martes, 10 de enero de 2012

Un día cualquiera quitando carbonilla.

Hola a tod@s!!

Hoy amanecí con ganas de entrenar más o menos duro. Levanté la persiana y sí. El cielo estaba muy azul, lo cual hizo que una pregunta me asaltase. ¿Qué temperatura habrá en el exterior? La respuesta no se hizo esperar, ya que al abrir la ventana, un sartenazo de aire frío entró en mi casa. Sin duda iba a ser un día duro.

En ese momento decidí que saldría más allá de las 12 del mediodía, porque sufrir sin necesidad, como que no. Ahora sólo me quedaba elegir la ruta. ¿Rodar por el llano a todo lo que dé o bien buscar una ruta con repecho?

Mientras tomaba esta decisión, muy importante y normal en el día a día de cualquier cicloturista o ciclocompetidor, había que desayunar (con las noticias puestas, que así me vengo arriba...cómo está el mundo, rediós)

"Bueno. La decisión está tomada", me digo, mientras recojo el desayuno. Con repecho, para quitar la carbonilla, porque ahora sí que sí, señor@s, hay que ponerse más en serio. Para empezar iré hasta el alto de La Hoja. Me parece lo más acertado. Es el tipo de subida progresiva que se hace todo lo dura que uno mismo quiera. Desde la localidad de Lorenzana hasta el desvío de "El 18" (otro subidón de la zona) salen 9.5 km. Lo más duro está justo al empezar y el resto es muy continuo. Suele pegar fuerte el viento, pero hoy no hizo acto de presencia.

Ir hasta allí y volver, desde mi casa son 40 km. No es mucho, pero como los tenía pensado hacer "a cuchillo", y dado que tenía una cita ineludible (ir al peluquero, porque se me estaba yendo de las manos) pues seguro que llegaba a casa satisfecho.

Empiezo la ruta. Una vez que enfoco la carretera hasta Lorenzana, que es muy recta y de buen asfalto, ya me acoplo a la bicicleta. La temperatura, a pesar de que son las 12:15 de la tarde, sigue siendo baja, lo que hace que, por instinto, lleve demasiada cadencia para entrar en calor.

"Baja piñones Dani, que no pasa nada". Hecho. Como un tiro hasta Lorenzana. Salvo un par de momentos en los que me pongo sobre bielas para hacer sprins, siempre bien acoplado, con las manos abajo y los codos flexionados.

Ya llego al pueblo. Subo un piñón y me agarro en las manetas. Otra vez sobre bielas. La entrada al pueblo hay que hacerla así para coger un buen ritmo porque, si no, se corre el riesgo de atascarse (al menos yo lo hago así)

Primeras rampas de La Hoja. Cuando pretendo afrontar una subida en modo entrenamiento, procuro hacerla sentado todo el rato. Como hoy es uno de esos días, pues sentado hasta arriba y "a romper" ("all out" que dicen los hijos de la Gran Bretaña)

"Bueno Daniel, no vas mal", me digo mientras pienso que debo perder algún kilillo, porque así, en las subidas, me van a fundir, y no es plan de recortar todos los días en las bajadas. Pero bueno, tengo buenas sensaciones. Las piernas van estupendas. Llego arriba y recupero rápido (muy buena señal). Decido hacerme la primera autofoto del año y me doy cuenta que he perdido la costumbre porque tengo que sacar al menos 5 para tener algo publicable. Este es el resultado.

Es mejor que nunca enseñe las que saqué para conseguir este pobre resultado....

La podría incluir en las "frikifotos"....pero no lo haré...


El reportaje gráfico se sitúa en un lugar que tiene destacable un pinar muy frondoso atravesado por un par de carreteras. Es normal ver cómo algún corzo y jabalí cruzan la carretera. También existe una fosa común de la Guerra Civil y, bajando por la otra vertiente de esta subido (El Cillerón) existe un monumento.

Pues si subí a todo lo que daba el motor, pues bajando más de lo mismo. Es un descenso peligroso, pero no por las curvas, que no hay muchas, sino por el viento los días que sopla. En el caso de la ruta de hoy no tuve este problema, así que me tiro a huevo hasta Lorenzana.

La primera parte hay que pedalear fuerte para coger velocidad. Luego hay que combinar pedaleo y aerodinámica. La tercera parte es de acoplarse. Buen descenso hago. "Cualquier día me estrello", me digo.

Ya de vuelta a casa y con los deberes hechos, las rectas hasta llegar a León las hago como en la ida. Acoplado y muy rápido.  Cuando llego al portal y meto la bicicleta me doy cuanta de que he quitado algo de carbonilla, así que mañana habrá que quitar un poco más. Esto acaba de empezar.

Como decían Los Rodríguez, adiós amigos, adiós!!

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