viernes, 6 de febrero de 2015

CLUB CICLISTA ASFALTO LEÓN: la reconversión.

¡Hola a todo el mundo!

Llevamos unos días muy duros por aquí en "Invernalia". Ya sabéis. Aquí en León. Y es aún más duro si lo que te gusta es realizar actividades al aire libre, en nuestro caso, cicloturismo. También me gusta salir a correr, o hacer running, como dicen ahora los modernos, pero volvemos a lo mismo. El dichoso temporal.

Hacía más de veinticinco años que no caía una tan gorda por aquí. En el casco urbano es un incordio, pero en muchos de los pueblos por los que todos pasamos en verano, con el calorcito y sobre nuestras bicicletas, más que algo engorroso, es un problema.

Por León, quien más quien menos tiene algún familiar o amigo viviendo en alguno de estos pueblos de los que hablo y las cosas están chungas por allá arriba. En mi caso, tengo familia en Boñar, Villafrea de la Reina y Cofiñal. En todos los casos, las fotos que nos enseñan son flipantes, la verdad.

Pero a parte de todo esto, voy a compartir con vosotros un sentimiento que yo tengo. Suele suceder a primera hora de la mañana. No seáis marranos. No es eso. Es al poner la radio y escuchar la información del tráfico. Todo comienza, más o menos, de la siguiente manera....

"Cerrado el puerto de Ventana, San Glorio, el Pontón y San Isidro. Con cadenas, Pajares, Somiedo y Tarna". 

Justo en ese momento es cuando se me ponen los dientes largos y pienso...."Eso, eso. Que se conserven en frío y estén listos para cuando vaya con la bicicleta"

Termino de ducharme, voy a la habitación y ahí está "La Americana" (porque, en efecto, duermo con ella a mi lado). La miro e incluso le digo en alto (porque, en efecto, , a veces, sí que hablo un poco solo): "¡este año la vamos a petar, reina mora!"

Entre que estoy ultramotivado por el recién nacido Club Ciclista Asfalto León y que el año pasado senté las bases de una nueva forma de andar en bici, tengo más ganas que nunca de hacer rutas.

Esta nueva manera de andar en bici se basa en que me voy a centrar más en sumar metros de desnivel que kilómetros. De rodador a escalador a los 33, sí señor, pero lo veo factible. Siempre he disfrutado de hacer kilómetros por el llano y nunca me desagradó subir, pero sí es cierto que me costaba más. Ahora, si bien no he perdido el gustirrinín por rodar acoplado sobre la bici, al ver una cuesta, un repecho o un puerto, me tiro para allá como un caza.

Me he preparado desde mediados del año pasado para acometer la reconversión, y los más de diez kilos de peso perdidos os aseguro que ayudan. Dejar de ir al gimnasio a hacer el animal y ajustar ciertos hábitos alimenticios han hecho de mí alguien bastante ligero para subir. Es flipante.

Así que, ya veis. Año de cambios. De club, de filosofía, de culottes (porque no me valen los que tenía) y de rutas. Y esto último se debe a que dentro del CLUB CICLISTA ASFALTO, tenemos la idea, y ya los proyectos reales, de salir de la ciudad, iniciando las rutas desde otros puntos y, de esta manera, poder subir más alto, más bonito, más duro, más exigente. Más ilusionante.

Así que, por lo pronto, esperemos que este domingo el tiempo acompañe y podamos salir a rodar, ya que tenemos que coger ritmo de cara al día veintidós de este mes ya que tenemos el primer evento desde Rioseco de Tapia.

Nos vemos en el ASFALTO.

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