sábado, 10 de diciembre de 2011

1+1+1= Conciencia colectiva.

Día 16 de junio del año 2010. Durban, Sudáfrica. Estos fueron la fecha y el lugar del debut de la Selección Española en el mundial del pasado año que, a la postre, terminaría ganando.

Más de un año y medio después esta localidad sudafricana vuelve a focalizar la atención mundial. La derrota contra Suiza de España en su debut fue una verdadera sorpresa pero, por lo menos para mi, lo que va a pasar en Durban estos días no lo es.

Para los que no lo sepan, en Durban se está celebrando la XVII Conferencia de la ONU sobre cambio climático. Lo que a mi no me sorprende, decía, es que precisamente no va a haber ningún cambio. Todos en su sitio. China, Estados Unidos e India no quieren prorrogar el Protocolo de Kyoto, por lo que seguirán contaminando a todo lo que den sus chimeneas. En un segundo nivel están países tipo Japón y Canadá que dicen:"si estos otros no firman, pues nosotros tampoco". Y en un tercer nivel están la Unión Europea, los países africanos y los países que de verdad tienen un serio problema. Los países insulares del Pacífico y del Caribe.

Éstos últimos, no sé si la gente es consciente, en menos de 60 años (muchos de nosotros puede que lo veamos) van a desaparecer engullidos por las aguas que ahora los bañan debido al aumento del nivel de los Océanos, a consecuencia del calentamiento global. Mucha gente tendrá que desplazarse, tendrán que ser acogidos por terceros estados, puede que haya muertes y todo la parafernalia de los desastres, ya sabéis, somos supersolidarios y en el telemaratón de turno se les dan unos millones y quedamos todos tan agusto. Pero es que ahora es cuando se podría evitar todo esto y, por la cabezonería del primer grupo de países de los que os hablaba antes, puede que no se evite. Si sucede lo peor, y espero que no suceda, me gustaría que recordemos estos momentos para pedir responsabilidades a los países y a sus dirigentes porque serán responsables.

Como no parece que se vayan a poner de acuerdo, todos nosotros podemos realizar pequeñas acciones que, si bien no van a evitar todos los males, sí que ayudarán a crear una conciencia en nosotros y en nuestros hijos. Pequeños gestos, sumados, pueden crear grandes cosas.

Hace poco, escuché decir que en los años 70 éramos igual o más felices que ahora con la mitad de energía. Me ha hecho pensar mucho esta frase, porque es que es cierto. Vale que antes no había un ordenador en cada casa, ni dvd o cosas así, pero tampoco tenían bombillas de bajo consumo, ni coches que gastasen menos y nada, ni tanta bicicleta urbana. Yo creo que podemos ahorrar mucha energía y, de rebote, ayudaremos al planeta.

No es tan difícil, de verdad. Los 21ºC en la calefacción, las luces apagadas en las habitaciones en las que no estemos, ir a los sitios caminando y en bicicleta, apagar los electrodomésticos y no dejarlos en stand by. Pequeñas cosas, sumadas, generan un cambio.

Arrimemos el hombro y tiremos todos de esta grupeta que se llama humanidad. El objetivo es salvar el planeta. No es broma amigos. Lo que nos estamos jugando es salvar La Tierra. Nos estamos cargando un planeta, que se dice fácil señoras y señores, pero es dramático.

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