sábado, 13 de octubre de 2012

Día hecho.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy era festivo y tocaba salida del club. Yo personalmente no tenía claro qué ruta hacer. Dos motivos eran los principales. El primero, que no tenía ni idea de por dónde se iba a salir hoy. El segundo, que llevaba unos días de parón, así que me faltaba ritmo.

Llegué al punto de salida y ahí estaban varios de los valientes compañeros de la Grupeta. La decisión se la iba a dejar a la mayoría. Como había feria en uno de los pueblos por los que pasaba la ruta larga, tuvimos que improvisar una diferente, así que se pusieron manos a la obra los gurús en este tema, que había varios. Rápidamente sacaron una ruta muy chula

Lo cierto es que yo no las tenía todas conmigo porque sé del estado de forma de algún compañero. El caso de JR es algo fuera de lo común, así como el de Bukanero. Menudo par de máquinas. Como la ruta era por terreno de rodar llano, echamos en falta el trabajo de Juanjo que estaba con unos incautos virus en el cuerpo, así que nadie tiraría de nosotros sin medida.

La verdad es que, para mi sorpresa, el ritmo inicial no fue matador. No suele ser así. Siempre he creído que la gente hace rodillo antes de salir de casa porque si no, la otra opción que queda es que pasan de hacer un calentamiento decente. Pero, como decía, hoy el ritmo nos permitió calentar correctamente.

Una vez que habíamos entrado en calor, comenzamos a, digamos, jugar. Inició Rafa las hostilidades al lanzar un ataque al que el Buka respondió y a éste Elías y algún otro. Yo me lo pensé y, cuando tenían unos 200 metros de ventaja, salté del grupo. Enlazar enlacé, pero a costa de un calentón de esos que hacen que te replantees si realmente se sufre más subiendo o llaneando...buffff..

Pero enlacé y, durante unos km, me mantuve a la expectativa, esto es, chupé rueda un rato hasta que la presión del grupo me obligó a tirar. Pero como si de una venganza se tratase, mi relevo, junto con el de Elías al que también enredaron, se prolongó mucho más de lo esperado. Tuve que utilizar ese viejo truco de...."uy! Parece que me cambia mal...."

Así que me volví a resguardar dentro del grupo. Y ya empieza a hacer falta resguardarse porque, no sé por otras zonas, pero aquí en León ya tenemos que ir en dirección sur si salimos temprano. Empieza a refrescar.

Cuando llegamos a Mansilla, cambiamos de carretera, rugosa y secundaria, y ya picaba hacia arriba. Terreno rompepiernas que si le añadimos un ritmo alto, hacen de la carretera, camino del Monasterio de San Miguel de Escalada, algo realmente duro. 

Yo ya llevaba un tiempo resguardándome, esto es, chupando rueda, así que al ser descubierto por el chivato de Jorge, tuve que dar un relevo. Pero me pareció muy buena idea lanzar un devastador ataque al que pudo responder Rafa, con el que llegaría a relevos hasta la base de la subida del día. O casi, porque un pequeño pájaro se interpuso entre nuestro destino y mi rueda. 

Tras casi atropellar al pajarillo, comenzamos a subir. Yo sé que en llano voy bien, pero he perdido el ritmo en las subidas. Llevo 15 días de cañas y eso se nota. Así que cambié a plato pequeño y busqué una rueda buena. La de Buka era demasiado, la de JR imposible, así que como Jorge estaba estrenando ruedas, pues las comprobé. ¡Qué bien subimos madre mía!

Así que una vez en la "cima", empezamos con el momento plátano para, rápidamente, encaminarnos hasta León. Ya no se pueden hacer paradas demasiado largas porque nos enfriamos deprisa. Lo que nos quedaba no era demasiado complicado de afrontar, pero entre que la carretera es rugosa y que trabajamos todos juntos para imponer un ritmo alto, pues no fue un camino de rosas.

La peor parte que nos quedaba era la subida de Valdelafuente. Es una subida muy curiosa. Se trata de una recta de 2Km y pico, de carretera nacional, con un arcén grande, con mucho tráfico y con una pendiente constante del 3%+-. El problema es que, al ser carretera grande y tal, la gente siempre quiere subirla a más de 30Km/h...y os aseguro que la mayor parte de las veces lo conseguimos. Cuando termina esta subida, yo estoy más reventa'o que cuando termino de subir algún puerto. Es uno de estos esfuerzos anaeróbicos 100% que te destruyen.

Ya sólo nos quedaba bajar el Alto del Portillo y llegar a casa con la sensación del trabajo bien hecho. ¿Por qué? Porque me duelen las piernas y nos reímos un montón. Día hecho.

2 comentarios:

  1. Ahora que empieza el frío y bajas el ritmo, podías dedicarle una entrada al mantenimiento de la máquina, los ciclistas urbanos no tenemos ni idea. Yo sigo pedaleando todo el año (por cierto que con las lluvias empieza a hacer ruidos nuevos) pero mi compi o la sube al trastero o la guarda en la terraza y allí queda todo el invierno. ¿hay que hacer algo a parte de limpiarla?
    Un saludo

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    1. Me parece muy buena idea!!

      Sin ser un experto, intentaré hacerlo!!

      Para adelantar algo...tras un día de lluvia, limpieza y grasa (sin pasarse) en la cadena es fundamental....pero ya me extenderé...

      Gracias!!!

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