miércoles, 18 de abril de 2012

Carta privada a una amiga.

¡Hola a todo el mundo!

Después de unos días de entradas acerca de lo que he leído en Ciclismo a Fondo y sobre qué meter en un bote de repuestos que, por cierto, ha tenido un éxito inesperado, hoy voy a abriros mi corazón. Sí, lo voy a hacer leyéndoos una carta privada a una "amiga".

Tendinitis de inserción del tendón del bíceps femoral derecho.....vete al cuerno!!! Estoy empezando a cansarme de ti. En mi afán por sacarle algo positivo a todo, al principio me pareciste incluso algo positivo que me obligaría a descansar. Mentalmente me vendrías bien y, además, como ha venido mal tiempo, tampoco sacaría mucho la bici, pero creo que tu presencia se está alargando más de la cuenta.

Empiezas a ser como el pescado y las visitas. Al tercer día apestan. Tú también, amiga tendinitis. Si yo no fuera de naturaleza activa, no me llevaría un mal rato, pero da la casualidad de que has entrado en el cuerpo de alguien que no puede parar. No, querida amiga. No puedo.

Tampoco me hace especial gracia que estés molestando a mis amigos porque creo que Buka tiene lo mismito que yo, así que no te metas con los colegas. Además, el Buka fue quien me acompañó el día que tú y yo nos conocimos, así que le deberías de tener un respeto...Si acaso molesta a Juanjo, que aquel día iba en coche, pero bueno, a lo que voy es que empiezas a ser mal vista entre los colegas también.

Antiinflamatorios, pomadas, cremas de todo tipo, paracetamol...Esto parece Woodstock del 69 con tanta sustancia por aquí amiga. ¿Qué más quieres que te dé? ¡Si no puedes estar mejor! Sólo me faltan masajes. Eso aún no te lo he concedido, pero es que ya me parece un exceso y todo tiene un límite.

Desde aquí quiero que lo sepas. Te doy esta semana. El lunes amenazo con montar en bici para ver cómo vamos. Espero que no estés y te marches para siempre. Ya son tres las semanas juntos y los compañeros de grupeta casi no salen a causa del clima y no me pasan informes, así que entre unas cosas y otras voy a tener más rutas de América que de León y alrededores.

Finalmente, quiero decirte que estás siendo toda una experiencia. Creo que nunca te olvidaré. Recuerdo en mis tiempos mozos de jugador de baloncesto en que conocí a la perfección a tu socio el esguince. A él le dije adiós definitivamente gracias a unas tobilleras especiales. Le trataba mucho peor que a ti, porque de aquella yo competía, así que no me obligues a cometer locuras.

Nada más tendinitis. Espero que pases una noche lamentable y te pires para no volver. Atentamente. El individuo huésped.

2 comentarios:

  1. Bueno, de todas formas así has podido decir ¡Hola! de nuevo a tu amigo el baloncesto!!!!:)

    ResponderEliminar