sábado, 11 de abril de 2020

Avances en el ciclismo...también en el aficionado.


¡Hola a todo el mundo!

Hace pocos días escribí acerca de los avances que se habían producido en el ciclismo profesional en torno a los componentes y cosas así, como por ejemplo en los desarrollos sin ir más lejos. Pero, ¿y qué hay de nosotros los terrícolas? ¿Qué avance es el que más habéis notado para bien o, por qué no decirlo, para mal?

En mi caso en concreto he notado un enorme avance en el tema de los desarrollos. Me inicié en este mundillo con una relación de marchas que hacían de todo esto algo mucho más duro de lo que ya de por sí es. De platos tenía 52/42 y de piñones, ocho piñones por cierto, tenía 11/25, aunque recuerdo que ese 25 fue una novedad que monté durante un cambio de piña, en plan locura total (“¡¡Buaaa, tíooooo, UN 25!!”), porque originalmente la bici traía montado un 23, con el que subí cosas que a día de hoy me resultan sencillas y de aquella me lo pensaba más de una y más de dos veces a la hora de afrontar ascensiones que superasen el 12%.

Por el lado de los cambios sin duda he notado una mejoría terrible. A día de hoy llevo de platos un 52/36 y de piña 11/32. Y ese 32 es un salvavidas fantástico. Mucho se rieron de mí cuando lo puse, malditos sean todos ellos. Pero la realidad es que muchos de estos pájaros, si no han montado ya un 32, lo que han puesto es un 30. La verdad es que lo engrano muy pocas veces, pero cuando lo hago, me dan ganas hasta de llorar. Por ejemplo, en mi querida Camperona, o en mi odiado Angliru, la cosa cambia mucho con respecto al 28 que llevaba antes, por no hablar de un 25 o un 23. Con estos piñones tan pretéritos sería imposible, al menos para mí, afrontar ese tipo de subidas.


Otra mejora enorme que he notado son los frenos. Las bicicletas a día de hoy frenan una barbaridad de bien y me estoy refiriendo a los clásicos de zapata. No es el momento de contaros lo que opino de los frenos de disco, aunque alguna vez ya he dicho que me parecen innecesarios.

Yo llevo un grupo Shimano Ultegra y me parece que esos frenos son gloria bendita. Es una pasada la potencia de frenada que tienen. Los primeros que tuve eran Shimano también, pero no recuerdo la familia a la que pertenecían. Lo que sí recuerdo es que la respuesta no era ni parecida, la verdad. Y si ya nos metemos a analizar los diferentes tipos de zapatas y cosas así, entonces ya es para volverte loco. Haciendo un inciso, es por estas cosas que veo absolutamente innecesario el tema de los frenos de disco, porque con los actuales frenos de zapatas, el comportamiento del sistema de frenos es formidable. Los frenos de discos son una complicación añadida a la bicicleta, además de un sistema incompatible con los componentes que hay, así que si cambio a ese sistema mis juegos de ruedas no me servirían. Y lo mejor es que me detenga aquí porque ya se me está calentando la boca con esto de los frenos de disco.

Me acuerdo que la primera bici de carreras que probé. Fue la de mi primo Jesús. Una BH roja, con rastrales, palancas de cambio en el cuadro y todo eso. La típica bicicleta de carreras echentera. Comparar esos frenos con lo que hay ahora mismo es que no lo veo ni necesario. Daba miedo todo lo que tenía que ver con frenar.

Luego podemos meternos en el tema de materiales de fabricación, aunque yo reconozco que soy un tío muy raro a este respecto. Por ejemplo, yo si viví el cambio del acero al aluminio pero por convicción no voy a vivir el del aluminio al carbono porque este último material no me gusta. Ya sé que es más ligero y bla, bla, bla, pero si pudiera pagarme un cuadro de carbono monocasco, con carbono del pata negra y con la cantidad justa de resina, sin duda esa sería mi opción, pero como a lo que voy a poder acceder es a la típica bici de carbono, que no es monocasco, y que tiene mucha pero que mucha resina, pues paso de tener un bici de plástico. Prefiero un cuadro de aluminio pata negra con componentes fantástico. Esa es mi elección así como puede haber otras. No veo que lo que me voy a ahorrar en peso sea tan diferencial con respecto a una bicicleta con cuadro de aluminio y componentes de primera.

Sin embargo, escojas aluminio o carbono, el peso ha variado mucho. Las bicicletas a día de hoy son plumas con respecto a lo que había hace 20 años. Por ejemplo, esa bicicleta de mi primo Jesús pesaba como un Seat 600. Terrible.

Otra gran mejora que yo viví pero sólo a medias es el tema de las manetas. Han cambiado en el tema ergonómico y en la funcionalidad. A día de hoy son muchísimo más cómodas y te permiten ponerte en bielas con muchísima más garantía que antes, sin forzar la posición de los brazos. En cuanto a la funcionalidad, lo finos que van ahora los cambios es de admirar. Desde que monto en bici de manera medianamente seria, siempre tuve manetas más o menos cómodas y con buen funcionamiento, pero sí que probé en alguna ocasión lo de las palancas en el cuadro y no creo que haya nada que decir a este respecto.

Y otra de las cosas que más creo que ha evolucionado y mejorado en los últimos años son las cubiertas. Sin entrar en el asunto de si son más cómodos los de 25 ó 28 milímetros o cosas de esas (yo sigo con mis neumáticos de 23 mm, así de necio soy) en lo que creo que han dado un paso de gigante es en su resistencia frente a los pinchazos. Años atrás, notar que habías perdido aire en alguno de los neumáticos era muchísimo más habitual de lo que lo es a día de hoy. Hace mucho tiempo que no recuerdo pinchar y, de hecho, mi último pinchazo se debió a pillar un bache muy hondo. Fue imposible no pinchar en esa situación pero un pinchazo al uso, hace mucho tiempo que no lo sufro cuando la realidad de hace diez o quince años era muy distinta.

Podemos seguir analizando los avances que todos hemos podido experimentar fijándonos en temas como la ropa, los cascos, las gafas y hasta los bidones del agua pero eso me puede dar pie para poder escribir otra entrada. Lo que está claro es que no sólo ha habido cambios en lo que a ciclismo profesional se refiere. Afortunadamente todos esos avances llegan al pueblo llano y podemos disfrutar de una manera mucho más desahogada y segura de nuestro deporte predilecto.

2 comentarios:

  1. Empecé con una bici de aluminio y cambios en el cuadro (shimano), 52/38 y 12/27, la verdad que como solo tenía 7 piñones, ponias algo duro y hasta donde llegase, pero como esto del ciclismo tiene muchas vertientes, historia, competición, turismo, tigres y café, como vemos en tu blog, a mi me va la mecánica, no me sale ir a una tienda y comprar una bici "hecha".
    Monte yo mismo (no me toca la bici ni dios) un campagnolo 9v, 11/30, las manetas no tenian nada que ver, más cómodas, más palanca de freno(seguía con freno shimano) y tenian el cambio incorporado, muy agradecido en momentos de esfuerzo.
    Con ese desarrollo subí la Camperona, una muerte, diferencia notable con el 34-28 que subí el verano pasado, muerte pero menos.
    Cambié las bielas, de eje de cuadradillo a eje integrado, unas Dura Ace, otro nivel de rigidez cuando te pones de pie, con el cuadradillo rozaba plato grande y desviador en esfuerzos intensos.
    Cambie la horquilla, de aluminio a carbono, las cervicales y muñecas no sufrían tanto.
    Cambie las ruedas, de unas giant normaluchas a unas campagnolo Eurus de 1.4kg, las monte con 25, y he vuelto al 23 (dios les cria y ellos se juntan) creo que con las bielas es lo que más he notado diferencia.
    Despues de cambiarla entera, la vendí como vino, a piezas, para coger una Americana, made in taiwan de carbono. Montada en ultegra, no tuve que hacer nada, no podía ser, despues de 4 años con ella, con la cual he conocido el auténtico cicloturismo, Lagos, Cubilla, Andarraso, Valdorria, Tourmalet, no la podía malvender, la he pintado, he vuelto a Campagnolo, esteticamente más bonito, con tacto más brusco que shimano aunque igual de efectivo, manillar aero y ruedas de perfil medio(35), otro novedad que por culpa de esta pandemia no he podido catar mucho, pero si que he notado una mejor fluidez en el llano sin estar muy en forma.
    Después de esta parrafada, mi conclusión es que la bici no anda sola, pero si ayuda, entre cuadro de aluminio y carbono, escogería carbono, pero sin menospreciar el aluminio o titanio, la clave es la geometría. Entre los cambios actuales, te da igual, todos van bien, pero unas buenas bielas y unas buenas ruedas son la clave, potencia-manillar-pedales-cadena-etc, suma, pero para un cicloturista es marginal con respecto a geometria-ruedas-bielas.
    Así que ya sabéis, bicis sí, pero pensadas por y para tí.

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  2. Gracias, por el comentario!!

    La verdad es que, en base a una bicicleta, ir mejorándola poco a poco hace que le tengas muchísimo más cariño a tu máquina que si la comprar tal cual.

    Siempre a favor de ese plan!!!

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