¡Hola a todo el mundo!
Y fíjate si lo he cogido con
ganas, esto de volver a escribir en mi querido blog, que he vuelto a comprar un
dominio para que quede bonito. ¿Recordáis aquel ya emblemático www.cicloturismoenleon.com? Pues a
partir de ahora vamos a tener que acostumbrarnos a www.cicloturismoleon.com
Al fin y al cabo es prácticamente
lo mismo y el que escribe sigue con las mismas chorradas de siempre pero quizás
con otros puntos de vista. Esos que te dan los años, porque efectivamente, han
pasado ya algunos años desde que empecé esto así por accidente.
Y qué mejor tema para inaugurar
el dominio nuevo que escribir acerca de #PorUnaLeyJusta.
Para los que no estéis al
corriente (que ya os vale), se trata de la lucha personal, pero que nos envuelve
a todas las personas, desde peatones, pasando por nosotros los ciclistas, así
como moteros y un largo etcétera de individuos, de Anna González. Anna es por
méritos propios, nuestro ángel guardián, nuestra luchadora incansable, nuestro
escudo protector y nuestra espada de ataque, todo al mismo tiempo.
Resulta que hace un tiempo, a
Óscar, el marido de Anna, que iba dando una vuelta en bici, un camión le
atropelló, se dio a la fuga y Óscar, lamentablemente falleció. Desde aquí te
mando un beso grande, Anna, un abrazo y todo mi cariño. Hubo suerte, porque la
Guardia Civil localizó al conductor del camión.
El problema es que eso de que
hubo suerte es relativo, ya que tras pasar a disposición judicial, a las pocas
horas salió a la calle. Tiempo más tarde, el Juez archivó la causa, al
considerarse una falta. Y todo esto resulta que está amparado por el Código
Penal, de ahí que Anna, a partir de ese día, comenzó la lucha titulada #PorUnaLeyJusta.
Y es que si ya da un poco de
respeto salir a veces en bici, sobre todo cuando hay alguien en casa
esperándonos o si, por ejemplo, introduces a alguien en el ciclismo y tienes
que explicarle que existe un riesgo, más que evidente a veces, de que te pueda
pasar algo con un coche y de más, si además piensas que se pueda ir de rositas
alguien que la prepara muy gorda con un vehículo, el tema es complicado de
gestionar mentalmente.
Sales a rodar por ahí y te
sientes bastante desprotegido, en muchas ocasiones incomprendido y, la mayor
parte de las veces, impotente ante situaciones injustas como alguien que te
pasa demasiado cerca, u otro conductor que se salta un stop, o alguien sin
paciencia que te pisa los talones y te adelanta de malas maneras y te insulta,
o alguien que se pone a adelantar de frente, y ahí estás tú, con cara de
mosquito contra la luna del coche y así podría seguir poniendo ejemplos de
fechorías que nos suceden cada día horas y horas.
Porque, así es, amigos, este tipo
de cosas suceden cada día. Cada día, muchas veces. No es algo que sucede muy de
vez en cuando. Pasa mucho y a diario. Salir a rodar por ahí en bici, es un
acto, a veces de valentía o temeridad, según se mire.
Pero no nos van a parar. Quiero
decirle a todos los conductores imprudentes, que las bicicletas y los ciclistas
no nos vamos a retirar de las carreteras. Vamos a seguir ahí. Por cierto, que
las bicis llegaron antes que los coches, no es por nada. Que sepan que somos
ciclistas, que estamos hechos de otra pasta, y no nos rendimos jamás. Como no
se rindió Anna van der Breggen ni se rindió nunca nuestro Alejandro Valverde en
los campeonatos del mundo.
Y quiero decirle a los poderes
públicos, a los políticos que se supone que tienen que ordenar la convivencia
de este país, a ese poder legislativo que tiene que ofrecer un marco legal al
poder judicial, que es una vergüenza enorme que en España sucedan cosas como lo
que le ha pasado a Anna González y a Óscar. No puede ser tan sumamente barato
acabar con la vida de una persona y terminar con los sueños, ilusiones y
esperanzas de familias y amigos. Me da mucha vergüenza, de verdad os lo digo,
que sucedan estas cosas en un país como España. O más bien, lo que me da es
asco.
Hay que darle las gracias a Anna
por lo que está haciendo. Hay que reconocer su lucha, que es la de todos,
porque si se consigue un endurecimiento de las penas, será gracias a ella y a
nadie más. Ella lo ha movido todo. Ella está peleando por todos nosotros y
hemos de estarle agradecidos eternamente.
Anna. Muchas gracias por lo que
estás haciendo, de verdad. Eres nuestra líder.
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