miércoles, 18 de enero de 2012

Nuestro compañero inseparable.

¡Hola a todo el mundo!

Hoy, y dentro de los útiles ciclistas, me gustaría hablaros de algo que yo, personalmente, considero de una importancia supina. El casco.

En España su uso es obligatorio y, por encima de legislaciones de uno u otro país, yo creo que es de lógica utilizarlo. Parece evidente que esto es así, pero cuando sales a rodar, te das cuenta de que no todo el mundo piensa de igual modo y van jugándose la vida circulando sin él.

No hace mucho, mientras compartía kilómetros con un compañero del club, me comentaba que él estaba a día de hoy en este mundo gracias al casco. Tuvo un accidente en el que un coche "se lo llevó puesto" y, al caer, golpeó con el casco en el suelo. Éste se partió en cachos, lo que hizo que no se rompiese en cachos su cráneo. Esta podría ser una buena razón para usarlo.

Otra sería, el dar ejemplo a los más jóvenes, que nos miran con los ojos abiertos como platos, cuando ven a cualquier cicloturista. Da la sensación de que esos chicos y chicas quieren pararte y quitarte la bicicleta para dar una vuelta. Si nos ven sin casco, ¿qué ejemplo estamos dándoles?

También podría aportar una nueva razón. ¿Nunca habéis pensado mientras bajáis un puerto lo que podría pasarnos si caemos? Si no lo habéis hecho, pensadlo y no dudareis en poneros el casco siempre.

Mirad qué contento con su casco.
A la hora de elegir el casco, en todas las tiendas de bicicletas encontraréis una gama muy amplia. El precio varía dependiendo del peso, ventilación, sistemas de ajuste, etc. Todos ellos, al estar homologados, reunen unas características mínimas de seguridad.

Si tenemos el mejor casco del mercado, pero no nos lo ponemos bien, no estaremos haciendo un buen negocio. Al ponerlo, lo ideal es que el borde de la frente quede, más o menos a uno o dos dedos de las cejas y podamos ver un poco el borde. En cuanto a la correa, si abrimos la boca al máximo y notamos que el casco nos aprieta, esa es buena señal, estando esta correa situada a dos dedos de la barbilla.

Para finalizar, he de recordaros que los cascos tienen, lo que podríamos llamar, fecha de caducidad. Más o menos es de 5 años. Se debe a que los materiales de los que están hechos (polietireno) pierden propiedades y, en caso de recibir un impacto, corremos el riesgo de que el casco no cumpla su función al 100%, con el consiguiente peligro. Después de recibir un impacto fuerte en el casco, también debamos de cambiarlo.

Espero que la entrada os sirva de algo y espero que el casco sea vuestro compañero INSEPARABLE de todas vuestras rutas.

Saludos!!

P.D. El enlace que os adjunto puede resultaros interesante. Echadle un ojo.

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