jueves, 21 de febrero de 2013

Reflexiones duatléticas.

¡Hola a todo el mundo!

No sé exactamente por qué, pero el día de ayer, tras tres duros entrenos de carrera, lo marcaré como uno de los días en los que más cansado recuerdo haber estado.

Cierto es que me había machacado, pero en alguna otra ocasión, por no decir muchas veces, lo había hecho en mayor medida. Algo tendría que ver en todo esto el dichoso catarro que me castigó duro durante una semana, pero el hecho es que, como digo, ayer estaba roto del todo.

Cuando llegué a casa después de currar me pasó algo muy curioso. Me senté en el sofá para estirar un poquito las piernas y no recuerdo nada de lo que pasó desde ese momento hasta que me llamaron por teléfono una hora más tarde. ¡Me quedé fritísimo!

Así que hoy no he hecho nada por prescripción del sentido común. Tocaba recuperar un poco. Mañana espero que me dé tiempo a hacer algo, seguramente correr otra vez, dado que tengo la mañana, a partir de las 11, completa y la tarde destinada a producir un poco, así que, de hacer algo, toca enfrentrarse a las zapatillas de running un día más.

Un colega me dijo hace un tiempo que si no me había planteado el tema duatlón. Respondí con un no, sin más. Ahora pienso que si la pisapraos supone ya un problema para mí, ¿qué pinto yo haciendo una transición? No la hizo bien España, como para hacerla yo.

Sin ningún otro particular, voy a continuar regenerando las piernas que aún están tocaditas.

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