lunes, 14 de mayo de 2012

Domingo genial.

¡Hola a todo el mundo!

¡¡Hoy ha sido un día formidable!! Para resumirlo a grandes rasgos, lo que hoy ha ocurrido es que he vuelto a formar parte de un pelotón cicloturista, me he vuelto a exprimir, Elías ha vuelto a convertir unos cuantos kilómetros en un infierno y nos hemos tomado algo al final. Es decir. Un domingo de primera.

Todo comenzó en el lugar de cita del club. Yo tenía el plan de salir con los de la ruta corta que para mi, a día de hoy, 80 km es algo fantástico después de la tendinitis. Pero los amiguetes de la Grupeta Cicloturista León no lo tenían del todo claro. Tras un par de deliberaciones, optaron por ir también con la corta.

Además, para nosotros como Grupeta, era una ruta conocida en su mayor parte, porque tuvimos un incidente por aquí hace meses por el que tuvimos que pedir perdón. Así que sabíamos que sería un gran entreno. Para sumar dificultad a la ruta, los habituales de la ruta corta están como toros y pronto imprimieron un ritmillo alegre, de esos que poco a poco te empiezan a fastidiar. Primero 27....luego sin darte cuenta estás en 30...y luego ya no miras porque te da la risa.

Yo aproveché para ponerme al día de todo. Y los chicos, concretamente el Buka, me están comiendo la cabeza para ir a Lagos dado que no me han visto mal. Lo he estado pensando todo la tarde y no voy porque sé que me caliento. Así que insisto. Pasadlo bien.

Pero volviendo a la ruta, mientras íbamos por los clásicos toboganes del Ferral, ahí fue donde yo hice algo a modo de prueba. Llevábamos un rato a buen ritmo y con estos "sube-baja" que os comento. JR haciendo la goma, no porque no pudiese -más bien al contrario-, sino porque estaba ejerciendo de líder yendo a buscar a Jorge que optó por acortar la ruta para soltar. Fue en esos momentos en los que yo lancé un ataque. Sí amigos y amigas. Como lo oís. Un ataque a modo de prueba. Así que no ataqué al pelotón, sino a la rodilla. Aguantó estupendamente el envite.

Al no darle continuidad, no tuve que escuchar los clásicos "¿pero a dónde ibas?" o "Para eso mejor no hacer nada". Hoy todo el mundo me dio cuartelillo. Qué majos que son.

Después de una subidilla y el parón en la fuente de turno, retomamos la marcha en la que un clásico, como es Juan Carlos, de las carreteras leonesas -y las que no son leonesas- y un servidor, nos quedamos charlando y entre unas cosas y otras, cuando nos quisimos dar cuenta, ¡¡el grupo se piró!! Si es que ya no se respeta nada....

Y fue a partir de aquí cuando tengo que hacer un reproche. ¡¡Elías!! ¡¡Hoy me has hecho enlazar, a mil de pulsaciones, por culpa de uno de tus cambios que cortó el pelotón, que no te lo voy a perdonar!! Fueron 8 kilómetros en los que me quedé en medio de dos grupos y, al intentar enlazar, no bajé de 160 ppm ni de 32 km/h. Menudo calentón. Quiero que sepas que el día menos pensado te lo haré pagar. jajajaja (todo de broma menos lo del calentón que me ha hecho pasar el tío)

Y ya estábamos en la entrada a León cuando, después de los kilómetros y el ritmo que llevamos, la rodilla dijo que me relajase. No me dolió en ningún momento ni mucho menos, pero empecé a notar su presencia. Pero el día ha sido increíble.

Ya en la capital, JR nos invitó a una cocacolita con su tapa correspondiente. Así que el colofón perfecto a un domingo genial.

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