jueves, 13 de septiembre de 2012

Y pensaba que lo había dejado allí...

¡Hola a todo el mundo!

Y bien pensaba yo que me iba a librar del viento tras abandonar Corella. Pues no. Como bien ha comentado el intrépido JR, he traído el viento a León.

Pero más bien creo que se debe a una exageración, porque sólo hemos tenido viento hoy después de 10 días (cómo pasa el tiempo)

Empezando con la narración, hoy habíamos quedado cuatro ciclistas de reconocido prestigio. Como decía, el intrépido JR  era uno de ellos con su nueva máquina. Juanjo era otro de los integrantes del grupo, que venía de “liarla parda” y hasta ahí puedo leer.

También se apuntó el verdadero máquina del “pelotón” de hoy. Jorge, del equipo Bartz, que nos respetó y no nos sacó los ojos a todos. Luego también iba yo que, gracias a mi amplia espalda, podía tapar bien el viento a mis compañeros.

De hecho, no se lo dijimos a Juanjo y a Jorge, pero a JR y a un servidor nos hicieron la 2 3 1 y estuvimos tirando hasta La Robla con el viento en contra. Porque son buenos chavales, que si no…

Los primeros 25Km, Juanjo y Jorge estuvieron hablando de sus cosas. De esa otra modalidad ciclista llamada “pisapraos”, o BTT para el resto del mundo. JR y yo nos estuvimos poniendo al día, porque aún no habíamos coincidido.

El La Robla, Jorge no siguió con nosotros porque no quería hacer muchos Km, pero nosotros tres teníamos el cuerpo de jota y tiramos para Olleros de Alba para después subir Cillerón. En realidad buscábamos encontrar el viento a favor y esta ruta nos iba de pegada.

Así que subimos Olleros entre jiji’s jaja’s. Paramos a llenar el bidón en una fuentecilla y encaramos la bajada. Terreno propicio para Juanjo y para mí. Pero este terreno pasa rápido, así que en menos de lo que tarda en cambiar JR de plato grande a pequeño, llegó el Cillerón.

La verdad es que lo subimos alegres (de ritmo digo, porque de lo otro se da por supuesto) y en dirección a Lorenzana, es decir, bajando La Hoja, llegó el momento crítico del día pero al que yo me he visto expuesto los últimos 3 meses.

Un viento lateral fortísimo empezó a azotarnos. Tuvimos que bajar con mucho tiento, pero colaboramos como buenos compañeros y salvamos el mal trago.

Y ya, cuando volvíamos a León, nos cruzamos con Fernando al cual aún no he visto. A ver cuándo nos vemos. Como remate, Juanjo y yo nos disputamos la “etapa” en frenético spring. Estamos fatal, pero lo pasamos tan bien…

¡Mañana más!

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