¡Hola a todo el mundo!
Hoy miércoles había entrenamiento de las escuelas del C.C. León. Cuando esto ocurre, yo suelo salir una hora antes de casa, para rodar unos kilómetros en solitario. Así cuando llego al entreno, ya he calentado y no se me queda corto el mismo.
Pero hay días como hoy, en los que el trabajo específico que se hace con algún grupo de chavales mayores, hace que el entrenamiento no se te quede corto ni mucho menos. Hoy tocaba rodar a ritmo alto con un reducido grupo de ciclistas. Salieron Álex, Carlos, Rulo y Clara, la cual, acaba de participar en la primera prueba de la Copa de España de féminas en categoría élite (ahí la tienes...báilala) El objetivo era mantener un ritmo constante de más o menos 32-34 km/h durante 40km.
Para eso, hacía falta un par de liebres que , en este caso, fuimos Jorge y yo. Comenzamos con un ritmo vivo para que fuesen haciéndose a la idea. La manera que tenían todos de agarrarse abajo y agachar la cabeza nos da a entender que comprenden la idea, así que, pasados 5 km, ya empezamos con un ritmo más fuerte. Álex primero y Clara después, pinchan y se quedan con Luis, otro ciclo-colaborador y hacen la misma ruta pero más flojo. Carlos, Rulo, Jorge y yo, como buenos amigos, terminamos la ruta muy bien. Los chavales muy enteros y con ganas de más, así que genial, porque eso significa que no les forzamos por encima del límite. La media con la que terminamos fueron unos muy buenos 32 km/h. ¡Muy bien chicos!
Ya una vez dentro del circuito, entre unas cosas y otras, comenzamos a dar vueltas para, primero soltar piernas con los más mayores y después para apretar a alguno que no salió con nosotros de ruta. Cuando comprobé el cuenta, los 80km que marcaba, me daban a entender que hoy no me quedé corto de entreno con las escuelas.
Estos días, estoy cargándome más de entrenos dado que dentro de una semana, es probable que esté unos días sin tocar la bici, así que como una hormiguita, estoy adelantando trabajo para no perder demasiado. Hasta que esos días lleguen, seguiré dándole fuerte al pedal.
En otro orden de cosas, mañana es jueves y la Grupeta Cicloturista León saldrá a rodar. Ya veremos qué ritmo manejamos. Todo depende de los galgos que se apunten. Lo que está claro es que dentro de unos años, lo más probable es que nadie de la Grupeta pueda seguir a ninguno de los chavales con los que rodé hoy. Da gusto verles. Siempre es un lujo hacer kilómetros en compañía de los más jóvenes.
¡Un saludo a todos!
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