cera y cuando hay que ser competitivos lo somos, pero tan importante es batir tus récords como mantener la amistad.