¡Hola a todo el mundo!
En capítulos anteriores, estaba sufriendo un catarro terrible que me había impedido desarrollar ningún tipo de actividad físico-deportiva.
En el capítulo de hoy, el trancazo se ha hecho fuerte y, yo no sólo no me ha permitido salir a correr ni a rodar con la bici, no. Hoy no me ha dejado salir de casa. Ha mutado y, como digo, se ha hecho fuerte en mi interior.
Es frustrante ver cómo todos los colegas de la Grupeta Cicloturista León quedan para mañana con el objetivo de pasarlo genial con un más que probable buen día en lo meteorológico. No voy a ocultar que en algún momento he pronunciado en voz gutural y con un acento más propio de cualquier exorcismo del S.XVIII..."malditos sean todos ellos". Pero sólo fue un par de veces...o cuatro...Bueno, la cosa es que espero que lo pasen bien, ya está.
Por lo demás, hoy no tengo mucho que contar que no sea referido a pañuelos, medicinas contra el catarro y cosas así. Para intentar meterme un chute de CICLOTURISMO lo que sí hice fue repasar fotos de mis tiempos en Los Pirineos. ¡Qué ganas de volver! Este año lo voy a tener complicado por falta de tiempo, pero algún día será.
Sin ningún otro particular, mis virus, mi dolor muscular, mi dolor de cabeza, mis sudores fríos y yo nos despedimos. Espero que tengáis todos un gran día de bicicleta...de verdad...de corazón...grrrrrrr
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