sábado, 8 de septiembre de 2012

Por esta vez has librado.

¡Hola a todo el mundo!

16:30 horas. Sol. Nada de viento. Ganas de dar pedales. Gente con ganas de pasarlo bien. Así se puede resumir el esperado día de reencuentro entre un servidor y la Grupeta

Fuimos unos cuantos a la cita habitual de los jueves en Sanyrés. Éramos unos 8 valientes que no habíamos pasado muy buena noche por culpa de Juanjo que, tras habilitar un nuevo medio de comunicación cicloturista (un grupo del WhatsApp), nos había frito a mensajes en medio de la noche. El mayor beneficiado por todo esto fue el perro del Bukanero que, tras haber sido despertado, obtuvo un paseito nocturno (con lo que les gusta eso a los perros)

No sabíamos muy bien a dónde ir, así que para no estrujarnos mucho la sesera, nos encaminamos hacia La Robla y allí ya veríamos. Nadie lo mencionó en ningún momento, pero yo veía mucha ansia viva dentro del grupo que habíamos formado, pero en los primeros compases nadie abrió la caja de Pandora.

Fundamentalmente, los primeros kilómetros fueron para ponernos al día. Yo hacía un montón que no veía a los chicos, pero por unos medios u otros, habíamos estado en contacto. Con Jorge sí que no había hablado demasiado. El muy desgraciado, entre sus viajecitos a los Dolomitas, Pirineos, etc, no había tenido mucho tiempo (todo desde el cariño)

Yo en Cuadros, a unos 15Km de León, ya tenía la boca seca de tanto hablar. La verdad es que o sé por qué pasó, pero lo cierto es que en un momento determinado de la ruta, más o menos a la altura de Cuadros, Buka con su nueva máquina (pedazo de bici que se ha comprado), aceleró el ritmo y empezamos a entrar poco a poco a relevos.

Llegamos al pequeño repecho de Cascantes y ahí hice algo a lo que no estoy acostumbrado, pero para fastidiar un poco, me pareció buenísima idea. Lancé un ataque. Yo pensé que la estaba petando hasta que Buka se puso a mi altura y me dijo...."La Specialized corre mucho"....lo cual fue devastador para mi ego, pero como sabía que el susodicho estaba en forma, esta sensación duró muy poco.

Llegamos a La Robla y, tras hacer la 2,3,1, a Jorge en un bache de la carretera en el que casi se mete de lleno, tomamos la dirección del Fenar. El problema de esta ruta no es la subidina, que es muy tendida y se hace muy bien a relevos, el problema es encarar la vuelta a León por la carretera de Matallana. Ahí la gente, por norma general, da relevos como si no hubiese día de mañana.

Inconscientemente, Jorge y yo tomamos la cabeza del grupo manteniendo un ritmillo por encima de 30Km/h, pero siendo perfectamente seguible. El problema fue que no pudimos contener más a los potros y empezaron a dar relevos. Como si se tratase del Grupo Deportivo ONCE en contrarreloj por equipos, la cosa ya se puso seria y todos tuvimos que agarrarnos abajo del manillar para pasar lo mejor posible los últimos 30Km. Uno de los miembros del grupo (al cual no conocía) definió perfectamente la situación al decir entre dientes..."igual estamos forzando demasiao"

Finalmente llegamos a León y paramos a charlar un poco. Lamentablemente, no recuerdo la burrada que soltó Buka, porque le prometí que sería el título de la entrada, así que por esta vez ha librado.

El resumen de la ruta, sobre todo fue que lo pasamos "fetem". ¡Y esto acaba de empezar!

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