¡Hola a todo el mundo!
Iba yo soltando piernas por la carretera de Santander de camino a mi casa tras un entrenamiento corto pero intenso. Decidí meterme por el carril bici que discurre de manera paralela a esta carretera. Pensé que sería lo mejor. Al ir en bici, quieras que no, es el lugar natural, ¿verdad?
Bueno, pues voy a seros sincero. Paso muchas veces por aquí en bicicleta y rara es la vez que circulo por este carril. Y la razón es que me parece extremadamente peligroso.
La idea del Ayuntamiento de Villaquilambre, al cual voy a remitir un enlace de esta entrada, por cierto, era no buena. Buenísima. Un carril bici de unos 4 km que nos separase a los ciclistas del tráfico, por una carretera que nunca tuvo arcén. Genial. La solución definitiva.
Sin embargo, una vez que se terminó, había dos cosas muy mal pensadas porque me imagino que no se pediría opinión a usuarios de bicicleta. Total, para qué....uy, ¿un segundo? ¡Si son los que lo iban a usar! Bueno, ya está hecho....
Como digo, hay dos cosas que convierten este carril en una trampa. Si se va de paseo, es algo que te puede dar lo mismo, pero si sales con la bici de carrera a entrenar, circular por aquí es una locura.
- Los dos sentidos de la marcha para el carril bici están en el mismo lado de la carretera, así que si tienes que cruzar de lado, y recuerdo que esto es una carretera nacional, te la estás jugando y mucho.
- Hay varias rotondas en esta carretera. Si se sigue por el carril bici de manera cívica, al llegar a éstas rotondas, dicho carril se corta de manera súbita y termina en un bordillo de 15 cm de alto, con lo que si no quieres caerte, te tienes que meter en la carretera, con coches que de circular a 50 km/h por ahí nada de nada.
Conclusión. Los ciclistas que salen a entrenar, no usamos el carril bici. Consecuencia. Los conductores de los coches se creen con razón para pasarte a 30 cm, de mala manera y sin educación ninguna. Total, aquí hay carril bici y no lo usan los ciclista "ergo" aquí podemos atropellarles sin problema.
Hoy mismo, como decía, decidí recorrerlo de principio (Villarrodrigo de las Regueras) a fin (Villaobispo de las Regueras). En las rotondas tenía que incorporarme a la circulación y en una ocasión, una conductora, que yo sabía que me había visto de sobra, me pasó cerca (y estoy hablando de 30 cm) y con el claxon a tope, por supuesto, braceando y diciéndome cosas bonitas. Tras unos cuantos pardieces por mi parte y gritándole que era una asesina, porque este tipo de gente es lo que es, no sé a qué diablos juegan, cada uno se fue por su lado.
Como tampoco hay muchos pasos ciclistas para cambiar de carril (por no decir que no hay ninguno), tuve que invadir todo carril habido y por haber para cambiar de carretera.
Y todo esto sin mencionar que el carril bici en cuestión discurre por las entradas de un montón de casas unifamiliares con sus respectivas cocheras, así que si sale un coche despistado, pues susto del otro lado.
¿Acaso es imposible crear un carril bici útil y eficiente y que, además, sea barato? Pues este mismo Ayuntamiento, en el tramo que discurre por su jurisdicción, en la carretera de Matallana, tiene otro tramo de carril para las bicis que es perfecto y que yo uso sin problema. Tiene un tramo en cada lado de la calzada, uno por sentido, y es de 1'5 metros. Digamos que sería el arcén, pero bien señalizado, para el uso de las bicicletas. Aquí, sólo se han gastado pintura blanca. Es perfecto.
La conclusión que extraigo de esto es que la idea del carril de la carretera de Santander es inmejorable, pero la utilidad de la misma es discutible. La solución la tienen bien cerca. Espero que el Ayuntamiento de Villaquilambre lea esto y quiero que sepan que lo escribo de manera constructiva.
Sin ningún otro particular, se despide por hoy un cicloturista más.
totalmente de acuerdo contigo, peligroso y gasto en pintura nada más. una gran obra de ingeniería. un aplauso para los que dieron de paso semejante gasto para nada.
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